“La lucha debe continuar”, aseguran indígenas wixárricas tras el asesinato de Miguel Vázquez Torres, líder de esa comunidad asesinado en Tuxpan de Bolaños, Jalisco.
Miguel era líder en Tuxpan y San Sebastián Teponahuaxtlán. Era un hombre sonriente, solidario y preocupado por su comunidad, coinciden sus amigos y compañeros de lucha.
La noche del pasado 20 de mayo, Miguel Vázquez fue asesinado a tiros por un grupo de hombres armados al salir del centro de salud en Tuxpan de Bolaños, en donde acababa de recibir la noticia de la muerte de su hermano Agustín, quien fue atacado por el mismo grupo horas antes.
“Salió gritando que por qué le habían hecho eso a su hermano; en ese mismo instante pasó la Tacoma color gris con las cinco personas que agredieron a su hermano […] y una persona que iva [sic] en el interior de la tacoma le disparó a Miguel Vázquez Torres sin decirle nada, acertándole en dos ocasiones con un arma de fuego, quienes al parecer usaron un cuerno de chivo para victimar a los dos hermanos”, detalló la declaración de la comunidad entregada a las autoridades de Jalisco, según consignó el diario Milenio.
La Fiscalía General de Justicia de Jalisco (FGJ) aseguró que un grupo del crimen organizado fue el que mató a los hermanos Vázquez Torres. Reportes de prensa apuntaron al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) como el responsable.
La dependencia investiga a los policías municipales debido a que horas antes detuvieron a los presuntos homicidas, pero los liberaron y tras ello cometieron las ejecuciones. El Alcalde Juan Carlos Rodríguez Mayorga también es indagado.
El Fiscal General de Jalisco Eduardo Almaguer Ramírez explicó que “tanto el Presidente Municipal como los policías se encontraban presentes cuando se dieron las agresiones y lejos de proporcionar la seguridad requerida, se retiraron del lugar y casi una hora después informaron de este suceso [a la FGJ]”.
El conflicto por las tierras de la comunidad indígena es uno de los móviles que se siguen en la investigación.
Miguel acababa de entregar el cargo de presidente del Comisariado de Bienes Comunales, desde donde concretó dos proyectos que conjuntaron su profesión y labor comunitaria: el inicio del proceso de restitución de 240 mil hectáreas de territorio ancestral y el Bachillerato Intercultural Tecnológico.
El Comisariado de Bienes Comunales está integrado por un presidente, un secretario y un tesorero, cargo que representan de manera honorífica, por tres y elegido por la comunidad. Ellos son los representantes legales y el enlace con las diferentes instancias de gobierno para los programas de desarrollo.
El abogado wixárrika, Samuel Salvador Ortíz, responsable del programa de justicia de la Unidad de Apoyo a Comunidades Indígenas (UACI) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), explica que los comisariados se encargan de los procesos legales de las tierras comunales y la solución de distintas problemáticas.
En su gestión, Miguel dio inicio el proceso de reintegración de 240 mil hectáreas a la comunidad wixárrica de San Sebastián y Tuxpan. El pasado 22 de septiembre, comenzó la entrega paulatina de los terrenos en Huajimic, municipio de La Yesca, al oriente de Nayarit, que colinda con Jalisco.
Acompañado por cerca de 500 comuneros, el líder wixárrica encabezó esa primera restitución que lleva más de una década en tribunales. “Venimos a tomar la posesión. Definitivo”, dijo en aquella ocasión a medios locales en las mismas tierras que les fueron entregadas.
“Para él era importante asegurar el espacio para las nuevas generaciones. Era lo único que decía que se les podía dejar”, asegura Cristobal Carrillo Rivera, su amigo desde la juventud.
“Miguel siempre estuvo enfrente rompiendo todas las dificultades. En su momento hubo mucho enojo, mucha inconformidad por parte de los ganaderos de Nayarit y por otra parte de la policía del estado que se oponía. Miguel siempre fue fuerte en sus decisiones; jamás, jamás retrocedió”, abunda a su vez el litigante de la UdeG.
Miguel, profesor egresado de la Licenciatura en Educación Primaria por la Unidad Pedagógica Nacional (UPN), reivindicaba la educación como una oportunidad para el desarrollo de su pueblo, coinciden los testimonios.
