Ciudad de México. Aunque aún se deben realizar estudios financieros para determinar el costo del pasaje del tren express que llevará a los viajeros al Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), Raúl González Apaolaza, director corporativo de infraestructura del proyecto, consideró que puede estar alrededor de 100 pesos.
Durante una conferencia en la que explicó los avances de la edificación de la nueva terminal aérea capitalina, explicó que se tienen contempladas vialidades que mejoren la conectividad con la Ciudad de México, así como dos líneas del Sistema de Transporte Colectivo (SCT) Metro. Una de ellas es el tren express que impulsa el gobierno de la Ciudad de México y que busca aprovechar parte de la infraestructura de la Línea 1.
El funcionario federal también precisó que la tarifa para trabajadores de la terminal aérea seguirá siendo de cinco pesos, porque usarán la ruta que actualmente existe del STC. También recordó que en una primera etapa el tren express llegará primero al actual aeropuerto y posteriormente lo hará hasta la nueva. González Apaolaza también mencionó que aún está contemplado un ramal de la Línea B, proyecto que aún no cuenta con más detalles.
Por otra parte, el encargado de la infraestructura de NAICM sostuvo que el problema del hundimiento de la Ciudad es inherente al Valle de México, por lo que la nueva terminal no se hundirá. Explicó que si bien en la actual terminal la problemática se ha resulto al colocar más capas de asfalto en las pistas –de tal manera que tienen un grosor de casi 7 metros hasta el momento--, eso no se tendrá que hacer en la nueva construcción, porque la técnica usada precipita el hundimiento y el subsuelo ya no lo va a resentir, incluso está previsto corregir hundimientos con pilotes de fricción.
Sobre la probabilidad de detener la construcción del NAIM, dijo que “no es factible parar una obra de esa magnitud”. Explicó que actualmente el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) tiene actualmente comprometidos 132 mil millones de pesos con las compañías constructoras. Dijo que de parar la obra, el gobierno federal tendría que responder a una gran cantidad de demandas por incumplimiento.
Recordó que en cuestión de operatividad, tener dos terminales aéreas –la actual y la Base de Santa Lucía, en Zumpango, estado de México-- no existe compatibilidad y no es una opción factible, pues cuando las fuerzas armadas realizan desfiles aéreos el AICM tiene que detener sus operaciones.
FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: ALEJANDRO ALEGRIA