En 2012 el entonces Instituto Federal Electoral (IFE) recibió 15 mil 953 millones de pesos, de los cuales 10 mil 661.4 millones de pesos fueron de presupuesto operativo y 5 mil 292 millones de pesos para los partidos políticos.
A los consejeros electorales se les preguntó en reiteradas ocasiones en qué porcentaje subía o bajaba el presupuesto de 2018 en pesos corrientes (o sea considerando el aumento de la inflación) frente a los de 2012 y 2006, cuando hubo elecciones presidenciales. Pero rechazaron hacer la comparación.
En la rueda de prensa que ofrecieron al concluir la sesión de la Comisión de Presupuesto, su presidente Ciro Murayama señaló que “cualitativamente el INE tiene atribuciones que no ejercía el IFE y por lo tanto puede ser comparable este presupuesto con elecciones donde ya tuvo estas responsabilidades, que son las del 2015 y el presupuesto con la operación cotidiana”.
El consejero Benito Nacif respondió que esos presupuestos no los tomaron como” referencia” para definir el actual, “dado que ahora hacemos muchas otras cosas que en 2012 no hacíamos y que tienen un impacto financiero muy importante”.
Refirió que el principal impacto financiero de la organización de las elecciones es la instalación de las mesas de casilla, que representa 60 por ciento del costo, tema que ahora está a cargo del INE, a diferencia del pasado . Ahora tiene que hacerse cargo para las elecciones locales.
Con otros referentes, Murayama reconoció que el costo por elector se elevará 39 pesos en seis años. Señaló que garantizar el voto a cada elector en 2018 costará 205 pesos mientras en 2012 esta cifra fue de 166 pesos.
FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: CLAUDIA HERRERA