viernes, 21 de abril de 2017

Milicia y Justicia / Sumisión y doble discurso en relación México-EU

Ciudad de México. La actitud sumisa del gobierno de Enrique Peña Nieto con respecto a la administración de Donald Trump nos ha llevado al absurdo de que México sea considerado por Estados Unidos como “el gran socio” en la lucha contra el terrorismo y la protección fronteriza; en tanto, las actitudes hostiles en el ámbito comercial y las violaciones a los derechos humanos de los mexicanos continúan.
En este marco de servilismo, el procurador general de la República, Raúl Cervantes Andrade, en su gira a Washington, aceptó que el ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcaba, sea extraditado de Italia a Estados Unidos, para que enfrente cargos por narcotráfico, que alcanzan penas de dos cadenas perpetuas y 90 años de prisión, acordaron el procurador general de la República, Raúl Cervantes Andrade, y su homólogo estadunidense, Jeff Sessions.
En el contexto de la reciente visita del procurador Cervantes ni siquiera tuvo el decoro de que fuera el gobierno italiano el que decidiera a qué país entregaba al ex gobernador priista, para quedar bien con Trump avaló un acuerdo para que Italia “otorgue precedencia a la solicitud de Estados Unidos, así como buscar su autorización para la rextradición” de Yarrington a México.
¿Así, o más servil?
El gobierno de Peña Nieto ha aceptado sin chistar que Washington imponga la agenda bilateral, de acuerdo con sus intereses y necesidades, mientras que el canciller Luis Videgaray sigue sin instrumentar una respuesta que responda a los intereses nacionales de nuestro país.
Hace unos días, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, destacó que la relación con México está en buen estado y calificó a nuestro país como “el gran socio” en la lucha contra el terrorismo y la protección fronteriza.
Kelly sostuvo que la cooperación y colaboración con México abarca tanto a funcionarios del gobierno mexicano como de las fuerzas armadas y las agencias policiales.
En tanto, Trump anunció este jueves que propondrá cambios al Tratado de Libre Comercio de América del Norte en las próximas dos semanas, en razón de que dicho acuerdo es “inconveniente” para su país.
Por supuesto, las medidas que anuncie serán unilaterales, sin tomar en cuenta los intereses de “el gran socio” que, según Kelly, es México.
Es un hecho que la relación bilateral con Estados Unidos cambió con la llegada de Trump, pero el gobierno de Peña continúa con la vieja idea de que no hay que “contaminar” la relación, es decir, que no hay que mezclar temas sino tratarlos por separado.
Ya quedó más que demostrado que este modelo sólo beneficia a Trump, porque la relación “de socio” con México se limita al tema de la lucha contra el terrorismo, la cooperación militar –que conlleva la millonaria compra de equipo militar al vecino país- y el combate al tráfico de drogas, así como que México continúe siendo el guardián del patio trasero, para que los migrantes de Centro y Sudamérica no lleguen a la frontera con Estados Unidos.
Mientras que en los asuntos comerciales y la expulsión de migrantes mexicanos indocumentados, Trump mantiene su actitud unilateral, en la que no le importa tomar en cuenta la opinión o necesidades de su “gran socio”.
La relación bilateral debe analizarse de una manera integral, en la que ambas naciones pongan sobre la mesa todos los temas que les interesan, sólo así, “contaminando la relación”, México podrá presionar para que sean tomados en cuenta sus intereses.
Por otra parte, la PGR debe una explicación a la opinión pública sobre qué pasará con los millones de dólares que seguramente le entregará el ex gobernador de Tamaulipas al gobierno de Washington para obtener una sentencia menos desfavorable.
No vaya a pasar como en el asunto de Joaquín Loera El Chapo Guzmán, quien luego de ser entregado a los Estados Unidos –por cierto, horas antes de que Trump asumiera la presidencia- va a lograr a fuerza de billetazos reducir su sentencia o al menos, ser trasladado a una prisión en la que esté más cómodo.
Estamos hablando de millones de dólares que pasarán al erario del vecino país, mientras que aquí, la PGR no ha sido capaz de incautar o decomisar sus propiedades para el dominio público, esto sin hablar de las empresas lícitas o ilícitas que familiares y prestanombres del capo han creado con total impunidad y la complacencia de las autoridades.
¿Será que Cervantes firmó un cheque en blanco en Washington para que todo el dinero que consigan los estadunidenses de Yarrington, se quede allá, sin tomar en cuenta que México es parte agraviada en todos los juicios en su contra?
Las Fuerzas Armadas en Veracruz
Este 21 de abril se conmemora un aniversario más de la Defensa Histórica del Puerto de Veracruz de 1914 ante la invasión estadunidense, la cual se conmemorará en condiciones totalmente diferentes a las que privaron el año pasado.
En 2016, todavía era gobernador Javier Duarte, quien recurrió a la Secretaría de Marina para crear la Policía Naval para hacer frente a los elevados niveles de violencia e inseguridad en la entidad.
Un año después, Duarte está en Guatemala, detenido con fines de extradición por crimen organizado, lavado de dinero más lo que se acumule; los marinos siguen actuando en apoyo a la seguridad pública y los niveles de violencia se mantienen elevados, a pesar de la promesa de su flamante gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares de reducir los índices delictivos.
La diferencia es que, además de los marinos, arribaron al estado centenares de policías militares.
Lamentablemente, para reducir los niveles de violencia y de criminalidad no bastan buenos deseos, ni siquiera buenas acciones. El nuevo operativo que involucra a centenares de soldados está destinado al fracaso, tal y como ha ocurrido en otras entidades del país.
Mientras, el Congreso ya tiró la toalla al mandar a la congeladora la iniciativa de Ley de Seguridad Interior, los militares siguen cumpliendo labores que no les corresponden, sin apoyo legal y con el riesgo de incrementar la estadística de denuncias en su contra por violar derechos humanos.
Después de tantos discursos, promesas, iniciativas, regaños y amenazas, las cosas siguen igual. Los gobiernos estatales esperando el apoyo de fuerzas federales y los militares aceptando, sin chistar órdenes, sin importar las consecuencias.
FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: JESÚS ARANDA