Gerber Estuardo habló con su madre por última vez en noviembre de 2010. Le dijo que estaba en Veracruz y que al día siguiente continuaría su camino hacia EU. Días después fue detenido y desde entonces no se sabe de él.
La última vez que Irma Yolanda Pérez tuvo noticias de su hijo Gerber Estuardo fue a finales de noviembre de 2010. Por teléfono, el joven, originario de Guatemala, le dijo a su madre que estaba en Veracruz y que a la mañana siguiente continuaría con su camino hacia Estados Unidos.
Los primeros días de diciembre de ese año, Irma Yolanda se enteró por televisión que su hijo estaba en riesgo. En el programa “Primer Impacto” se dio la noticia de la detención de un grupo de migrantes, en cuyas imágenes se observaba a la persona que guiaba a su hijo y dos conocidos que viajaban con él.
“Días después los familiares de esos jóvenes me contactaron para confirmar que era verdad la detención”, pero no tenían noticias sobre Gerber Estuardo. El muchacho, padre de un niño de ese entonces 9 años, se encontraba en calidad de desaparecido.
Este año, Irma Yolanda vino por primera vez a México como parte de la Caravana de Madres Centroamericanas, en busca de sus hijos migrantes desaparecidos.
Como ocurre con muchos casos, la madre interpuso una denuncia ante la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) e instancias defensoras de los derechos humanos “pero en tres años no ha pasado nada”.
Las peligrosas rutas de los migrantes
En el marco de los 10 años de la guerra contra el narco en México, las madres centroamericanas son conscientes del incremento de violencia en las diferentes rutas por donde transitan los migrantes en su trayecto hacia Estados Unidos.
Saben por ejemplo que la ruta del golfo o la ruta del pacífico son corredores de trasiego de drogas y robo de combustible y es por allí que los migrantes se ven obligado a transitar, por lo cual sufren todo tipo de vejaciones.
Se enfrentan también con personas preparadas para matar y eso vuelve mucho más peligroso su camino. No sólo eso. Son conscientes de la existencia de autoridades infiltradas en el crimen organizado, por lo cual su situación es más vulnerable.
Este año, por ejemplo, la caravana envió por primera vez a un comité de madres a Tamaulipas, donde interpusieron una denuncia formal sobre la desaparición de un migrante.
Irma Yolanda reconoce que fueron a Tamaulipas como mucho miedo, “sabíamos de las atrocidades que les hacen a los migrantes en esa zona…donde las autoridades hacen como que buscan pero no hacen nada, dejan todo engavetado”.
“Nosotras haremos todo lo posible junto con el movimiento migrante para que las denuncias no queden engavetadas. Los migrantes no son malos, ellos salen de sus países para sacar adelante a sus familias o porque los lugares de donde salen hay mucha violencia y no se puede vivir más allí”.
Irma Yolanda asegura que no descansará hasta encontrar a Gerber Estuardo, cuyo hijo que está por cumplir 13 años y pretende emigrar a México o Estados Unidos en busca de su padre.
“Quiero convencerlo de lo contrario. Sé que por alguno de los medios de comunicación, de las caminatas, de las consignas y las peticiones que estamos haciendo ante las instancias de gobierno, mi hijo o alguien que lo conozca le dirá que su madre lo anda buscando”, confía Irma Yolanda.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: CONSUELO MORALES PEGAZA.
LINK: http://www.animalpolitico.com/2016/12/madre-hijo-desaparecido/