PUEBLA, Pue. (apro).- El exgobernador panista Rafael Moreno Valle y la Editorial Miguel Ángel Porrúa deberán presentar ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) pruebas que acrediten quién pagó la contratación de espectaculares para promocionar el libro autobiográfico “La fuerza del cambio”.
Aunque en repetidas entrevistas Moreno Valle ha insistido en que fue la editorial la que contrató la campaña publicitaria para su libro, la Sala Superior del TEPJF revela que, en el contrato que firmó con Miguel Ángel Porrúa, el exmandatario se reservó la posibilidad de pactar por su cuenta espacios publicitarios.
La denuncia que presentaron tanto el empresario como Morena se refiere a 11 espacios publicitarios que se colocaron tanto en Cancún, como en Campeche, y que, acusan, son realmente actos anticipados de campaña por parte de Moreno Valle al tratarse de “propaganda electoral disfrazada”.
En su fallo, el TEPJF revoca la resolución que emitió la Sala Especializada el 11 de junio, en la cual consideró inexistentes las infracciones atribuidas a Moreno Valle Rosas, al PAN y al Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa.
Sin embargo, en la ponencia presentada por la magistrada Mónica Aralí Soto Fregoso, se hace mención a la fracción quinta del contrato firmado entre el exmandatario y la Editorial Miguel Ángel Porrúa para la promoción del libro.
En esa cláusula queda claro que además de la editorial, Moreno Valle tenía atribuciones para que, por cuenta propia, llevara a cabo la difusión del libro “en entrevistas, reportajes en medios de comunicación, público en general, o por cualquier medio, aun los que no fueran durante los eventos realizados por MAPorrúa”.
En la resolución se hace referencia en que, al exonerar a Moreno Valle y a la editorial, la Sala Especializada soslayó que también se autorizó al autor del libro para que, por cuenta propia, llevara a cabo la difusión de la obra.
Además de que esta conclusión sólo se basó en el hecho de que, al comparecer durante el proceso sancionador, Moreno Valle negó cualquier intervención en la contratación de publicidad.
En tanto que la editorial se adjudicó ese gasto, pero no aportó “algún medio de convicción vinculado con ello, lo que impide tener certeza sobre la forma y términos en que aquéllos (los espectaculares) fueron adquiridos con fines publicitarios”.
“…no bastaba la simple aseveración por la editorial de que ella fue la responsable de la publicidad”, señala el fallo, que advierte que es necesario esclarecer si Moreno Valle tuvo alguna intervención en la adquisición de espacios publicitarios. “…cuestión que únicamente podía determinarse al obtener certeza sobre la forma en que se dio ésta”, recalca la resolución.
Al ordenar la revocación del fallo emitido por la Sala Especializada, la Sala Superior ordena a la Unidad Técnica para que, en breve plazo, realice las diligencias necesarias para tener certeza sobre quién contrató los espectaculares denunciados, así como los términos y condiciones en que se llevó a cabo ese acto jurídico.
También pide que se “emita una nueva resolución, donde tome en consideración todos los elementos probatorios y determine si existió alguna infracción a la normativa electoral”.
FUENTE: PROCESO
AUTOR: GABRIELA HERNANDEZ