Por falta de pruebas asesino de una mujer transexual quedó libre; sus compañeras inician campaña en change.org para que la PGJDF revise el caso.
Paola, una mujer transexual de 25 años, originaria de Campeche, era trabajadora sexual y llevaba más de 8 años viviendo en la Ciudad de México.
El pasado viernes 30 de septiembre Arturo la contrató y minutos después la asesinó.
El agresor preguntó a otras mujeres por su servicio, pero ellas se negaron porque conducía su automóvil con los pantalones hasta las rodillas.
Paola fue la única que aceptó ir con él; subió al auto y unos metros adelante comenzó a llamar a sus compañeras con gritos de auxilio.
Al escuchar los gritos, Kenya Cuevas compañera de Paola acudió a ver qué pasaba y al estar cerca de la ventanilla del copiloto del auto escuchó dos detonaciones.
“Cuando oigo los impactos, inmediatamente me asomo y veo cómo este tipo avienta a Paola hacia un costado, ella ya estaba toda desgüanzada’”, cuenta.
Paola murió a consecuencia de los disparos frente a sus compañeras en la esquina de Insurgentes Norte y Puente de Alvarado.
Kenya grabó un video donde aparece Paola agonizando tras recibir los disparos, en tanto el agresor era detenido por policías que llegaron después del ataque.
Cuarenta y ocho horas después el Ministerio Público, quien escuchó los testimonios de tres compañeras de la víctima, determinó que se trató de un homicidio calificado y Arturo fue trasladado al Reclusorio Norte, para tener una audiencia y determinar su estatus jurídico.
Asesinato impune
La audiencia se celebró. A ella acudió Kenya con un grupo de mujeres trans; sin embargo, un abogado le pidió a Kenya que se retirara, “porque podía contaminar” la audiencia con su declaración.
Media hora después el agresor de Paola fue liberado por el Ministerio Público; el impartidor de justicia determinó que no había suficientes elementos para determinar que había sido él quien disparó el arma.
El acusado declaró que Paola intentó asaltarlo, que forcejearon con el arma y que ella misma se disparó, que no era su intención matarla.
Desesperada, Kenya regresó al Ministerio Público y exigió que le entreguen el cuerpo de su compañera Paola.
El cuerpo fue entregado y Kenya, y junto con otras compañeras transexuales, organizaron el funeral, porque la familia de Paola no acudió, debido a que nunca estuvieron de acuerdo con su identidad sexual ni con su oficio.
Después del velorio, cuando se dirigieron al panteón para enterrar a Paola, Kenya pidió que desviaran la carroza y el camión en el que se transportaban los asistentes del entierro para manifestarse en el lugar en el que su compañera fue asesinada.
“Pensé, si no hago ruido esto se va a quedar en un expediente más, a mí me van a traer vuelta y vuelta y voy a estar temerosa de mi vida. Por eso decidí hacerlo público y mostrar que mi amiga también se manifestó, en cuerpo presente”, relató Kenya.
Crímenes contra comunidad LGBT en México
En el informe “Violencia contra Personas Lesbianas, Gay, Bisexuales, Trans e Intersex en América, Presentado por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos en noviembre de 2015, explican que en muchos países de la región los asesinatos de las personas pertenecientes a la comunidad LGBT no se denuncian debido a los altos niveles de prejuicio y hostilidad contra las orientaciones sexuales e identidades de género no normativas.
Además cuando se denuncia el delito, la información sobre la orientación sexual o la identidad de género de la víctima es generalmente ocultada o pasada por alto.
Por ello se estima que las estadísticas disponibles acerca de asesinatos contra personas LGBT podrían reflejar sólo un tercio de los delitos que en realidad se cometen.
En México, tal como documenta la organización Letra S, desde 1995 se han asesinado a mil 310 personas LGBT: 1021 hombres, 265 personas trans y 24 mujeres.
El promedio de homicidios en los últimos 10 años es de 71.1 casos al año.
Los lugares donde se han cometido más asesinatos contra personas trans en México son la Ciudad de México (36), Estado de México (22), Chihuahua (20), Veracruz (19), Nuevo León (17), Puebla (15), Guerrero (15), Michoacán (14), Jalisco (11) y Sinaloa (10), según los datos de Letra S.
“Ya estamos hartas, porque dicen que nunca nos pasa nada, cuando las agresiones son algo cotidiano. Día con día luchamos una batalla constante contra la sociedad”, dijo Kenya Cuevas.
A partir de lo sucedido con Paola, explicó, están comenzando a pensar en generar mecanismos de protección para ella y sus compañeras, como un registro con sus nombres y teléfonos de familiares, para poder comunicarse con ellos en casos de emergencia, así como chats colectivos, en donde puedan avisar cuando hayan personas o automóviles sospechosos en la zona donde trabajan.
“Esto no se va a quedar así, si no hay respuesta de las autoridades vamos a protestar y a convocar a las compañeras trans de todo el país para que se manifiesten”, concluyó Kenya, quien tras la liberación del agresor de su amiga inició una petición en la plataforma change.org en donde piden a la PGJDF la revisión del caso de manera pronta, expedita, libre de estigma y discriminación.
Exigen que el ministerio público subsane los errores cometidos en la presentación del caso y fortalezca sus argumentos a fin de que no quede duda sobre lo sucedido y sobre la responsabilidad del imputado.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ERENDIRA AQUINO.
LINK: http://www.animalpolitico.com/2016/10/paola-trans-asesinada-trabajadora-sexual/