Tultepec, Méx. Especialistas en pirotecnia iniciaron pruebas para medir la resistencia de los materiales que serán utilizados para construir los locales del nuevo tianguis de la pirotecnia de San Pablito -que explotó el 20 de diciembre y dejó un saldo de 42 muertos y al menos 60 lesionados-, e hicieron estallar dos módulos de venta para medir resistencia, control de riesgos y asegurar la contención de la onda expansiva de los estallidos.
El ejercicio se realizó con un permiso otorgado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la alcaldía local, y fue controlado y supervisado por personal de ambas dependencias además se contó con la presencia de personal de Protección Civil estatal, municipal y del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia (Imepi).
Al frente del proyecto se encuentra José Antonio García, presidente del nuevo mercado Artesanías Tultepec, y dijo que en la construcción del nuevo tianguis de la pirotecnia, se garantizará la seguridad de todos, tanto artesanos pirotécnicos, como de la población en general, hacer del sitio un lugar confiable para adquirir juguetería y pirotecnia en general.
El 20 de diciembre del 2016, una serie de explosiones devastaron los 300 módulos de venta de artificios del mercado de cohetes de San Pablito. El accidente tomó a decenas de personas por sorpresa que ese día echaron a correr para salvar la vida. La tragedia dejó un saldo de 42 muertos y al menos 60 lesionados, por quemaduras, principalmente.
Este jueves, el trabajo experimental fue supervisado por especialistas en la materia. Explicaron que en esta ocasión, los módulos de venta son diseñados con un sistema de gestión y control de riesgos para evitar explosiones por el manejo de artificios pirotécnicos.
El primer módulo detonado fue construido con una especie de blok, denominado Durock, que tiene la particularidad de que está forrado con un material conocido como poliurea, con propiedades que pueden contener la onda expansiva generada por una explosión.
El segundo módulo fue elaborado con concreto de 15 centímetros de espesor, desarrollado en conjunto con el Centro de Desarrollo Tecnológico del Instituto Politécnico Nacional (IPN), con alta resistencia y con ciertos aditivos integrados para contener la onda expansiva. Ambos módulos minimizan el riesgo de la explosión.
Las dos construcciones tenían “techos de lámina que son inflamables y antideformables, el objetivo es direccionar la onda expansiva para que esta sea hacia arriba y este material garantiza que al caer al piso no provocarán incendio, son ligeros, no son contundentes y tampoco se convierten en proyectiles”, se informó.
El proyecto integrará un sistema contra incendios que se considera el uso de un polvo especial, que al ser lanzado apaga cualquier conflagración, y las personas no requieren ninguna instrucción para utilizarlo, porque sólo deben lanzarlo donde se genera el fuego y con el polvo extinguen las llamas.
La alcaldía local informó que el nuevo mercado cumplirá con todas las medidas de seguridad contempladas en la Ley Federal de Control de Armas y Explosivos.
FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: SILVIA CHAVEZ GONZALEZ