CIUDAD DE MÉXICO: Agraviados por Donald Trump, los militares mexicanos respondieron justo como el presidente estadunidense quiere: “Abatiendo a narcotraficantes”.
Aunque no es la primera masacre por parte de las fuerzas federales, la muerte de 15 presuntos integrantes del cártel de los hermanos Beltrán Leyva por parte de la Armada de México en la colonia Lindavista de Tepic, Nayarit, la noche del jueves 9, responde a la lógica del escalamiento de “la guerra al narcotráfico” que promueve el nuevo gobierno de Estados Unidos.
La Secretaría de Marina asegura que se trató de un “intercambio de disparos entre Fuerzas Federales y presuntos infractores de la ley”. Los videos difundidos hasta ahora muestran, en efecto, una confrontación en la que los civiles disparan con armas cortas y largas al helicóptero ruso MI-17 de las fuerzas especiales de la Armada.
El helicóptero estaba artillado con una ametralladora M134 Minigun y formaba parte del despliegue de la Operación Barcina emprendida por las fuerzas armadas en contra del narcotráfico en Nayarit.
En la acción murió Juan Francisco Patrón Sánchez, El H2, jefe de la organización delictiva en el lugar y otras 14 personas, entre ellas José Luis Castañeda Barragán, exintegrante del 10º Batallón de Infantería de la Marina, en San Blas, Nayarit, según informó el jueves el reportero Jorge Alejandro Medellín en el blog especializado EstadoMayor.mx
Por lo que informó la Marina, fue un operativo planeado y concertado; es decir, que la matanza estaba en el escenario. En una conferencia de prensa que según la propia Secretaría de Marina (Semar) dio su titular, el almirante Francisco Vidal Soberón Sanz, en el puerto de Tampico, Tamaulipas, el pasado lunes, el mensaje no pudo ser más claro:
“Lo que hizo el helicóptero, exclusivamente, fue demostrarle que sí había con qué”, refiere la información atribuida al almirante. ¿Demostrarle a quién? ¿A los narcotraficantes? ¿A quienes dicen que los militares no pueden controlar a los bad hombres, como dice Trump?
Donald Trump y sus generales quieren profundizar “la guerra del narco” en México y Centroamérica, tomando como referencia el Plan Colombia. Una de las estrategias es un combate más frontal, como el de la Marina en Tepic y el de la Policía Federal en Tanhuato, Michoacán, en 2015.
Una norma como la Ley de Seguridad Interior que buscan los militares justificaría cualquier operación armada, sin importar las ejecuciones sumarias y mucho menos la justicia.
Por eso, las resistencias en el Congreso a darles esa gracia a los militares mexicanos, acostumbrados a no rendir cuentas a nadie. Menos aún si se trata de los vínculos de militares con el narcotráfico.
El precandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador ha puesto en el escenario la posibilidad de declarar el fin de esa guerra en caso de llegar a Los Pinos.
De inmediato, la también aspirante presidencial Margarita Zavala, quien busca prolongar la guerra declarada por su esposo, Felipe Calderón, criticó al líder de Morena porque “la seguridad no admite guiños a delincuentes”.
El fin de la guerra al narco en México tampoco le gusta a los “neo halcones” de Washington.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JORGE CARRASCO ARAIZAGA.
LINK: http://www.proceso.com.mx/474733/la-matanza-nayarit-respuesta-la-marina-a-trump