viernes, 25 de agosto de 2017

Un reportero del periódico Zócalo es agredido y detenido mientras hacía su trabajo en Coahuila

“¡Gánchalo, a ese también nos lo vamos a llevar!”, alcanzó a escuchar Sigifredo de la Cerda, del periódico Zócalo, mientras lo agredían y pedía ayuda a otros policías municipales que se hallaban en el lugar, aunque nadie acudió en su auxilio; el lunes 21 de agosto, luego estar detenido por 15 horas, a Sigifredo le avisaron que sobre él recaían las acusaciones de haber golpeado a un oficial y de poner resistencia a ser arrestado.

El pasado domingo 20 de agosto, agentes ministeriales de Sabinas, Coahuila, detuvieron arbitrariamente, incomunicaron e impidieron realizar su labor informativa al reportero Sigifredo de la Cerda, del periódico Zócalo.

De acuerdo con Artículo 19, de la Cerda siguió a dos patrullas que vio pasar hasta la calle de Nueces, en la Colonia San Antonio, en donde ya se encontraban dos unidades de policía, una de ellas de la Investigación Estatal.

Sigifredo observaba la labor de los policías: los agentes de las patrullas que recién llegaron acudieron de inmediato con un grupo de personas que discutían con compañeros suyos de Investigación Estatal.


Los uniformados entraron con uso de la fuerza a una casa para someter a sus ocupantes, mientras el periodista los seguía para tratar de tomar algunas imágenes, sin embargo fue descubierto y un elemento le dijo que no podía fotografíar, por lo que Sigifredo tuvo que mostrar su identificación, narró en entrevista el fotoreportero.
“Cuando corro detrás de los policías, veo que irrumpen a la fuerza a una casa y comienzan a tratar de someter a los ocupantes. Un oficial me dice que no esté tomando fotos; de inmediato me identifiqué como reportero de Zócalo, pero me dijo que en un rato me pasaban las fotos de los detenidos.”
El periodista quiso continuar con su labor desde afuera de la casa: captó cómo un policía apuntaba con un arma de fuego en la cabeza de uno de los habitantes; fue descubierto otra vez y enfrentado por un elemento, quien golpeó su cámara.
“Desde afuera de la casa alcancé a observar que un policía al interior de la vivienda encañonaba a una persona. Tomé fotografías del hecho y de inmediato un oficial volvió a decirme que no tomara fotografías, esta vez de una manera más agresiva, manoteándome hacia la cámara y tirando golpes”.

“¡Gánchalo, a ese también nos lo vamos a llevar!”, alcanzó a escuchar de la Cerda mientras lo agredían y pedía ayuda a otros policías municipales que se hallaban en el lugar, sin embargo nadie acudió a auxiliarlo.

Su cámara y su celular, herramientas de trabajo del reportero, fueron objeto de jaloneos ya que policías querían quitárselas, mientras dos unidades lo mantenían acorralado.

Lo comenzaron a asfixiar sujetándolo del cuello con el brazo; de acuerdo con la declaración del periodista y con una imagen, la agresión la habría perpetrado un solo hombre.

Sigifredo de la Cerda también contó que cuando era asfixiado por el oficial, otro aprovechaba para golpear sus testículos; finalmente le quitaron su equipo de trabajo, los esposaron y trasladaron al Ministerio Público de Sabinas, Coahuila.

Una vez en el Ministerio, las autoridades le cuestionarion que por qué no traía su chaleco con la leyenda “PRENSA”, ya que sin ese, le argumentaron, no pudieron reconocerlo.

De la Cerda fue fotografiado frente a una manta de la Procuraduría de Justicia del Estado de Coahuila “además de que le negaron en todo momento comunicarse con cualquier persona para avisar que estaba detenido y sin la posibilidad de ir al baño”.

El lunes 21 de agosto, luego estar detenido por 15 horas, a Sigifredo le avisaron que sobre él recaía la acusación de haber golpeado a un oficial y por poner resistencia a ser arrestado.
“Después de que me metieron a una celda, aproximadamente a las dos y media de la mañana, uno de los agentes me decía que a veces ellos tienen que mentir para agilizar las cosas y me dijo: –Pudiéramos poner que tú me agrediste y ahorita mismo sales–. Yo me negué a hacerlo y el agente me dijo que igual podían decir que me detuvieron por cualquier cosa, que incluso podían sembrarme marihuana […] A ese agente lo habían golpeado las personas que estaban dentro del domicilio en el que irrumpieron, él mismo lo dijo”.
Con sólo la acusación de lesiones, ya que el cargo de resistencia a particulares le había sido retirado, Sigifredo salió de su celda, esposado de las manos y de los los pies, la mañana del 21 de agosto, hecho que los compañeros del fotógrafo y su abogado cuestionaron a las autoridades.
“Aproximadamente a las 2:00 pm del 21 de agosto, el periodista fue liberado, no sin antes hacerle saber que el proceso por lesiones continuaba y que la autoridad posteriormente se comunicaría con él. Fue hasta las 4:30 pm que le fueron devueltas sus pertenencias, sin embargo, cuando las revisó, notó que las fotografías y el contenido relativo al incidente había sido borrado de su teléfono y cámara fotográfica.”

Artículo 19  “exige al Gobierno de Coahuila garantizar el ambiente propicio para el ejercicio periodístico en la región. Del mismo modo, exigimos a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila y en especial a la Policía Ministerial para que se abstenga de prácticas como la registrada en el caso de Sigifredo de la Cerda. El periodista no sólo fue atropellado en su derecho a recabar información y fue detenido arbitrariamente, sino también fueron vulnerados sus derecho a ser informado de la causa de su detención, a la garantía de su integridad física y psíquica, y a informar de su detención a familiares o personas de confianza”.

FUENTE: SIN EMBARGO
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/24-08-2017/3292236