Durante este mes, la UNAM y la Universidad de Kyoto, instalarán en la brecha sísmica de Guerrero, que se extiende desde Acapulco a Papanoa, instrumentos de medición sismológica en el fondo del mar y tierra para analizar mejor y como nunca antes se ha hecho en México los procesos tectónicos para cuantificar el potencial sísmico de la brecha, en donde es probable se origine un gran temblor.
El líder del proyecto por la parte mexicana, Víctor Manuel Cruz Atienza, se abre la posibilidad de instrumentar no sólo ese segmento de la brecha sísmica de Guerrero, sino también su porción al sureste de Acapulco o en el Istmo de Tehuantepec, en donde también hay una brecha sísmica preocupante.
El investigador detalló que en el fondo marino habrá 7 sensores de presión hidrostática para observar deformaciones verticales de la corteza continental, 2 sitios GPS acústicos para la deformación horizontal y 7 sismómetros de fondo marino, que se sumarán a la red terrestre, compuesta de 14 sismómetros ultrasensibles y 33 GPS diferenciales.
La red que quedará instalada este mismo año, es un esfuerzo de instrumentación sin precedente en el que además participa el Conacyt, Cenapred y las agencias japonesas de Cooperación Internacional y de Ciencia y Tecnología.
FUENTE: EDUCA OAXACA
AUTOR: REDACCION
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