Rodolfo Raúl González Vázquez trabajó en el Cisen –el órgano de inteligencia civil del Estado mexicano– entre 2001 y 2011. Fue capacitado y detección de personas nada menos que por el Mossad (HaMosad leModi’in ulTafkidim Meyuhadim: Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales), la agencia de espionaje internacional de Israel. Y estas habilidades fueron puestas al servicio del ambicioso góber bala.
Moreno Valle es acusado de espiar al propio presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y a los secretarios de Estado Miguel Ángel Osorio Chong (Gobernación), José Antonio Meade (Relaciones Exteriores), Luis Videgaray (Hacienda y Crédito Público) y Rosario Robles (Desarrollo Social). Además, de adversarios al interior de su propio partido (Acción Nacional, PAN) como Margarita Zavala, la otra impresentable precandidata a la Presidencia de la República; el dirigente nacional de ese partido Ricardo Anaya, y el actual gobernador de la entidad, Antonio Gali.
El exagente del Cisen y exempleado de Moreno Valle incluso señaló con precisión el periodo de tiempo durante el cual se espió a los personajes señalados.
Detalló que las comunicaciones son intervenidas a través del sistema Galileo (una plataforma similar a la de Pegasus, aunque no hay indicios de que cuente con la misma potencia: cientos de aparatos al mismo tiempo y capacidad para activar incluso la cámara del smartphone). Este malware, dijo González Vázquez, “lanza explods en forma de fotografías, archivos de audio y también de texto, mismos que son enviados a correos electrónicos. Cuando el objetivo [la persona espiada] lo abre, queda infectado. Así se puede ver toda la agenda, mensajes, historial de llamadas”.
Sin embargo, eso no parece ser lo más ruin de la organización del exgobernador. De acuerdo con los participantes en la conferencia, el grupo clandestino de Moreno Valle tenía también la encomienda de ubicar a determinadas personas, secuestrarlas, obtener información de ellas y “eliminarlas”. El exagente del Cisen recibió la orden de ubicar y eliminar precisamente a uno de los participantes en la conferencia: Anwar Salomón.
A decir de González Vázquez, cuando recibió la orden “siciliana”, no tuvo dudas en denunciar al grupo delictivo. Explicó que en un inicio tuvo sospechas de que se estaban cometiendo irregularidades. Luego ya sin ambages le encargaron ubicar, levantar y “chingarse” a Anwar.
“Ya no se trataba de información política, sino de ubicar y eliminar a una persona. Yo tenía indicios de que en esa oficina clandestina se dedicaban a actividades delincuenciales, pero no que eliminaran personas. Aquí se trataba de poner a ciudadanos en manos de criminales y cuando trabajé en el Cisen lo hacíamos para entregarlos a la justicia.”
Todo consta en una denuncia penal interpuesta ante la Procuraduría General de la República (PGR) bajo el folio FED/SEIDF/CGIUE/0001938/2017. Incluye grabaciones, datos sobre teléfonos clonados, lista de personajes espiados (alrededor de 50), copias de comprobantes del pago mensual a compañías concesionarias telefónicas y los nombres de las personas a las que les pagaban para que cada mes entregaran los pliegos de las llamadas con las grabaciones. Incluso, González Vázquez entregó audios de las órdenes que le daban: quién las pedía y quién las ordenaba.
Otro hecho sorprendió: la solidez de la denuncia y la gravedad de los hechos no fue recogida por la mayoría de la prensa mexicana. Al día siguiente de la conferencia, sólo La Jornada le dedicó la de ocho en la primera plana y Milenio el cintillo. Todos los demás no consideraron que fuera una denuncia digna de , aunque las andanzas Eva Cadena o Rigoberto Salgado parezcan juego de niños frente a las actividades de Moreno Valle. También la reacción del gobierno federal fue muy tibia, minimizó el asunto. ¿Será que el precandidato panista sí les escuchó y grabó algo?
Varias preguntas quedan en el aire. ¿Moreno Valle salvará el pellejo con tan sólo bajarse de la lucha por la Presidencia o sí tendrá que enfrentar a la justicia por sus actividades delictivas? ¿Dónde están y en qué andan los demás colegas de Rodolfo Raúl González Vázquez, exempleados del Cisen, víctimas de las purgas ocurridas durante los sexenios panistas? ¿Todos estos capacitados en labores actividades de inteligencia denunciarán las actividades ilegales en las que los quieren involucrar o habrá quienes gustosamente pongan sus habilidades al mejor postor?
Fragmentos
El pasado sábado 26 murió el yoreme Luciano Espinosa Medina. Probablemente nunca arengó en defensa de la cultura y los derechos de los pueblos indígenas. Pero hizo mucho más por su nación yoreme que todos los activistas indigenistas oficiales o los revolucionarios pro indígenas. Sólo abrazó su condición de mayo, yoreme. Vivió como viven sus hermanos y vivieron sus padres y abuelos. Joven sabio, los sueños le confirmaron su vocación por los oficios: estaba llamado a ser pascola, condición que adquirió una pesada noche en una cueva. Creció en sabiduría a golpe de cientos de pahkos, cigarros, pláticas con los más viejos y amuletos. Su partida, a los 52 años de edad, es una pérdida para el bravo pueblo mayo, acosado por todos lados y menospreciado por algunos de sus propios pueblos hermanos. Gratitud para Chano. Que por él los pascolas no paren su danza. Por el , que se raspe con más fuerza el huirukiam, suenen los tenabaris, se sacudan las sonajas; que se agiten y encrespen los cabellos de la máscara. Y dejen ver, de vez en vez, esa herida con dientes que es la risa del pascola. ¡Chiokore!
FUENTE: CONTRALINEA
AUTOR: ZÓSIMO CAMACHO