"La parte débil era la del Estado y la fuerte era la organización del narco": Guillermo Valdés.
Guillermo Valdés, ex director del Cisen, afirmó que durante el gobierno de Tomás Yarrington en Tamaulipas (1999-2005) la organización criminal de ‘Zetas’ tenían “carta blanca y una gran cooperación de las autoridades locales… era una relación en la que la parte fuerte, la que ponía las reglas, era la parte criminal”.
En entrevista para Aristegui en vivo, expuso que la época en que Yarrington fue gobernador “es una época en la que estaban organizándose y expandiéndose las grandes organizaciones del narcotráfico”.
“Una era el cártel del Golfo, cártel que en 1998 tenía escasos diez años de estar operando… desde 1990 las organizaciones tenían pactos regionales, no el gran pacto nacional… la parte débil era la del Estado y la fuerte era la organización del narco”, expuso.
Atribuyó lo anterior a que los gobernadores no tenían policías confiables y cedían ante las presiones del crimen organizado.
“Te amenazan, no tienes quién te defienda y aceptas las condiciones del narco”, refirió.
Por ello “era común” que a finales de los noventa los cárteles establecieran relaciones con los gobernadores, consideró.
Y en ese contexto llega Yarrington a gobernar Tamaulipas, “cuando en el cártel acaba de asumir el control Osiel Cárdenas Guillén”.
El cártel del Golfo, recordó, nace a finales de los ochenta y el primer dirigente fue Juan García Ábrego, quien “la hace una organización muy poderosa de 1988 a 1996, cuando es detenido”.
Apuntó que en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, el cártel del Golfo “estaba protegido por varios comandantes de la Procuraduría General de la República y se expande mucho en este gobierno”.
“Pero cuando entra (Ernesto) Zedillo, en enero del 96, detienen a García Ábrego… y entre 96 y 98 hay un proceso de luchas internas para ver quién se quedaba con el control de esa organización”.
Y es el cártel del Golfo quien profesionaliza a su bazo criminal: Los Zetas. Su ascenso comienza en el Tamaulipas de Yarrington.
Este grupo introduce “cambios fundamentales en modelo criminal”, como que “profesionalizan un equipo de sicarios, los meten a un entrenamiento muy riguroso, ya no son matones nada profesionales; profesionalizan a los ejércitos de las organizaciones criminales, de hecho contratan a los kaibiles guatemaltecos”.
Además, “ellos son los que comienzan con la diversificación criminal de actividades delictivas”.
“Quien no quería ser parte de los Zetas los mataban“, reveló. Y a robacoches, robacasas y pandillas locales “los hacían parte de la estructura de los Zetas y los ponían a secuestrar o matar”.
A lo que era delincuencia común, la hicieron “una federación criminal enorme”.
Sin embargo, “toda la estructura de mando y operación de los Zetas fue detenido en un plazo de 4 años”, aseveró.
No obstante, la “federación nacional del crimen se fragmentó en bandas pequeñas, no aquella gran organización pero como son muchas pareciera que existe esa gran organización pero ya como tal no existe”.
En cuanto a Yarrington, “lo que sabemos es que operaba como el protector”. Aunque reconoció que los pactos no han salido a la luz, “tenemos muy poca información”.
“Lo que hacen los gobernadores es que les dan carta blanca” y obtienen en beneficio “millones de dólares” los políticos, un esquema que vemos que hasta ahora.
“Lo más probable es que acabe en EU” el ex mandatario, pues allá hay una “investigación más sólida”.
“Todo pareciera indicar que va a terminar allá… puede negociar una sentencia no tan grave a cambio de declarar”, adelantó.
“Se fugó en 2012, no sé qué tanta pudiera tener de la operación actual del narcotráfico… (Yarrington) va a cantar lo que sabe, puede aportar información”, concluyó Valdés.
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
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