La maquinaria de impunidad del Partido Revolucionario Institucional (PRI) está en marcha para proteger a su más preciado pez gordo: el Gobernador con licencia de Veracruz, Javier Duarte.
No importa lo que se robó, no importan sus delitos, sus presuntos crímenes, no importa nada. Aquí lo que vale es lo que diga el presidente y si Enrique Peña Nieto dice que se le protege, se le protege, para eso están al servicio del partido, sus corruptas instituciones.
El caso de Javier Duarte es esperpéntico, pero también ilustrador. Exhibe en su real dimensión la impunidad total que cubre a los Gobernadores rateros. Existe toda una romería de ellos. En realidad no podríamos nombrar a un solo Gobernador que no haya robado. Todos tienen las manos manchadas de corrupción.
Y es que el PRI de Peña Nieto se ha convertido en una guarida donde caben todos, sin importar el partido. Desde Humberto Moreria, pasando por Roberto Borge, Yarrington, Rodrigo Medina, César Duarte, Carlos Romero Deschamps, Raúl y Carlos Salinas de Gortari, Arturo Montiel, Fidel Herrera, Jorge Emilio González Martínez, Carlos Hank Rhon, Rosario Robles, Genaro García Luna, Ángel Aguirre, Alejandra Sota, Andrés Granier, Guillermo Padrés, Luis Armando Reynoso, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa…. Y un largo etcétera.
A todos ellos les cubre el manto de impunidad priísta porque asistimos a la priisanización de los partidos. Todos son una mala copia corrupta del PRI. Y lo que verdaderamente importa es a ver quién roba más y quien goza de más impunidad.
Por lo pronto, la pantomima llamada Javier Duarte esta cubierta. El Gobernador con licencia dijo que dejaba el cargo por “amor” a Veracruz y para limpiar la “honorabilidad” de él y su familia corrupta utilizada como sus prestanombres para saquear del erario miles de millones de pesos.
No sabemos con exactitud cuanto dinero ha robado Duarte, pero la cifra puede superar los 50 mil millones de pesos. Tampoco sabemos si finalmente será enjuiciado, aunque todo indica que este vodevil va rumbo al 2018.
Duarte puede ser la tumba o la tabla salvavidas del PRI. Todo dependerá de cuánto dinero repartió a las arcas del partido y a los de arriba. Si la mancha de la corrupción se extiende a nivel federal, difícilmente la PGR actuará contra él y los suyos.
El Gobernador con licencia parece tener bien agarrados a los demás. La licencia que le otorgaron es una burla al estado de derecho, a la democracia a los veracruzanos. Y es también, una vergüenza para la procuradora Arely Gómez.
Pero dejémosles regodearse en el excremento de su sistema político y de justicia. Reflexionemos sobre este atroz panorama democrático entre comillas. ¿Qué vamos a hacer como sociedad civil para detener a estos hampones disfrazados de políticos? ¿Cómo vamos a retomar las riendas de nuestro país?
El desgobierno es tal, que a México le cuesta la lucha contra la corrupción el 9 por ciento del Producto Interno Bruto, es decir, 1 billón 602 mil 986 millones 130 mil pesos, según cifras del Banco de México, más todos los billones que se roban.
Como sigan así nos dejarán sin país. Si estos señores siguen en el poder: PRI, PAN, PRD, PVEM, PANAL… y todas las siglas habidas y por haber, se van a acabar a México al ritmo del nacimiento de más millones de pobres.
El simulacro de justicia ya no lo creemos. Ni siquiera el del panista ex Gobernador corrupto Guillermo Padrés, investigado por evasión fiscal y por la procedencia presuntamente ilícita de sus 450 caballos pura sangre valuados en más de 100 millones de pesos. De verdad, no tienen llenadera. Qué manera más ruin y mezquina de enriquecerse a costa del dinero de todos los mexicanos, qué patética forma de hacerse “ricos”.
Y el Gobernador con licencia Javier Duarte no está solo en su entramado corruptor. Lo acompañan: Arturo Bermúdez Zurita, ex Secretario de Seguridad Pública, Luis Ángel Bravo Contreras, Fiscal General de Veracruz; Flavino Ríos Alvarado, Gobernador interino, Amadeo Flores Espinosa, ex Fiscal y muchos políticos más de Veracruz y del gobierno federal.
La cloaca Javier Duarte apesta. Está llena de honorables personas, todos ellos ciudadanos que “aman” a México y buscan limpiar su honorabilidad. Ellas y ellos, gente decente, personas entregadas a la causa más noble: empobrecer aún más a México y a los mexicanos. Esta alcantarilla poco a poco quedará vacía. La PGR les dará protección para que huyan y gocen sus millones robados. Otros ni siquiera serán tocados con el pétalo de una investigación. Así las cosas.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: SANJUANA MARTÍNEZ.
LINK: http://www.sinembargo.mx/17-10-2016/3104731