martes, 14 de febrero de 2017

México tiembla ante Trump por su dependencia a EU y ahora un Plan B, sin TLCAN, es un parto forzado

El divorcio con Estados Unidos será costoso y tardado. En la siguiente década, México cargará sus productos y emprenderá el camino hacia nuevas rutas comerciales con el objetivo de poder colocarlos y bajo el entendido de que no encontrará un cliente de la magnitud del que hoy está por cerrarle sus puertas, que actualmente le compra el 80 por ciento de lo que aquí se produce. En el proceso de ganar independencia del vecino del norte, México se juega la posibilidad de dejar de figurar como uno de los principales líderes de producción y exportación a nivel mundial en el sector manufacturero, alimentario, energético, de enseres domésticos y otros.

Si México hubiera diversificado su mercado de exportaciones en el pasado, su historia hoy sería diferente. Frente a un posible cambio en el mapa del comercio mundial, que se está inclinando hacia el proteccionismo y a los tratados bilaterales, el país deberá tocar puerta por puerta con otros países para negociar y ofrecer los bienes producidos en sectores como la manufactura, la energía o la minería.

México cuenta con una red de 12 Tratados de Libre Comercio con 46 países; 32 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones con 33 países, y nueve acuerdos más en la Asociación Latinoamericana de Integración.

Pero la relación comercial entre México y Estados Unidos, generada gracias al libre flujo por más de dos décadas, vale 1 millón de dólares por minuto, o 580 mil millones de dólares al año. Por lo tanto, la sola posible desaparición del Tratado de Libre Comercio con América Latina (TLCAN) traería consigo toda una serie de retos que tendrán que afrontarse de manera “casi inmediata” para poder sobrevivir a la tormenta económica provocada por la decisión promovida por el Presidente Donald Trump, dijeron economistas.


El TLCAN pende de un hilo. Los analistas consultados coincidieron en que la alternativa para el país es acudir a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y reorientar los destinos del 80 por ciento de exportaciones que actualmente dirige a Estados Unidos.

Sin embargo, detectaron dos problemas principales: los consumidores mexicanos no podrán absorber la demanda de parte de los productos ante el alto nivel de pobreza en el país y, segundo, las naciones que miran a México lo hacen por su mano de obra barata y su función de puente hacia Estados Unidos, su principal objetivo.
El Plan B para las exportaciones de México es una lista de aproximadamente 13 naciones a los que ya le vende productos, pero en porcentajes no mayores al 10 o 20 por ciento, registran cifras de la Secretaría de Economía. Los destinos alternos son: Canadá, China, Japón, Rusia, España, Chile, Singapur, Holanda, India, Italia Colombia, Vietnam y Guatemala.

Mientras se dan los tiempos reglamentarios para que Wilbur Ross, dirigente del Departamento de Comercio de Estados Unidos, y autoridades mexicanas se sienten a revisar el TLCAN, México negocia ya posibles acuerdos de libre comercio con Australia, Brunei, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam, adelantó el Secretario de Economía, Ildelfonso Guajardo.

Pero ninguno de esos países podrá absorber por sí mismo el 80 por ciento de las exportaciones como lo ha hecho Estados Unidos, la primera potencia mundial.

El proceso será largo. Hasta el momento, la alta dependencia comercial con Estados Unidos sólo se ha reducido un 8 por ciento en 17 años, al pasar de un 88.7 por ciento de exportaciones destinadas al vecino del norte a un 81 por ciento en 2017, con base en cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Aunque si se toma en cuenta sólo las cifras de la actual administración, desde el 2013 la tendencia a la baja se revirtió y pasó de 78.6 por ciento a 81 por ciento en 2016.

