La Cámara de Diputados decidió elevar la deuda pública más allá de los límites propuestos por el gobierno federal, al aprobar para el próximo año una Ley de Ingresos que incrementa el endeudamiento a 525 mil 746.4 millones de pesos, de acuerdo con el dictamen avalado la madrugada del viernes. Esa cantidad supera en 5 mil 393.2 millones la propuesta hecha por la Secretaría de Hacienda en septiembre pasado, cuando entregó el paquete económico.
La decisión de los diputados ocurre en un momento en que el crecimiento de la deuda pública, que este año llegará a 50.4 por ciento del producto interno bruto (PIB), ha sido considerado por el Banco de México uno de los factores de vulnerabilidad de la economía y también después de que calificadoras financieras alertaron sobre una eventual baja en la nota de solvencia del país por el aumento de los pasivos a cargo del gobierno.
Junto con el incremento de la deuda, los diputados aprobaron liberalizar el precio de la gasolina a partir de enero, medida considerada inflacionaria por analistas.
En la madrugada del viernes la Cámara de Diputados votó la Ley de Ingresos de la Federación para 2017, documento que recoge todos los rubros por los que el gobierno se hará de recursos el próximo año, incluida la contratación de deuda. Antes del 30 de octubre, el dictamen debe ser aprobado por el Senado.
Los diputados decidieron: aumentar en 42 centavos el tipo de cambio previsto en la iniciativa del Ejecutivo, para ubicarlo en 18.62 pesos por dólar, y elevar en 19 mil barriles diarios, a un promedio de un millón 947 mil barriles por día, la plataforma de producción de petróleo, de acuerdo con el dictamen aprobado.
Al mover la cotización de la moneda nacional, el gobierno recibiría más pesos por los dólares que recibe de la exportación de crudo.
En la Encuesta CitiBanamex de expectativas económicas, publicada este viernes, los especialistas anticipan un tipo de cambio de 18.45 pesos por dólar el próximo año, inferior al considerado por los diputados.
La plataforma de producción de petróleo estimada por los diputados es superior a las previsiones que existen para el próximo año, de acuerdo con analistas.
“La Secretaría de Hacienda estimó –en la elaboración del paquete económico– que la producción de petróleo podría observar una baja adicional en 2017 y ubicarse en el nivel de un millón 928 mil barriles diarios (promedio anual). Ello implicaría una caída de 11.3 por ciento respecto de lo observado durante el periodo de enero a octubre de 2016”, recordó este viernes Rafael Camarena, analista de Santander.
Adicionalmente, en el dictamen de Ley de Ingresos, los diputados decidieron que el endeudamiento interno del gobierno sea el próximo año de 525 mil 746.4 millones de pesos, monto equivalente a 2.8 por ciento del producto interno bruto (PIB). Esta es una cantidad superior en 5 mil 393.2 millones de pesos a la propuesta por el Ejecutivo en el paquete económico entregado al Congreso el 8 de septiembre pasado, explicó la firma calificadora de inversiones HR Ratings. La mayor deuda es resultado de los apoyos que se destinarán a Petróleos Mexicanos y a la Comisión Federal de Electricidad para reducir su déficit, explicó la firma especializada.
Efecto inflacionario
La liberalización de los precios de la gasolina para 2017 aprobada por los diputados se posiciona como uno de los riesgos para la inflación, comentó este viernes Mariana Ramírez, analista de Ve por Más. Como contrapeso, añadió, se encuentra la posible reducción del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) a la gasolina, que podría disminuir hasta en 99 centavos por litro la Magna y en 84 centavos la Premium, añadió.
La liberalización de precios de la gasolina traerá presión sobre la inflación, una vez que las bandas de fluctuación vigentes hasta ahora sean eliminadas –como aprobaron los diputados–, de acuerdo con un análisis de Ve por Más.
La medida ocurrirá en un momento en que la economía enfrenta presiones inflacionarias, derivadas de la depreciación del peso frente al dólar, como han advertido el Banco de México y analistas privados.
Para el cierre de 2017, el pronóstico apunta a un mayor traspaso cambiario a los precios, que llevará la inflación a 3.4 por ciento en el año, superior al 3 por ciento previsto para 2016, añadió.
El control de la inflación y la reducción de la deuda pública como porcentaje del PIB son dos factores relevantes para la calificación de las obligaciones emitidas por el país, que de ser modificadas a la baja encarecerían el costo del endeudamiento.
“Este tema –el de la inflación y el control fiscal– es importante para la calificación de la deuda soberana de México, donde las principales agencias calificadoras han señalado recientemente la fragilidad fiscal, la que también ha explicado la depreciación del peso. En este sentido, será relevante ver que el Congreso apruebe un presupuesto acorde con un superávit fiscal primario, ya que de no ser así, en un entorno de menor crecimiento económico, la presión de las calificadoras de riesgo sobre la deuda soberana de México aumentaría, lo que podría llevar a un entorno de volatilidad en el tipo de cambio, y por consiguiente presiones para que el Banco de México nuevamente aumente su tasa en la reunión de mediados de diciembre”, consideró Salvador Orozco, analista de Santander.
Petróleo y situación fiscal afectan al peso
La percepción de que México enfrenta una débil situación fiscal, así como las difíciles condiciones financieras de Petróleos Mexicanos, está entre las causas de que el peso se haya convertido este año en la moneda de países emergentes con mayor depreciación frente al dólar, advirtió Manuel Sánchez González, subgobernador del Banco de México.
Desde enero del año pasado el peso acumula una depreciación de 28 por ciento, mientras la depreciación promedio de una canasta de monedas de 10 países emergentes ha sido de 13 por ciento, de acuerdo con el subgobernador Sánchez, según la presentación de una plática que ofreció en Londres y que fue publicada por el banco central en su página electrónica.
Fuente: La Jornada
Autor: Roberto González Amador
http://www.jornada.unam.mx/2016/10/22/economia/017n1eco