La desigualdad sigue siendo “históricamente alta” en los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). Y México está situada entre los que cada vez más sufren esa lacra en los últimos años. Según el informe sobre Reformas Fiscales publicado esta semana, el país se ubicó en el último lugar de las naciones en donde los impuestos no ayudaron a reducirla.
El organismo que preside Ángel Gurría, y que utiliza el llamado “índice de Gini”, un parámetro para medir la desigualdad, dice que durante la crisis financiera la brecha entre los que ganan más y los que menos ha crecido en 20 de los 33 países con datos disponibles de la OCDE.
El mayor aumento de la desigualdad es el observado en Grecia (8 por ciento) y la mayor caída se ha producido en Turquía (-12 por ciento). Para la media de la OCDE, el coeficiente de Gini sobre los ingresos del mercado (basado en el población), sólo subió ligeramente (0. 7 por ciento) en comparación con 2010.
En el informe de la OCDE, México se ubica en el último lugar en la medición de una reducción de la desigualdad una vez que operan los impuestos, los subsidios y otros mecanismos públicos como la sanidad, herramientas con las que cuenta el Estado para redistribuir los ingresos.
En promedio, en los países de la OCDE, estos sistemas redistributivos reducen la desigualdad en más de una cuarta parte. No obstante, el impacto de la redistribución ha menguado en dos tercios de los países de la OCDE desde 2010. Esto puede reflejar, explicó la OCDE, que los recortes y la reducción de la progresividad del sistema tributario han hecho mella en los mecanismos de redistribución.
Existen diferencias considerables entre los países, y la redistribución más exitosa se realiza en Irlanda con 41 por ciento y la más débil en México 0.3 por ciento, señaló el informe.
Además, el organismo con sede en París ha actualizado el porcentaje del PIB de cada país miembro que se ingresa en impuestos. En este caso, México se ubicó como el país con menores ingresos (17.4 por ciento) mientras que Dinamarca, es el que cuenta con mayores ingresos por impuestos (46.6 por ciento).AUMENTO EN LA DESIGUALDAD
Durante la administración de Enrique Peña Nieto sólo 68 mil 249 personas lograron salir de la pobreza, ya que la cifra de pobres pasó de 53 millones 349 mil 902 personas en esa condición en 2012, a 53 millones 418 mil 151 en 2016, de acuerdo con el análisis hecho por Oxfam México sobre los datos de la ENIGH 2016 y los datos presentados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Rocío Stevens Villalvazo, Directora de Public Engagement de Oxfam, sostuvo que esa reducción es inaceptable y que por lo tanto, no se deben permitir los discursos triunfalistas.
“Si se analizan los datos de pobreza que presenta el Coneval para 2016, el número de pobres se redujo un poco, pero con los datos de pobreza de 2012, en realidad en el sexenio ha habido una reducción mínima del número de pobres en México […], estas cifras no nos llevarían a dar un aplauso de pie en el Informe de Gobierno cuando son seis años de muchísimo gasto en inversión de programas sociales y realmente el impacto en reducción de pobreza ha sido mínimo. […] Aunque es una buena noticia, con reservas, que se haya reducido la pobreza, la reducción en el sexenio es inaceptable y no se puede cantar victoria ni aceptar discursos triunfalistas”, dijo en una reunión con medios de comunicación.
De acuerdo con el Coeficiente de Gini, en donde 0 representa ausencia de desigualdad y 1 desigualdad máxima, Mexico se ubicó en 0.79 en 2015, según cifras presentadas por otro organismo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal),en el mes de mayo.
Dos terceras partes de la riqueza total están en manos del 10 por ciento de las familias de acuerdo a información proporcionada en el informe Panorama Social de America Latina. “La repartición es aún más desigual en los activos financieros, pues el 80 por ciento del total de los activos financieros”, señaló el análisis de la Cepal.
De acuerdo con el Coeficiente de Gini, 2008 a 2016, hubo una reducción de desigualdad de 0.0114 puntos, al pasar de 0.4739 a 0.4625; pero sólo en la administración de Peña Nieto la disminución es aún menor: de 2012 a 2014 la baja es prácticamente nula, al quedar en 0.4644 y de 2014 a 2016, la diferencia fue de 0.0019 puntos.
Actualmente, el decil I, que es el más pobre, tiene un ingreso corriente promedio trimestral de 6 mil 820 pesos. Mientras que el decil X, que alberga a la población más rica del país, reporta ingreso de 160 mil 820 pesos.
La secretaría ejecutiva de la Comisión, Alicia Bárcena ha explicado “que puede ser que en desigualdad de ingreso, México presente un Gini superior al 0.45 pero cuando nos vamos a la riqueza estamos en 0.79 y eso nos parece muy relevante”, según recalcó durante la presentación del informe Panorama Social de América Latina 2016, en mayo pasado.
Entre las cifras que proporciona la Cepal entre 2003 y 2014, la economía mexicana creció a un promedio anual del 2.6 por ciento; no obstante, la riqueza alcanzó un crecimiento real promedio anual del 7.9 por ciento en el mismo período.
Para Diego Vázquez Pimentel, gerente de investigación de Oxfam, aunque hay una disminución en la desigualdad desde 2008, ésta aún es alta y los avances son muy bajos, ya que junto con Chile, México es el país más desigual de entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
De acuerdo con el análisis hecho por Vázquez Pimentel y Milena Dovalí, en 2012, el 10 por ciento más rico ganaba 25 veces más que el 10 por ciento más pobre. Actualmente, ese 10 por ciento más rico gana 23 veces más
Datos de la ENIGH 2016, muestran que el 10 por ciento más rico (12 millones de personas) concentran alrededor del 36.6 por ciento del ingreso total de los hogares en el país; el 10 por ciento más pobre (también 12 millones de personas), sólo el 1.8 por ciento del ingreso nacional. Mientras que el 50 por ciento de la población (64 millones de personas) concentran apenas el 20.1 por ciento del ingreso.
Estos cálculos realizados con base en la ENIGH 2016, aclaró el investigador, influye un subreporte, ya que tanto de los más ricos y los más pobres puede haber información de menos recursos por cuestiones tributarias, de seguridad o incluso de ignorancia, lo que ha generado un truncamiento estadístico y por lo tanto, una subestimación de la desigualdad.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/14-09-2017/3307542