Durante el tiempo que tardaría la diversificación y en el que se generan políticas públicas para el desarrollo del mercado doméstico, México quedaría inmerso en una fuerte crisis que tendrá un alto costo social. Jesús Amador Díaz, economista de la Universidad Iberoamericana, visualizó: pérdida de inversión extranjera, pérdida de empleos, depreciación del peso y crecimiento de los niveles inflacionarios.
“La no exportación de estos 80 por ciento de productos a territorio norteamericano obligaría a hacer un replanteamiento que puede durar un año, y la economía para entonces estará en muy malas condiciones. La Secretaría de Economía, independientemente de que sea difícil que se concluya el TLCAN, debe tomar medidas, sobre todo, en la orientación a otros mercados como el europeo y japonés”, aseguró.

Ese futuro se sumaría a los problemas existentes en el país antes de Trump, entre ellos, las bajas expectativas de crecimiento económico, la poca generación de empleos, la corrupción y el creciente del número de personas que viven en condiciones de pobreza.

AFRONTAR LO QUE NO SE HIZO

Luis Enrique Zavala Gallegos, director Ejecutivo de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM), aseguró que los artífices del TLCAN “jamás pensaron que fuera a ser denunciado”, porque Estados Unidos se ha beneficiado con grandes empresas exportadoras que están en territorio mexicano y son estadounidenses.

Pero ahora, ante el acta de defunción del acuerdo, Zavala Gallegos pide a la administración actual afrontar lo que no hicieron las pasadas y propone una política industrial para equilibrar las fuentes de crecimiento.
“Esta Presidencia apostó a seguir en el modelo económico de otros regímenes administrativos desde 1982 a la fecha, y le toca afrontar lo que no se planeó en administraciones anteriores priistas y panistas, pero en una situación en la que no disponemos de los recursos suficientes”, dijo.

“En el comercio exterior, México casi no pinta, es muy raquítica nuestra diversificación de las exportaciones. [Por eso] el país debe tener una política industrial para redefinir lo que debemos fomentar, no una agenda competitiva”.

Actualmente, documentó Zavala, el comercio exterior representa el 68 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y según indicadores de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) puede llegar al 70 por ciento.

En este sentido, alertó que la economía informal representa otro 20 por ciento del PIB, lo cual “significa que nuestro mercado interno está muy débil”.

EL PORTAFOLIO MEXICANO

En la década de los ochenta y noventa, después de la crisis que dejó empresas quebradas y desempleo, México se abrió al libre comercio “atendiendo al comportamiento del mercado norteamericano” y descuidando el mercado interno, afirmó el economista Jesús Amador Díaz.

Cuatro sectores, minería, manufactura, energía y comercio, son los que producen la mayoría de los bienes que México exporta.

El mercado interno, por sí mismo, no figura en el Plan B a la hora de diversificar destinos. Para el académico de la Iberoamericana, el mercado mexicano “es estrecho”; no tiene capacidad para absorber todo lo que hoy se está exportando a Estados Unidos, donde el gasto de consumo representa el 61 por ciento de su PIB y eso está muy lejos del consumo sobre PIB en México.

A eso se añade el 50 por ciento de la población en pobreza patrimonial, es decir, millones de personas que tienen poco acceso o no pueden hacer gastos importantes dentro del contexto del mercado.

Zavala Gallegos consideró como otro problema que los países que miran a México, lo ven sólo como el vecino de Estados Unidos, su mercado objetivo.
“Ya están viniendo países de Asia y de Europa, pero no queremos reconocer que aunque son en el marco de otros tratados, al final del día, su objetivo no es el mercado nacional porque es muy pequeño. Su objetivo es producir, manufacturar, dejar algo en territorio nacional y la mayoría encaminarlo, principalmente, a Estados Unidos y Canadá. Estos escenarios no nos ponen en una situación muy favorable”, afirmó.
El director de la ANIERM previó lo mismo para los sectores más competitivos de México: “no hay suficiente dinero, sí hay recursos e infraestructura para responder a un problema, pero las consecuencias de un desacuerdo con Estados Unidos pudieran derivar en algunos sectores. Creemos que la negociación ya empezó, desde la primera visita y la situación de aparente descortesía”.


