La trata de personas pulula, sin cifras exactas, en un México “en el que se camina sobre cadáveres’’, aseguraron expertos internacionales y nacionales desde la UNAM.
En el país, niños, niñas, adolescentes, mujeres, indígenas y migrantes son los sectores más vulnerables ante el problema de la trata, delito “que convierte en mercancías que son seleccionadas, muchas veces trasladadas para ser explotadas de diversas formas’’, explicaron durante la inauguración del Seminario Internacional: La trata de personas en contextos de movilidad humana.El evento, que contó con la participación de Mario Luis Fuentes Alcalá, encargado de la cátedra sobre trata de personas en la máxima casa de estudios; Christopher Gascon, representante en México de la Organización Internacional para las Migraciones (OMI); Mark Manly, del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y Luis Raúl González Pérez, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), sirve para poner en la agenda pública el tema que “no debe ser olvidado, ni permanecer en la impunidad’’.
Los principales destinos de las personas enganchadas por tratantes son la explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud, mendicidad forzada, extracción de órganos, entre otras, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
A las causas se anexa la falta de acciones por parte de las autoridades y a la desconfianza que tienen los ciudadanos de ellas, ejemplificó Fuentes Alcalá. El problema ocurre en un contexto de violencia, corrupción, impunidad, y un profundo hartazgo por parte de la población, según el especialista.
“Tenemos que reconocer que no tenemos todas las respuestas, que no es un tema de recursos o de mejores leyes, sino es un proceso complejo frente a la falta de confianza a las autoridades’’, dijo.Los criminales se aprovechan de las esperanzas y anhelos de la gente y abusan para poder obtener ganancias. ¿Cómo? Por medio de la violencia física o psicológica.
“En el pasado hablábamos del sueño americano, hoy no sólo es eso, sino tratar de escapar de situaciones o conseguir mejores oportunidades’’, explicó González Pérez, Presidente de la CNDH.
“Todos y todos podemos ser víctimas de este delito; por eso es necesario estar alerta’’, informa la Comisión.
¿CUÁL ES LA SITUACIÓN EN MÉXICO?
En México, las víctimas de trata tienen el derecho al trato digno, asesoría jurídica, atención médica, reparación del daño, protección de su identidad, al cambio de identidad, al alojamiento, a la capacitación y oportunidades de empleo, y a la información. O al menos eso dice la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley General de Víctimas y la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los delitos en materia de Trata de personas y para la Protección y Asistencia.
“México tiene que fortalecer su política pública, porque la norma existe, pero tenemos que fortalecer la política de cumplimiento para esa norma’’, determinó Luis Raúl González Pérez, Presidente de la CNDH.“México tiene que informar sus derechos a las personas en movilidad humana. No se informa lo suficiente. Se debe asesorar’’, profundizó.
Gascon, de la OMI, señaló la necesidad de levantar la voz y aceptar la realidad a la que deben enfrentarse las autoridades mexicanas.
El incremento de la clandestinidad en las rutas migratorias se traduce en mayores riesgos para los nacionales y extranjeros, los cuales, en su mayoría, vienen de Guatemala, El Salvador, Colombia, Honduras y Costa Rica.
La trata de personas no sólo se presenta en ámbito transnacional, sino también en el ámbito interno. Las principales causas tienen que ver con la situación económica, social, natural y política de los afectados.
LAS CIFRAS
De acuerdo con cifras de las Naciones Unidas, México se encuentra entre los 25 países con más víctimas del delito. Sin embargo, no hay cifras exactas.
La trata de personas es un delito que no se ha podido erradicar en México, y tampoco se ha podido dimensionar, “por lo que sólo estamos en la posibilidad de formular estimaciones sobre su magnitud’’, determinó Pérez.
“Si la identificación y ubicación de las víctimas de trata de personas nacionales es difícil y compleja, la identificación y ubicación de aquellas que son migrantes, repatriados o refugiados presenta mayor grado de complejidad, lo cual propicia que la tragedia que viven se llegue a invisibilizar y las posibilidades de que reciban ayuda, se minimiza’’, lamentó González Pérez.FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: CARLOS VARGAS SEPÚLVEDA.
LINK: http://www.sinembargo.mx/09-11-2017/3347512