Desde el pasado 23 de agosto en un acto insólito e histórico, la empresa petrolera anunció que la refinería Madero detendría sus operaciones paulatinamente hasta llegar a un paro total en sus trabajos, como parte del proyecto para aumentar la producción de diesel y gasolinas, y “estabilizar su productividad”.
Según información proporcionada por personal de Pemex, fue la planta de Coque la última que frenó sus operaciones, misma que necesitará la mayor inversión, que oscila en mil 300 millones de pesos.
"La rehabilitación comenzará la próxima semana y si bien es cierto que ayer quedó totalmente parada la planta, siguen estos días posteriores para vaciar y purgar algunas líneas y que se vaya consumiendo poco a poco, para después, el 12 de septiembre, poder revisar equipos y abrir líneas", explicó Humberto Oliva.
Pemex informó que los trabajos de modernización en la Refinería de Tamaulipas costarán alrededor de tres mil millones de pesos y quedarán bajo la responsabilidad de las compañías Cethasa, Grupo Olram y Servicios de Ingeniería Especializada, las cuales afirmaron que respetarán a los trabajadores sindicalizados de la petrolera.
"El 11 o 12 de septiembre ya tenemos posibilidad de comenzar a hacer algunos tipos de trabajos de reparación", dijo el entrevistado.
Es la primera ocasión en más de 100 años de operación de esta refinería que paró en forma total sus operaciones, mismas que deberán terminar en diciembre para reactivar el centro de refinación, según un comunicado de prensa de Pemex.
FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: DAVID CASTELLANOS TERAN