En México, de sólo once subsectores dependen 2 millones 843 mil 696 empleos directos, sin contar los indirectos que de ellos se derivan.

El año 2015 fue quizá el más complicado para este sector desde hace 11 años, por la baja demanda de China y la caída en los precios de los minerales y metales. Aún así, representó el 8.8 por ciento del PIB industrial y el 3 por ciento del PIB nacional.

El valor de la producción minero-metalúrgica volvió a retroceder, al pasar de 14 mil 820 millones de dólares en 2014 a 13 mil 469 millones de dólares en 2015, reportó el Inegi.

La minería empleó, a diciembre de 2015, directamente a 345 mil trabajadores e indirectamente a 1 millón 725 mil personas, lo que significa que más de 2 millones de familias en nuestro país son beneficiadas por esta industria.

“En el proceso productivo minero no sólo se consideran las fases de extracción, concentración, fundición y refinación del mineral, sino también la etapa de exploración que les antecede. Esta parte del proceso es fundamental en términos económicos, ya que genera empleo, derrama económica e implica montos importantes de inversión”, ha explicado la Secretaría de Economía.
El monto de las ventas al extranjero en la rama minera volvió a descender en 2015 y el sector se situó por debajo de los sectores automotriz, electrónico, petrolero, el envío de remesas y, ahora también, el turismo.

De acuerdo con el Servicio Geológico Mexicano y DGPM con datos del Banco Nacional de Comercio Exterior y del Banco de México, el país exportó 14 mil 579 millones de dólares en 2015, 14.5 por ciento menos que en 2014.

Se exportaron principalmente oro (29.6 por ciento del total de exportaciones), cobre (16.9 por ciento), plata (16.2 por ciento) y plomo (11 por ciento) durante 2015. Estados Unidos es el principal destino de oro y plata mexicana.

El mayor estado productor de cobre en México es Sonora, con un 81.3 por ciento de la producción total. Este valor se conforma, fundamentalmente, por la producción de las minas “Buenavista del Cobre” y “La Caridad” de Grupo México (principales productoras de cobre en el país). También se encuentran en esta entidad las minas “Milpillas” de Industria Peñoles, y Minera Frisco en Cananea.

De acuerdo con la SE, el principal mercado para la exportación de concentrados de cobre en 2015 fue China con 593 mil 700 toneladas, seguido por Japón que adquirió poco más de 32 mil 500 toneladas. Respecto al cobre afinado, en forma de cátodos y secciones de los mismos, se encuentra en primer lugar el mercado de Estados Unidos para las exportaciones con 93 mil toneladas.

El consumo de cobre de China aún presentó una demanda con tendencia al alza, estimándose en un 2.3 por ciento en 2015 (que contrasta con los datos de consumo de años anteriores). Mientras que en América del Norte la demanda de cobre refinado fue, en cierta medida, decepcionante en 2015.

En ese mismo año, México fue el principal productor de plata a nivel mundial, seguido por China y Perú respectivamente.


En el caso de la plata, México exportó durante 2013 2 mil 782 millones 557 mil dólares a Estados Unidos; 60 millones 957 mil dólares a China; 33 millones 612 mil dólares a Canadá; 21 millones 909 mil dólares a Alemania; y 9 millones 715 mil dólares a Suiza.

-ENERGÍA

En el marco de una caída en la producción de barriles y en el precio del oro negro a nivel internacional, el valor de las exportaciones petroleras en 2016 fue de 17 millones 491 dólares, el cinco por ciento de las exportaciones nacionales totales, reportó Petróleos Mexicanos (Pemex). El petróleo crudo generó mil 194 miles de barriles diario y los vendió a Estados Unidos, Europa y al Lejano Oriente.
“Pemex ha comenzado una tendencia de diversificación de exportación de crudo desde 2015. Cada vez, de forma gradual y ritmo lento, destina más a mercados como Europa (refinerías de Italia y Países Bajos) y principalmente a Asia. Los esfuerzos ahí van, pero falta mucho por hacer. China y la India están impulsando la demanda internacional de crudo, donde México encuentra una oportunidad. Lo importante es no solo depender de Nortemérica”, comentó Arturo Carranza, analista energético.

