Tiene derecho a ellas como cualquier trabajador. Pero las vacaciones del Presidente Enrique Peña Nieto casi siempre han coincidido con crisis sociales o tragedias, como la desaparición de los 43 normalistas o la explosión de la Torre B2 de Pemex. Y ello ha contribuido a hundir ese índice de aceptación de su Gobierno que desde 2013 no ha repuntado. Las que tomó en diciembre pasado transcurrieron mientras la población reclamaba el súbito aumento en el precio de las gasolinas. ¿En qué formato pide vacaciones el Primer Mandatario? ¿Se asesora? ¿Sabe cuándo es el momento adecuado para irse a descansar? La Presidencia de la República declaró “inexistente” cualquier documento al respecto de 2012, 2013 y 2014.
Hasta ahora, el Presidente Enrique Peña Nieto ha disfrutado de sus vacaciones sin secretos. Algunos fotoperiodistas han logrado captarlo en la playa, al lado de su familia o en campos de golf. De hecho, ha posado de manera deliberada sobre la arena.
Punta Mita, Nayarit y Mazatlán, Sinaloa, han sido sus destinos. Es el Jefe del Ejecutivo y como cualquier trabajador merece descanso. De hecho, los Mandatarios que lo antecedieron convirtieron sus destinos favoritos para descansar de zonas perdidas en la geografía mexicana en puntos de inversión.
Pero en el caso de Enrique Peña Nieto, casi siempre, sus ausencias o periodos vacacionales han coincidido con una crisis en el país. Si en el futuro, alguien se propusiera conocer en qué formato, circunstancias y asesorado por quién el Primer Mandatario con el índice más bajo de aprobación de la Historia, se fue de vacaciones, no encontrará nada archivado en Los Pinos. En la Residencia Oficial no ha quedado registro de las solicitudes de Peña Nieto para tomar días de asueto. La Dirección de Recursos Humanos, la instancia que podría contar con estos documentos, declaró “inexistente” cualquier papel de 2012, 2013 y 2014 relacionado con los periodos de descanso del Presidente Enrique Peña Nieto.
Ello, según lo estipulado en el Acta 7ª-SO-2014 en el Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI).
VACACIONES Y CRISIS
La última vez, el pasado diciembre, cuando tomó un periodo de diez días, en México había una crisis. Las vacaciones, Peña Nieto las inició en Mazatlán, Sinaloa, al lado del Gobernador Quirino Ordaz Coppel. Los dos fueron captados con sus palos de golf en un campo del puerto del Pacífico Norte. Mientras, para los mexicanos, los días no transcurrían tan diáfanos. Era diciembre de 2016 y el peso había tocado su nivel más bajo de los últimos veinte años y estaba fresco el anuncio de la Secretaría de Hacienda de un aumento de 20 por ciento en las gasolinas y el Diésel. Pero el Primer Mandatario cumplió a cabalidad el periodo vacacional que días antes, anunció a través de Comunicación Social de la Presidencia.
Algo similar sucedió el viernes 1 de marzo de 2013, cuando el Primer Mandatario se fue para gozar su primer periodo oficial de vacaciones con su familia a Punta Mita, Nayarit. México estaba de luto por una tragedia en la Torre B2 de Petróleos Mexicanos, tragedia que al final tuvo como saldo 33 pérdidas humanas y más de cien heridos. El Presidente regresó y cuando los trabajadores de rescate aún buscaban cuerpos vivos o muertos, él intentó volver a Punta Mita, pero una cascada de críticas en las redes sociales lo detuvieron.
Luego, en la maldita noche del 26 de septiembre de 2014 cuando 43 estudiantes de la Normal Superior Raúl Isidro Burgos desaparecieron en una carretera de Iguala, Guerrero. Los tres meses posteriores, las manifestaciones en todo el país y las brigadas se búsqueda se avivaron. Pero el Presidente no interrumpió por ello sus vacaciones de Navidad. Se le vio a cientos kilómetros de distancia de las protestas que le reclamaban su responsabilidad en la investigación de la desaparición forzosa de los normalistas. Peña Nieto jugaba golf en el centro turístico de Bahía de Banderas, en ese destino que se convirtió en emblema de sus vacaciones: Punta Mita, Nayarit.
De acuerdo con la Secretaría del Trabajo, deben ser disfrutados en forma continua seis días de vacaciones, por lo menos, cuando se cumpla un año de servicio. Pero para el Presidente de la Nación hay un vacío legal. La legislación mexicana no aclara en qué formato debe hacer esta petición, si otro poder debe aprobarlo, como tampoco quién asumirá el control presidencial. La Constitución, en sus artículos 85, estipula que el Presidente de la República puede pedir licencia para separarse del cargo hasta por 60 días naturales, siempre que el Congreso lo autorice. En ese caso, el Secretario de Gobernación asumirá de manera provisional la titularidad del Poder Ejecutivo. Pero en cuanto a vacaciones no hay ninguna precisión.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: LINALOE R. FLORES.
LINK: http://www.sinembargo.mx/09-01-2017/3133573