El 18 de marzo de 2016, el Consejo General Universitario de la UdeG aprobó la creación del Bachillerato Intercultural Tecnológico, que pretende desarrollar las actividades agropecuarias y forestales, y el diseño y confección de prendas de vestir y artesanías de los indígenas. Una extensión de ese proyecto será instalada en la tierra del líder comunitario gracias a sus propias gestiones.
El litigante wixárrica abunda en la importancia que daba Miguel a la formación y los centros de estudio: “Siempre exigió al Secretario de Educación del estado de Jalisco que los espacios educativos en su tierra fueran dignos para que los maestros en la zona pudieran trabajar con dignidad […]. Comentaba que la educación era un medio para que la comunidad saliera del atraso económico, de la marginación”. Asegura que uno de los sueños del ex comisario era instalar una universidad entera en su pueblo.
“Se enfocaba mucho en la educación de los jóvenes y de sus propios compañeros, para combinarlo con nuestra propia cultura , porque decía que no puede separarse, que es lo que nos define, incluso aseguraba que había que darle mayor peso a nuestra cultura”, agrega Carrillo, quien recuerda que, entre 2010 2011, Miguel realizó un viaje de estudios a la Universidad de Arizona, Estados Unidos, donde pulió sus habilidades como asesor técnico.Él lo conoció en 1999 cuando Vazquez Torres ingresó a cubrir un interinato en la escuela primaria Vicente Guerrero, de Barranquillas, Tuxpan de Bolaños. Posteriormente cursaron juntos los estudios superiores en la UPN, aunque los modulos los tomaban en las instalaciones de la Escuela Normal Rural del estado, de los años 2005 a 2009.
Carrillo rememora que las clases de universidad las cubrían en vacaciones, pues a lo largo del año también cumplían con sus labores en la primaria. “El no se hacía para atrás, aunque no tenía todavía el perfil completo porque estaba estudiando, no se echaba para atrás”, recuerda.
Antes de su muerte, el líder indígena regresó a la misma primaria a trabajar para sostener a su esposa y cuatro hijos. Tenía cerca de tres meses de haber retomado las aulas, pues durante los tres años que ejerció en el comisariado solicitó un permiso para poder desarrollar la tarea para la que fue electo.
La lucha del profesor indígena no era sólo a nivel local, se involucró también en el conflicto por la tierra sagrada de Wirikuta.
Miguel Vázquez fue miembro activo de la defensa de los lugares sagrados del pueblo Wixárika, uno de los fundadores del Consejo Regional Wixárika por la Defensa de Wirikuta (en 2010) e integrante de la Mesa Jurídica.
Santos de la Cruz, coordinador general del consejo general en Wirikuta, recuerda que el trabajo de Miguel siempre era solidario.
“Debe ser recordado como alguien que hizo mucho por su comunidad a tal grado , no sabemos, no lo van a sustituir, tendrá que pasar mucho tiempo para que surja un líder como él y con ese compromiso con su comunidad”, agrega Cristobal.
Sin embargo, los wirárikas consultados aseguran que sus líderes están en riesgo en las comunidades ante los embates del crimen organizado que realizan tala clandestina en sus tierras e intenta apropiarse de las mismas.
“Esta situación es alarmante porque hay mucha inseguridad en la región y en toda la República […], el crimen organizado ha rebasado a las instituciones y en esa situación están nuestras comunidades y los líderes están en permanente riesgo, luchan por los recursos naturales, por la tierra. Cualquier inconformidad de parte de estos grupos pone en riesgo los representantes del comisariado. El Gobierno del estado y federal debe proteger a estos líderes”, alertó el Samuel Ortíz.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) alarmó al Gobierno mexicano sobre la misma situación.
“Los asesinatos de estos defensores indígenas ponen de manifiesto el actual contexto de violencia al que se enfrentan las y los defensores de derechos humanos en México, particularmente defensores indígenas y líderes comunitarios”, afirmó Jan Jarab, Representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en palabras citadas en un comunicado del pasado 23 de mayo.
Sin embargo, Cristobal Carrillo asegura que “la lucha debe de continuar y cambiar las cosas”.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: ANTONIO HERNÁMDEZ.
LINK: http://www.sinembargo.mx/10-06-2017/3225904