Las exportaciones petroleras, con el TLCAN, se incrementaron un 40 por ciento, al pasar de mil 665 millones de dólares en 1993 a 2 mil 335 millones de dólares en 2016.

La Secretaría de Economía detalla que el 53.2 por ciento de las exportaciones petroleras mexicanas fueron a Estados Unidos durante el primer semestre de 2016.

Pero México también puede mirar hacia Europa gracias al Tratado de Libre Comercio México-Unión Europea (TLCUEM). Las exportaciones petroleras a esa región aumentaron un 346 por ciento al pasar de 202 millones de dólares en 2000 a 903 millones de dólares en 2016, principalmente enviadas a España, Italia, Francia y Países Bajos.

Asimismo, México exporta en petróleo 265 millones de dólares a Corea, 213 millones de dólares a China, 209 millones de dólares a Colombia y 202 millones de dólares a Japón.


Durante el primer semestre de 2016 se exportó a España (13.4 por ciento), Japón (7.9 por ciento), Corea del Sur (6.2 por ciento), India (5.8 por ciento), Italia (3.9 por ciento) y República Dominicana (3 por ciento).

COMERCIO

En lo que respecta a la producción de enseres domésticos, México representa el principal exportador de América Latina y el quinto a nivel mundial, de acuerdo con ProMéxico.

Es el principal exportador de refrigeradores y congeladores con puertas exteriores separadas, el segundo de aires acondicionados y el tercero de lavadoras con capacidad superior a 10 kilos.

En 2016 se estimó una producción de 7 mil 537 millones de dólares y una exportación de más de 11 mil millones de dólares, cuyo principal destino fue Estados Unidos (89.3 por ciento). Pero también encuentra clientes en Canadá (3 por ciento) y Colombia (1.5 por ciento), dicen cifras oficiales.

La oferta mexicana de la industria consiste principalmente en: refrigeradores, lavadoras, aires acondicionados, estufas de gas, licuadoras, lavavajillas y hornos de microondas. Se sugiere, expuso ProMéxico en un estudio sobre el sector, explorar nuevas oportunidades de exportación a Europa y Asia, principalmente en electrodomésticos “premium” en los que los márgenes de utilidad permiten abatir costos de logística.

Nuevo León, Guanajuato, San Luis Potosí, Querétaro, Coahuila y la Ciudad de México concentran la producción de electrodomésticos en casi 300 unidades económicas que emplean a 53 mil personas.

Por las ventajas competitivas del país, especialmente la mano de obra barata, diversas empresas transnacionales han visto a México como uno de sus principales destinos de inversión, lo que ha fomentado la consolidación de la industria. Así destaca México: ofrece un 13.4 por ciento de ahorro en costos de manufactura de componentes metálicos, en comparación con Estados Unidos.

En cuanto a insumos del sector salud, el país exporta equipo médico, prótesis, agentes de diagnóstico, insumos de uso odontológico y veterinario, materiales quirúrgicos y productos higiénicos. Las principales empresas de esta industria son Johnson & Johnson (EU), HealthCare (Reino Unidos), Medtronic (Irlanda) y Baxter (EU).

De acuerdo con el Global Trade Atlas, México es el octavo exportador de dispositivos médicos a nivel mundial y el primero en América Latina. Aunque es el principal proveedor de Estados Unidos, la primera potencia mundial es el primer productor, exportador e importador de estos insumos en el mundo.

De acuerdo con el estudio de ProMéxico, las exportaciones de dispositivos médicos tuvieron un incremento importante en la década de los noventa gracias al TLCAN, que impulsó la inversión de empresas extranjeras.

