Y es que “quien vaya a depositar su voto es imposible que no tenga en cuenta este tejido enorme de corrupción en torno al viejo partido de Estado que sigue siendo lo que fue: una gran maquinaria política que tiene como pegamento la posibilidad de la corrupción”.
En la Mesa Política de Aristegui en vivo, destacó que “Odebrecht ya conoce muy bien el camino de la corrupción administrativa, dando dinero antes de que el personaje esté en posibilidades de ofrecerle un contrato”, en referencia a que los pagos se habrían hecho antes de la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia, “una especie de adelanto para asegurarse la buena voluntad“.
Los brasileños “no ven del todo una pérdida de dinero o si lo pierden no es gran cosa comparado con lo que pueden ganar”.
Otra explicación es que “se dio el dinero como parte de una contribución para la campaña electoral de 2012, es una posibilidad, no es una certeza”.
“El monto duro (10.5 millones de dólares) no es muy grande comparado con las operaciones que se hacen en México”, expuso.
“No importa solamente Peña Nieto sino esa figura que sigue siendo vista como eje de la política mexicana que es Carlos Salinas”, refirió pues el padre del ex director de Pemex, Emilio Lozoya Thalmann, fue director del ISSSTE y secretario de Energía durante el gobierno salinista.
“No sé si esto va a ir más a fondo pero finalmente están aquí jóvenes como Duarte, Lozoya, los jóvenes de los que se rodeó el actual gobierno… que son los más propicios a la corrupción”, apuntó.
El historiador agregó también la “sensación de que se nos desmanteló a Pemex, se le echó del centro como una de las industrias más importantes, la imagen de la nave capitana de nuestro nacionalismo”.
“¿Se desmanteló Pemex en aras de qué?, ¿en aras de esto?”, preguntó.
“Odebrecht es un pedacito del montón de piezas que se movieron para dejarnos prácticamente sin Pemex y entregárselo a empresas de otros países, pero finalmente para qué… los ejemplos de corrupción que realmente son desalentadores”, comentó.
“No hay esperanza al final del túnel: estamos viendo caso tras caso de corrupción“, señaló.
Además, mencionó que a Lozoya “se le deja el corazón de la industria mexicana”, pese a “que no tiene experiencia en eso pero que aparentemente tiene experiencia en otro tipo de relaciones”.
“Lozoya ahí está perfecto, no por Pemex, no por su conocimiento de la industria… le dejan a Lozoya cuando se trata de utilizar las partes de Pemex antes de que quede pulverizado”, finalizó.
Por su parte, el académico Sergio Aguayo señaló que el de Odebrecht es un escándalo más con el que cargará este gobierno ante los ojos de la sociedad mexicana, que ha visto pasar Ayotzinapa, la Casa Blanca de Peña Nieto, la debilidad ante Donald Trump y otros.
“Es evidente que el gobierno de Enrique Peña Nieto ya no controla los procesos externos que le afectan… aunque es claro que sí controla al PRI, lo tiene perfectamente controlado, el fin de semana quedó claro que obedece al presidente”, apuntaló.
El de Odebrecht es “un ejemplo de cómo el gobierno de EPN ya no controla un buen número de asuntos, entre ellos corrupción de su gobierno, de su equipo”.
Lamentó que los casos de corrupción “brotan por todos lados, incontenibles”.
El académico contextualizó esta revelación “en el momento menos propicio para un gobierno que empieza el miércoles a renegociar” el TLCAN.
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
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