Un tuit de Trump ha bastado para sacudir al peso mexicano y sacar inversiones de compañías automotrices de México. Una palabra del magnate y México tiembla. Mientras, Enrique Peña Nieto, Presidente de la República, así como su Gabinete, mantienen una actitud de “avestruz”: observan “pasmados” la crisis social y económica que se desborda en las calles de todo el país, agregaron politólogos, internacionalistas y políticos.
“El Gobierno no alcanza a dimensionar la realidad de la posición geoestratégica de México. No tienen un plan claro para dar respuesta ni siquiera a lo que Trump va a proponer, mucho menos una alternativa a Estados Unidos”, dijo Tony Payán, director del Centro de Estudios sobre México del Baker Institute for Public Policy de la Universidad de Rice, en Estados Unidos.
Desde que se conoció el resultado de las elecciones de Estados Unidos, los empresarios le han pedido al Gobierno mexicano un plan para enfrentar las amenazas de Donald Trump en materia económica, sobre todo en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) del cual dependen inversiones nuevas y muchas ya en marcha en el país.
Sin embargo, la respuesta de Peña Nieto había sido nula hasta hace apenas unos días, cuando al volver de sus vacaciones, anunció que colocaría a Luis Videgaray Caso al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Una decisión cuestionada por varios sectores, sobre todo porque fue precisamente el ex Secretario de Hacienda y Crédito Público quien invitó a Trump a México cuando era candidato, lo que le valió al magnate subir su puntaje en las encuestas previas a la elección.
“La actitud del Gobierno mexicano es casi ‘pégame pero no me dejes’. Me parece que se muestra demasiado conciliadora y servil, pero considero que no existe en este momento en México una clase de hombres de Estado y de estrategas que puedan comenzar a tomar medidas serias en política monetaria, económica, diplomática con otras naciones para reducir la importancia de la relación de Estados Unidos”, aclaró Payán.
La incertidumbre que provocan las amenazas y la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca mantienen a la industria maquiladora y manufacturera de exportación paralizadas, mientras que la fuga de inversiones continúa.
Ayer la automotriz General Motors anunció nuevas inversiones en Estados Unidos por mil millones de dólares y el traslado de parte de su producción a Estados Unidos desde México.
La automotriz informó en un comunicado que trasladará la producción de ejes para la nueva generación de sus camionetas a Michigan, incluyendo trabajos previamente realizados en México. La medida implicará sacar 100 puestos de México hacia Estados Unidos, país donde creará 450 empleos.
Los industriales del norte del país prevén que varias inversiones se detengan, al menos durante el primer semestre de 2017.
La agencia Efe publicó que las maquiladoras de Ciudad Juárez han entrado en un “paro técnico”, con inversiones detenidas “hasta nuevo aviso” ante el arribo de Trump a la Casa Blanca.
“Desde que empezó la campaña de Donald Trump no hubo un pronunciamiento agresivo de México para contrarrestar su discurso. No declarar la guerra, sino posicionar a México y presentar otra cara de país a la que Trump estaba dibujando. Desde ahí hubo una respuesta tímida que se sigue viendo ya una vez electo. No hay una respuesta contundente, sólo reactivas: Trump dice que construirá el muro, el Presidente de México dice que no lo va a pagar”, consideró Ivonne Acuña Murillo, académica del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana (UIA).Lorenzo Meyer Cossío, historiador y politólogo de El Colegio de México (Colmex), dijo que Peña Nieto poco puede hacer ante las decisiones de Donald Trump, pues su Gobierno está desgastado.
“Honestamente, ¿qué puede hacer? Lo pregunto en serio. Es un Gobierno ya sin mucha legitimidad, que no esperaba esto. Que se propuso con las reformas estructurales ahondar en su relación con Estados Unidos. Peña no tiene ni idea de qué hacer, y pocos mexicanos tampoco. En el mediano plazo, volver al marcado interno, hacer reformas realmente estructurales para que vuelva a revivir ese merado”, explicó el historiador.
Meyer Cossío agregó que Peña Nieto está “metido en un dilema”, pues no puede reaccionar fuerte contra Trump, porque el magnate reaccionará peor.
“Y no puede ponerse de tapete porque a Trump no le interesa, es decir, México no puede pagar el muro porque eso sería peor que una colonia. Es como si al esclavo le dijeran: ‘abre la tumba en la que te voy a enterrar ahora que te dé un disparo’. Si no lo paga lo pone en tensión inmediata con Trump. Queda un proyecto de reestructuración de la economía, de las ligas internacionales de México y de la visión del marcado interno, pero ya es el final de Peña y no tiene fuerza”, dijo.
PEÑA ESPERA QUE TRUMP CAMBIE DE OPINIÓN
Para José Antonio Crespo Mendoza, politólogo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Peña Nieto está esperando que Trump, una vez sentado en la silla presidencial, cambie de opinión. Ese es su plan A.
