Ante la amenaza de perder su sustento, Isabel y una docena de mujeres más se han organizado para defender su territorio: su lucha no es por mil metros, ni diez y tampoco cien, son 8 mil 150 hectáreas que el gobierno federal de Felipe Calderón concesionó a las empresas mineras Plata Real y Dowa, como parte del corredor minero de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) y que en palabras del titular de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las ZEE, Gerardo Gutiérrez Candiani, “antes de que concluya el año” se emitirá el decreto para la región del Istmo. Isabel, se opone a la explotación minera porque esta actividad afectaría severamente a uno de sus afluentes naturales de mayor importancia ancestral, el río Guigu Bicu (“De los Perros”), porque sin él, decenas de hectáreas de maíz morirían, no hay forma de regarlas con otra agua.
“No es por nada, pero sin maíz no hay país, el que tenemos aquí en nuestro pueblo es un grano único, endémico… por eso es que luchamos tanto porque la soberanía alimentaria siga viva, porque las mujeres sigamos haciendo nuestra tortilla típica lejos de sustancias tóxicas que trae la minería, eso queremos privilegiar: alimentos sanos y fuertes”, expresa Isabel, quien forma parte de Mujeres del Centro Promotor de Tecnologías Alternativas Bibaani, una organización que busca concientizar sobre las afectaciones que la minería acarrea y la importancia de la soberanía alimentaria en la región.
FUENTE: EDUCA OAXACA
AUTOR: LA REDACCION
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