La constructora mexicana ICA (Ingenieros Civiles Asociados) presentó una solicitud de concurso mercantil, junto con sus filiales, con un plan de reestructura previamente suscrito por la mayoría de sus acreedores.
La firma, que ha batallado para pagar su pesada deuda, agregó que el proceso de reestructura busca preservar las operaciones y el negocio en marcha. Las subsidiarias operativas que integran Grupo ICA continuarán operando de forma regular, ejecutando los proyectos de infraestructura que han sido asignados y participando activamente en los proyectos de infraestructura que se presenten, dijo la empresa en un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) la noche del viernes. Durante la sesión de ese día sus acciones perdieron 1.99 por ciento para cerrar en 1.48 pesos.
Las obligaciones relacionadas con proyectos concesionados, incluyendo aquellas con instituciones financieras y banca de desarrollo, seguirán cumpliéndose en sus términos, agregó la firma.
ICA ha visto golpeada su liquidez en los pasados dos años por la escasez de nuevos contratos y la depreciación del peso, que ha elevado su deuda.
La Ley de Concursos Mercantiles es un instrumento que busca conservar en operación a las empresas y evitar que el incumplimiento generalizado de las obligaciones de pago termine por poner en riesgo la viabilidad de las misma y de las demás con las que mantenga una relación de negocios. Se declara en concurso mercantil aquella empresa que incumple generalizadamente con el pago de sus obligaciones.
La deuda de ICA reportada al primer trimestre del año asciende a 65 mil 151 millones de pesos. La mitad de ese monto corresponde a vencimientos a corto plazo, de acuerdo con información de la empresa en la BMV.
El concurso mercantil permite a las entidades aligerar la presión, pues fija un periodo inicial de seis meses en los cuales los acreedores no pueden cobrar ni embargar a las empresas que recurren a este instrumento legal. Ese periodo permite a las entidades económicas seguir operando sin cubrir sus obligaciones, y al mismo tiempo emprender un plan de reestructura a fin de resolver sus dificultades financieras.
Una vez que concluyen los plazos fijados por el juez que autoriza el concurso mercantil y si la empresa no logra salir a flote, sólo hasta ese momento inicia el proceso de quiebra.
Con este evento se cumple con un paso fundamental para la puesta en marcha de la reestructura de los pasivos de la compañía y sus referidas subsidiarias, fortaleciendo su situación financiera, señaló ICA, en el aviso de que había iniciado un procedimiento de concurso mercantil.
Las filales de la constructora incluyen a ICA Tenedora SA de CV, Constructoras ICA SA de CV, Controladora de Operaciones de Infraestructura SA de CV, y Controladora de Empresas de Vivienda SA de CV
ICA fue fundada en 1947, en plena época de desarrollo urbano y modernización en el país, por un grupo de 18 ingenieros lidereados por Bernardo Quintana Arrioja, quien murió en 1984.
ICA es la constructora mexicana más grande del país, tiene a su cargo carreteras, plantas hidroeléctricas, puertos marítimos, aeropuertos, sistemas de Metro, refinerías, plantas industriales y viviendas. Tiene también opera- ciones en América Latina y EU.
El año pasado ICA participó sin éxito en las licitaciones para la construcción de las pistas dos y tres del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, en una asociación junto con la portuguesa Mota-Engil. Sólo logró, en consorcio, adjudicarse la licitación para la construcción de la losa de cimentación del edificio terminal. Entre las obras más recientes en las que ha participado se encuentran el tramo carretero Mitla-Santa María Albarradas, en Oaxaca, que conecta el centro del estado con la zona del istmo de Tehuantepec y el puerto industrial de Salina Cruz.
La firma ha recurrido a la venta de activos en México, Panamá, Perú y Estados Unidos, en un intento por reducir su deuda.
FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: LA REDACCION
LINK: http://www.jornada.unam.mx/2017/08/27/economia/017n1eco