Ciudad de México. La alimentación será un tema fundamental para la paz en los próximos años, pues hoy el mundo vive una crisis alimentaria que en unos años se agudizará por el crecimiento poblacional, el cambio climático, la degradación del suelo y la limitación de las fronteras indígenas.
Expertos en el tema participaron en el décimo panel de los foros universitarios ‘La UNAM y los desafíos de la nación’ en el que ahora se debatió sobre seguridad alimentaria.
En el caso mexicano, indicó que el sector ha venido repuntando en años recientes. Tan sólo el último trimestre de 2016 creció en 6.6 por ciento, muy por arriba de los poco más de dos puntos porcentuales que en ese periodo lo hizo la economía nacional.
Consideró que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte "ha sido favorable para el sector", pues mientras en 1994, cuando entró en vigor este acuerdo, México obtuvo 2 mil 800 millones de dólares por exportación de alimentos; y en 2016 la cifra por ese concepto alcanzó 29 mil millones de pesos.
El 20 por ciento de los alimentos que Estados Unidos importa, son producidos en México, mientras que nuestro país es el tercer destino de las exportaciones estadunidenses, sólo después de Canadá y China.
Sin embargo, México enfrenta el problema de satisfacer su demanda interna de alimentos, pues 48 por ciento de lo que se consume en el país, proviene del extranjero.
Por ello, recomendó tomar el ejemplo de otros países, sobre todo para favorecer la producción doméstica y generar políticas definidas a mediano y largo plazo para el sector, las cuales trasciendan sexenios y surja con la colaboración de todos quienes participan en la producción.
Informó que el CNA trabaja en una propuesta de política pública que se entregará a los próximos candidatos a la presidencia de la República. "Vamos bien, tenemos alternativas, pero hay una nube que se llama Donald Trump y que nos puede afectar. Por eso hay que poner los buenos en otras canastas".
Felipe Torres, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, enfatizó que la seguridad alimentaria debe ser parte del proyecto estratégico del desarrollo económico, porque México no tiene capacidad para garantizar el derecho a la alimentación, establecido en la Constitución. Y es que en años recientes el precio de la canasta básica se incrementó en 9 por ciento, con lo que al menos la tercera parte de los mexicanos se ha visto afectada en su proceso alimentario.
Enfatizó que en promedio, México destina 15 mil millones de dólares para importar alimentos como parte del TLCAN, pago que cada vez es más complicado sostener por la débil economía nacional, "además que no contamos con la base agrícola que permita abatir ese consumo externo.
"El Estado mexicano debe asumir su responsabilidad histórica en materia de política agrícola para generar estrategias que resuelvan los claroscuros del sector", demandó.
Cassio Luisselli Fernández, del Programa Universitario de Estudios sobre la Diversidad, indicó que la seguridad alimentaria debe ser un continuo proceso pues no es un día sí y al otro no. Destacó que este sexenio será el de más alto crecimiento para el sector en muchos años, sin embargo, 70 por ciento de la producción se ubica en grupos muy reducidos. Por lo que convocó a aumentar el apoyo para el resto de los productores.
FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: EMIR OLIVARES ALONSO