Hay ganadores de los incrementos en las tasas de interés decididos por el Banco de México para contener presiones inflacionarias y mantener capitales financieros en el país. Son los bancos. Las instituciones de crédito han registrado un repunte en su rentabilidad a partir de que en diciembre de 2015 el banco central puso fin a un ciclo de baja en los réditos, iniciado a partir de la crisis de 2008-2009.
La rentabilidad del sistema bancario se ha beneficiado del alza de 3.25 puntos porcentuales en las tasas de interés de referencia del banco central, acumulado de diciembre de 2015 a la fecha, aseguró Fitch Ratings.
El alza de las tasas de referencia, que determinan el costo a que los bancos prestan a sus clientes, aumentó el margen financiero –la diferencia entre los intereses pagados a los ahorradores y los cobrados a los usuarios de crédito– de bancos con una estructura de costos de financiamiento bajos, debido a que el dinero que prestan es básicamente el que disponen de los depósitos de los clientes, explicó la calificadora.
Desde diciembre de 2015 y hasta el 9 de febrero pasado, la tasa de interés del banco central pasó de 3.0 a 6.25 por ciento.
En enero de este año, las ganancias del conjunto de 47 bancos que opera en el país subieron a 14 mil 500 millones de pesos, 80.9 por ciento más que en el mismo mes de 2016, reportó el martes pasado la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el regulador del sector.
El alza en las tasas de interés de referencia del banco central repercute directamente en el costo que pagan por el crédito las empresas y los usuarios de tarjetas de crédito. Los préstamos hipotecarios, personales y de nómina no tienen impacto por estas subidas, debido a que son contratados a tasa de interés fija durante toda la vigencia del contrato.
La rentabilidad del sistema bancario se ha beneficiado del alza en las tasas de interés desde diciembre de 2015. Esto se ha reflejado poco a poco en márgenes netos de interés mayores para bancos con una estructura de costos de financiamiento bajos basada en depósitos de clientes, en su mayoría los bancos grandes y medianos. Los más pequeños, que dependen del fondeo mayorista podrían ser más sensibles a aumentos en las tasas de interés, comentó Fitch Ratings.
El dinero que prestan los bancos a los usuarios de crédito proviene de los ahorradores que depositan en las propias instituciones o de recursos obtenidos en los mercados financieros para ser prestados, conocido como fondeo.
La volatilidad en ingresos por intermediación de valores, el crecimiento menor de la cartera crediticia y las provisiones mayores para cartera de préstamos podrían ser un riesgo para las utilidades de los bancos si la economía se desacelera, apuntó Fitch.
Después de la crisis financiera de 2008-2009, el Banco de México, como la mayoría de bancos centrales del mundo, redujo a niveles mínimos históricos las tasas de interés de referencia –que determinan el costo que pagan los deudores y el premio a los ahorradores– como una forma de estimular la actividad económica.
La disminución de las tasas elevó el flujo de capital financiero hacia países de economías emergentes, como es considerado México. Hasta febrero de este año, la inversión de extranjeros en bonos de deuda emitidos por el gobierno sumó 2 billones 167 mil 314 millones de pesos, cantidad que multiplica por ocho la registrada al cierre de 2008, el año del estallido de la crisis financiera, que fue de 270 mil 113 millones de pesos, de acuerdo con datos del Banco de México.
El 9 de febrero pasado, la última ocasión en que ha incrementado la tasa de interés de referencia, el Banco de México explicó que el alza buscaba evitar contagios al proceso de formación de precios en la economía, ocasionados por el aumento en las gasolinas y el diesel y la depreciación del peso frente al dólar.
Fuente: La Jornada
Autor: Roberto González Amador
http://www.jornada.unam.mx/2017/03/10/economia/020n2eco