La planta de tratamiento de aguas negras que construye él gobierno federal de forma conjunta con la iniciativa privada en el municipio de Atotonilco de Tula -considerada como la más grande de América Latina- opera actualmente sólo a un 20 por ciento de su capacidad por lo que no puede dar servicio a la mayor parte de productores agrícolas de Hidalgo.
No obstante la dependencia ha rechazado las solicitudes de asociaciones de labriegos de aportar o gestionar recursos para la instalación de pequeñas plantas para purificar el líquido que usan en sus cultivos bajo el argumento de que precisamente la tratadora de Atotonilco de Tula ya está en funcionamiento de manera parcial por lo que supuestamente ya no es viable ni hay recursos para instalar otras tratadoras.
La subsecretaria de planeación y evaluación sectorial de la Sedagro, Reyna Juana Monroy Barrera, y el director de proyectos de la misma dependencia, José Pérez Covarrubias, -en entrevista en un descanso en una reunión que sostuvieron con un grupo de horticultores de Ixmiquilpan- aseguraron que el gobierno estatal firmó un acuerdo con el federal para que la planta de Tula reciba y purifique toda el agua residual que se envía el estado de Hidalgo desde el Valle de México para que sea usada en labores de cultivo, de forma particular en las hortalizas y se cumplan las normas oficiales para que esos productos puedan ser exportados. Pero esto será , según reiteraron ambos funcionarios hasta dentro de aproximadamente dos años en que se prevé que se termine la construcción de la planta y este al 100 por ciento de su funcionamiento.
Para Cornelio Flores Cruz uno de los representantes de Productores Agrícolas de Ixmiquilpan Sociedad de Producción Rural de Ixmiquilpan (PAISPR) la tardanza en la puesta en operación al 100 por ciento de la planta va a traer como consecuencia la quiebra de miles de productores de hortalizas.
Por su parte Susana Paz, de profesión ingeniera y quien es una de las asesoras de PAISPR explicó que "los funcionarios de Sedagro dicen a los horticultores que hay que esperar dos años para que la planta de Atotonilco trate el agua que usan los horticultores de Ixmiquilpan y rechazan sus solicitudes de que se les financie la instalación de su propia planta para no usar agua gris, y por otra parte la Comisión Nacional del Agua lanza amenazas mediante circulares y desplegados en periódicos locales con iniciar procesos de índole penal contra los labriegos que usen líquido residual para el cultivo de hortalizas".
Aunque en el plan original se tenía previsto que la planta de Tula estuviera operando para 2013 la Comisión Nacional del Agua CONAGUA, en su último informe sobre el avance de los trabajos de construcción de la planta de Julio de 2016 dio a conocer que hasta ese momento el avance de construcción de la obra era del 60 por ciento toda vez que faltaba terminar la construcción del túnel emisor que conducirá el caudal de aguas residuales del Valle de México hasta la planta de tratamiento.
FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: JUAN RICARDO MONTOYA