Ciudad de México. A diez años de que comenzó la guerra contra el narcotráfico en México, el saldo es de 160 mil muertes, 200 mil desplazados, 30 mil desaparecidos, 855 fosas clandestinas e innumerables ataques contra defensores de los derechos humanos y periodistas, informó Erika Llanos Hernández, coordinadora de la Red Retoño para la Prevención de la Delincuencia Organizada.
La promotora y educadora expuso que la realidad ha rebasado la ficción y que la única forma en que la delincuencia organizada se instala en un país es a través de una "alianza con estructuras del Estado –policías, jueces, fiscales, gobernadores, munícipes y funcionarios de todos los niveles– que genera una actividad criminal en el mercado de las drogas, que fortalece y diversifica".
La activista se pronunció por que los bienes decomisados a la delincuencia organizada tengan un destino de uso social, ya que los daños que se han causado a las familias y la sociedad son muy grandes.
“Frente a la ausencia del Estado en la búsqueda de los desaparecidos, los familiares se han organizado en brigadas de búsqueda ciudadana con lo que se convierten en buscadores de huesos de sus parientes para intentar encontrar la paz, pues se cansaron de la falta de resultados de las procuradurías. No sólo se trafica con drogas, también con migrantes, niños, niñas y adolescentes con fines de explotación sexual”.
En la mesa Diálogo con familiares víctimas de desaparecidos en México, Araceli Salcedo, Lucía Díaz, Ana Enamorada y Olga Tezmol, madres de víctimas, manifestaron que no hay resultados positivos de la estrategia de seguridad del gobierno federal para combatir la desaparición de personas y calificaron como "fracaso" la política contra la delincuencia organizada.
FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: CAROLINA GOMEZ MENA