Por insumo, México es el tercer exportador mundial de agujas tubulares de sutura (75 por ciento de lo que exporta de este sector) y el cuarto mundial tanto de mobiliario como de aparatos de medicina, cirugía odontología o veterinaria.

A Estados Unidos, el principal cliente, se le vendió 7 mil 781 millones de dólares (92 por ciento). Los planes B son Irlanda 185 millones de dólares (2.2 por ciento), a Francia 128 millones de dólares (1.5 por ciento), a Bélgica 77 millones (0.9 por ciento) y a Holanda 54 millones (0.6 por ciento).

De las más de 600 empresas que exportan desde México, Medtronic (Irlanda) y Greatbatch en Baja California, así como Cordis y Arrow en Chihuahua son las principales. Bard y Medline en Tamaulipas es la tercera más importante.

La rama de autopartes, por su parte, emplea a 700 mil personas, según el Inegi, y 90 de las 100 principales de empresas de autopartes están en México, el principal proveedor de Estados Unidos y el sexto productor a nivel mundial.

En 2016, las ventas mexicanas de autopartes a Estados Unidos sumaron 55 mil 838 millones de dólares, un 136 por ciento más que las exportaciones de autos terminados, que fue de 23 mil 671 millones, de acuerdo con el Departamento de Comercio de ese país.

Así, México se consolidó como el principal vendedor de autopartes al vecino país, al proveerle 37.8 por ciento de ellas, y en segundo lugar China, con 11.9 por ciento del abasto.

De acuerdo con la Industria Nacional de Autopartes (INA), este sector registra un crecimiento de entre 5 y 6 por ciento, pero siempre bajo la sombra de las deficiencias en las cadenas de suministros y la inversión, ya que las empresas del sector destinan solamente 0.3 por ciento a desarrollo y tecnología de la manufactura.

Según ProMéxico, a nivel nacional existen 2 mil 500 unidades económicas de la industria de autopartes de los tres niveles de producción a lo largo de todo el país.


Esa misma unidad exhortó a la industria a mirar hacia Latinoamérica, en específico Argentina y Brasil.

MANUFACTURA

Del sector manufactura, incluyendo la industria estrella, la automotriz, sale la mayoría de las exportaciones mexicanas.

En el sector alimentario se trabajan 719 mil 092 horas al mes. Engloba la elaboración de alimentos para animales, molienda de granos y de semillas y obtención de aceites y grasas, elaboración de azúcares, conservación de alimentos, elaboración de productos lácteos, matanza, empacado y procesamiento de carnes, preparación y envasado de pescados y mariscos, panadería y tortillas.

Según cifras del Inegi, a noviembre de 2016, 664 mil 981 personas trabajaban en esa actividad, la cual genera 21 mil 424 millones de dólares tan solo por las exportaciones.

Sin embargo, es uno de los campos menos diversificados de México: 75 por ciento van a Estados Unidos, 3.5 por ciento a Japón y el resto a 19 países (como Rusia y España que compran tequila, Canadá con cerveza, tomate fresco y aguacate, y Chile) que concentran el 17.2 por ciento, según la Barra Nacional de Comercio Exterior.

La diferencia es abismal, ya que el valor de las exportaciones a Canadá es de 554.6 millones de dólares y es sólo el 2.5 por ciento del total.

México ocupó en 2013 el lugar número 8 en la producción de alimentos procesados y registró un aumento importante en su producción al crecer 4 por ciento en términos anuales, sumando 135 mil millones de dólares, de acuerdo con Actinver.

En el país hay 157 mil unidades económicas dentro del sector, principalmente en Puebla, Estado de México, Oaxaca, Ciudad de México y Veracruz. El país ocupa los primeros lugares en exportación de algunos alimentos como cerveza, jitomate, frutas y tequila.

El comercio pasó de 230 millones de dólares a 2 mil 893.5 millones, de acuerdo con la SE. Es decir, una variación de 75.1 por ciento.

