Pese a que se trata de un delito del fuero federal, este fin de semana, vecinos de Unión Hidalgo, denunciaron la complicidad de la autoridad municipal que encabeza Wilson Sánchez Chevez para arrojar cientos de escombros sobre el cauce del río Espíritu Santo. Esta vez, se realizó a la altura de la comunidad El Zapotal; en octubre pasado fue en las cercanías de las poblaciones de San Lázaro y Juquilita.
De acuerdo con expertos de la UNAM, el cascajo puede interrumpir el paso del agua en una barranca y provocar inundaciones, escurrimientos, afectaciones a los ecosistemas de áreas naturales protegidas, por ello recomiendan almacenar el escombro en una topografía lo más regular y plana posible, que no sea inundable ni área de reserva natural.
Cabe mencionar que el mes pasado el gobierno mexicano firmó un acuerdo con algunos gobiernos locales (entre los cuales no figura Oaxaca pese a ser uno de los más afectados) en el que se establecen las bases de colaboración para la disposición y manejo adecuado de los escombros generados por los sismos y así evitar impactos a la salud de la población y al medio ambiente.
FUENTE: EDUCA OAXACA
AUTOR: REDACCIÓN
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