A un mes de que se cumplieran tres años de haber sido encarcelado, un juez decretó anoche la libertad definitiva de Rubén Sarabia Reyna, Simitrio, líder moral de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) “28 de Octubre”.
En breve comunicado, Tonatiuh Sarabia Reyna, hijo de Simitrio, informó que el juez determinó la absolución de los cargos que se le imputaban a su padre, sin dar mayores detalles.
“Nuestro compañero Rubén Sarabia Sánchez Simitrio ya está en libertad, resultado de la enorme lucha solidaria con la que el pueblo mexicano ha rodeado a las masas de la UPVA “28 de octubre”; en esta lucha por la defensa y desarrollo de su carácter como instrumento de lucha. Aprovechamos”, puntualizó.
Esta mañana la agrupación convocó a una rueda de prensa para dar mayor información sobre el fallo del juzgado que pone fin al encarcelamiento de Simitrio.
Sarabia Sánchez fue detenido el 19 de diciembre de 2014, supuestamente por haber violentado su libertad condicional. Una vez recluido en el penal de San Miguel, se le levantaron nuevos cargos por supuesto narcomenudeo.
Pese a ganar una serie de amparos, el gobierno de Puebla, en ese entonces a cargo de Rafael Moreno Valle, interpuso recursos para evitar su excarcelación.
A finales de marzo pasado, Simitrio obtuvo la prisión domiciliaria debido a problemas de salud, y en agosto siguiente el Comité de Detenciones Arbitrarias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) emitió una opinión en la cual señaló que Simitrio fue apresado de manera arbitraria como parte de una persecución por sus actividades políticas y su rol como líder sindical.
Además de pronunciarse por su libertad inmediata, la ONU pidió al gobierno de Puebla que entregara al líder moral de la UPVA “28 de Octubre” una indemnización para resarcir los daños causados por su encarcelamiento arbitrario.
El pasado 15 de octubre, el líder de los comerciantes fue reconocido con el premio nacional “Carlos Montemayor”, que fue recibido por su esposa Rita Amador porque el gobierno poblano negó a Simitrio el permiso para acudir personalmente a Bellas Artes, pese a que contaba con autorización del juzgado.
AUTOR: GABRIELA HERNÁNDEZ.