CIUDAD DE MÉXICO: ¿Por qué el dueño de Televisa, Emilio Azcárraga, no exhibe la cifra del cheque o el paquete de billetes que de su bolsillo o de su empresa entrega anualmente al Teletón? ¿Por qué Bernardo Gómez, José Bastón y Alonso de Angoitia, que con él se hacen llamar “Los cuatro fantásticos”, no muestran también anualmente el monto económico de su generosidad?
¿Por qué los conductores Joaquín López Dóriga, Carlos Loret de Mola, Adela Micha y sus discípulos de Televisa, TV Azteca, Grupo Imagen y otros medios no transparentan la dimensión de su altruismo con cargo a sus recursos? ¿Por qué todos los locutores y faranduleros ocultan lo que donan?
No informan todos quizá por pudor o porque, simplemente, no aportan ni un centavo. No están obligados, pero exhiben por lo menos una inmensa hipocresía.
¿Por qué las grandes empresas anunciantes no hacen público lo que destinan al Teletón? ¿Por qué los bancos y en general las instituciones financieras no transparentan los recursos que destinan a ese proyecto para ayudar a los niños con capacidades diferentes? También porque no donan ni un peso o, si lo hacen, es sólo para deducir, eludir o evadir impuestos.
Otra vez, la simulación o las trampas tan características de la élite de México. La caravana con sombrero ajeno.
El objetivo del Teletón, si nació bueno, se ha corrompido:
¿Por qué Azcárraga y el director del Teletón, Fernando Landeros, avalan la coacción que se ejerce sobre servidores públicos para que les sean descontados de sus percepciones económicas cuotas “voluntarias”, como se acreditó que se hace en Pemex? ¿Por qué las autoridades solapan que se obligue al personal a vender boletos de 600, 800 y mil 500 pesos para conciertos?
¿Por qué Azcárraga y sus empleados promueven o convalidan que gobernadores fantoches como el priista Alejandro Moreno Cárdenas, cuyo lema en Campeche es “Crecer en Grande”, extorsionen a sus empleados y les arrebaten el dinero de sus familias?
¿Por qué, siendo un proyecto eminentemente privado, el Teletón chupa cada vez más recursos públicos? Cada año, en la madrugada, desfilan los gobernantes que regalan a Televisa el dinero que le escamotean a sus gobernados.
Los políticos se pavonean con los recursos que entregan al Teletón y, con dinero que no es suyo, compran impunidad, proyección o, también, no son capaces de resistir la sugerente extorsión desde el poder mediático: “Cooperas o cuello”. Ejemplos hay muchos.
Un día antes de la entrevista en Televisa con Carlos Loret, la última antes de darse a la fuga, el fugitivo exgobernador Javier Duarte anunció que serían transferidos 100 millones de pesos para el mantenimiento del Centro de Rehabilitación Integral Teletón (CRIT) de Poza Rica.
En Chihuahua, otro estado saqueado como Veracruz, el exgobernador César Duarte también se sumó al desvío de recursos públicos para el proyecto del Teletón: Sólo en 2013 donó 2 millones 350 mil pesos.
El priista Fausto Vallejo, exgobernador de Michoacán, es el que más dinero había dado al Teletón: En 2012 regaló 27 millones de pesos del dinero de los michoacanos.
Querétaro superó a Michoacán: El exgobernador José Calzada Rovirosa, secretario de Agricultura y aspirante presidencial, emitió un decreto para que el gobierno estatal entregue cada año al Teletón 86 millones 810 mil pesos durante al menos una década. Con su sucesor panista, Francisco Domínguez, el dinero fluye.
Otro exgobernador, el perredista Ángel Aguirre Rivero, hizo lo mismo: Mediante decreto se entrega anualmente al Teletón, a partir de 2011, 39 millones de pesos, aunque la cifra ha ido aumentando cada año. Para 2017 se entregarán 47 millones y ya se han acumulado 170 millones de pesos.
Apenas este fin de semana el muy panista gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez, regaló al Teletón 16 millones de pesos a nombre “de todos los guanajuatenses”. También panista, el flamante gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval, regaló 20 millones del erario estatal.
Dudo que alguien se oponga a la labor que desarrolla la Fundación Teletón, sobre todo si es una auténtica iniciativa del sector privado, pero el punto es que no sabemos si sus propios promotores –Azcárraga y Landeros– practican el altruismo del que se ufanan y, sobre todo, que depende, cada vez más, de los recursos públicos que se escamotean a la sociedad.
¿Quieren que el Teletón viva pegado a la ubre del erario? Bonito sector privado…
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ÁLVARO DELGADO.
LINK: http://www.proceso.com.mx/466072/teleton-nacio-bueno-se-corrompio