“Están esperando que se sienten los equipos para ver qué quiere hacer, si lo pueden convencer o no. Darle los elementos de lo que México puede ofrecer o del costo que tendría para Estados Unidos quitar el TLC, pero están esperando. Esa es la estrategia: sentarse a platicar con él civilizadamente de entrada y confiando en que en Estados Unidos se van a movilizar grupos, fuerzas, empresarios que también se benefician del libre comercio, y que Trump no podrá llevar a cabo lo que ha dicho que hará”, detalló.
En caso de que este plan fracase, explicó Crespo, habrá que echar mano de un plan B, que hasta el momento se desconoce si el Gobierno federal lo tiene o no.
“No sé si tienen un plan B en caso de que eso no funcione, porque están muy convencidos en que se hará. Que los costos para Estados Unidos también pueden ser muy elevados […], si no se hace nada nos vamos a quedar en la parálisis, no sé qué pasaría si ese esquema no funciona”, agregó.
Aunque Peña Nieto tiene esperanzas de que Trump cambio de opinión respecto a México, Tony Payán no da el beneficio de la duda.
“La realidad política no ha sido claramente entendida en México. La realidad es de un nacionalismo económico de Estados Unidos en donde el Presidente electo Trump, a partir de la semana que entra, va a implementar una serie de políticas muy claras. Yo creo que el Tratado de Libre Comercio es insalvable, se va a renegociar en términos más favorables para Estados Unidos”, dijo.
Trump “no se echará para atrás” debido a que México es el quinto socio comercial de Estados Unidos, y representa apenas una octava parte de su comercio exterior.
“Estados Unidos puede prescindir mañana de la mayor parte del comercio con México y no le afecta, mientras que en México habrá una afectación muy amplia por la relación de dependencia que se ha tratado de ocultar llamándole interdependencia. Para México sería una recesión de grandes proporciones que no se ha visto en mucho tiempo”, explicó.
El Gobierno mexicano intenta armar un “equipo de respuesta” al nuevo presidente del vecino del norte, pero “Trump no escucha a nadie”, afirmó Payán.
“EL GOBIENRO ESTÁ PASMADO”: OPOSICIÓN
Líderes de oposición agregaron que el Gobierno de Peña Nieto está “pasmado” y se mantiene como una avestruz, con la cabeza agachada.
Beatriz Mojica Morga, secretaria general del Partido de la Revolución Democrática (PRD), exigió al Gobierno federal ser más firme en sus decisiones respecto a la relación del país con Estados Unidos.
“Esperamos que el Presidente de la República y el Secretario de Relaciones Exteriores enfrenten cara a cara a Donald Trump; que exijan garantías para México. Exigimos que pueda sancionar a empresas que tenían inversiones aquí y regresen, así como están siendo amenazadas allá, es importante que se sancionen aquí. No es agachando la cabeza como se van a resolver los problemas, sino hablando con respeto, pero con firmeza”, dijo la perredista.
Mojica Morga afirmó que el “Gobierno está pasmado, en lugar de hacer voz firme y acciones claras” ante las amenazas de Donald Trump.
Jorge López Martín, Diputado federal del Partido Acción Nacional (PAN), coincidió con la perredista y agregó que el “Gobierno ha asumido la actitud de la ostra, encerrado en su realidad”.
“No hemos conocido la estrategia que nos pueda dar tranquilidad y mucho menos poder mostrar una ruta que pueda contener una ola de falta de inversión o peor aún, el retiro de la producción, y con ello que perjudique e impacte directamente a la mano de obra que genera esta industria en nuestro país. Esta actitud de avestruz de Enrique Peña Nieto y de su Gabinete económico, es una muestra más de la falta de sensibilidad y la irresponsabilidad con la que se ha desempeñado este Gobierno”, acusó.
López Martin opinó que la pasividad del Gobierno federal es inexplicable, pues no tiene estrategias claras ni un mapa de ruta en materia económica, política y social del país.
“El PAN hace esta rigurosa exigencia al Gobierno federal para que pueda presentar de manera urgente e inmediata una estrategia, porque es fundamental poder revertir lo que ha impactado en la industria”, dijo.
Cuitláhuac García Jiménez, Diputado federal del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), opinó que el Gobierno mexicano ha sido “servil a los intereses de los norteamericanos”.
“Nosotros no podemos decidir al interior de Estados Unidos, pero sí al interior de México y generar proyectos de desarrollo”, indicó.
El legislador explicó que Peña Nieto se equivocó al anunciar el incremento del precio de los energéticos y por el contrario, debió enfocarse en reactivar el mercado interno y destinar los excedentes de cada año al gasto social.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: SHAILA ROSAGEL.
LINK: http://www.sinembargo.mx/18-01-2017/3137375