Según la información, México tiene un gran mercado con Guatemala, España, Italia, Países Bajos, Colombia, Japón, Panamá, Perú, Brasil, China, Cuba.

En lo referente a los textiles ­­– confección de alfombras, blancos y similares, la confección de prendas de vestir, el curtido y acabado de cuero y piel, fabricación de calzado y otros productos­–, las exportaciones tienen un valor de mil 384 millones de dólares y anualmente la producción es de 43 mil 221 millones de pesos.

La ropa de vestir es la que más dinero dejó a noviembre de 2016, con 15 millones 116 mil 865 pesos.

De acuerdo con un estudio de la Instituto Tecnológico Autónomo de México, la competencia de la industria textil es principalmente China. En México se integra principalmente por pequeñas y medianas empresas y es mayor la fabricación de fibras sintéticas que la confección de productos textiles.

Según la Cámara Nacional de la Industria del vestido, son 12 estados los que emplean en mayor cantidad, sin embargo, uno de los principales problemas es la informalidad del sector.

En la industria química está la fabricación de productos químicos, de resinas, hules sintéticos, fertilizantes, pesticidas, farmacéuticos, pinturas, adhesivos, jabones, limpiadores y otros. De acuerdo con ProMéxico, El 39 por ciento de productos químicos que EU importa provienen de México.

En 2014, México ocupó el cuarto lugar en valor de mercado en el continente americano con 35.8 mil millones de dólares, es decir, 3.8 por ciento del valor del mercado químico, detrás de Estados Unidos con 602.2 mil millones de dólares. En 2015, esta industria ocupó el tercer lugar en valor del PIB dentro de las manufacturas con 10.7 por ciento, sólo detrás de la industria alimentaria con 20.8 por ciento y la de fabricación de equipo de transporte con 19.1 por ciento.

La fabricación de maquinaria y equipo dejó 80 mil 351 millones de dólares por exportaciones y es uno de los pilares de la economía nacional, pero de nueva cuenta, gracias a Estados Unidos. Mientras la manufactura general creció en el último año 3.93 por ciento, esta industria lo hizo a 13 por ciento, según datos del Inegi.

Las cifras de esa industria se reflejan en la industria automotriz, otra que es también primordial para México y que le ha dado renombre a nivel internacional. Emplea a 1 millón 100 mil mexicanos y se fabrican 3.4 millones de unidades al año. Tan solo este sector representa el 3 por ciento del PIB de México.

Por exportaciones se obtienen 50 mil 898 millones de dólares y 11 mil 724 millones de dólares por vehículos pesados.

México empezó el año con una caída del 0.7 por ciento en la exportación general de automóviles. Los vehículos enviados hacía Estados Unidos, el primer destino de exportación, registraron una baja de 1.8 por ciento, de acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) .

Estados Unidos es el primer destino de exportación. Del total de vehículos exportados, el 76. 6 por ciento se envía al vecino país, detalló el empresario. En segundo lugar es Canadá con 8.7 por ciento de exportación, al que se enviaron 18 mil 485 unidades y el tercer lugar, Alemania con 2.8 por ciento, con 5 mil 860 unidades enviadas.

Suiza está en cuarto lugar. En enero exportaron 4 mil 688, es decir, un incremento de 4 mil 520 unidades más frente a enero del 2016. A Francia, en sexto lugar, se exportaron mil 990 unidades, con un crecimiento de 900 por ciento, ya que se enviaron mil 791 unidades más que en enero de 2016.


Los datos de exportación por regiones, muestran crecimiento para Europa de 123.9 por ciento y Latinoamérica de 5 por ciento respecto de las exportadas en 2016. Mientras que el resto de las regiones presentaron tasas negativas. Cabe señalar que aunque la región TLCAN presentó tasas decrecientes, representa el 85.4 por ciento del total exportado, precisa el reporte.





FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN/DULCE OLVERA, DANIELA BARRAGÁN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/14-02-2017/3148628