El Grupo Televisa, que fuera el consorcio más poderoso de la televisión latinoamericana, sigue empantanado en la crisis financiera que en 2016 lo obligó a replantear sus opciones de negocio y recientemente obligó a Emilio Azcárraga Jean a dejar su dirección general. Pero las cosas empeoraron en cuestión de semanas: sobrevinieron tragedias, como la muerte de la actriz Maru Dueñas y la de su vicepresidente de Telecomunicaciones, Adolfo Lagos, además de que se le fincaron graves imputaciones a la televisora por sobornos en el Fifagate y sus acciones se depreciaron nuevamente.
En menos de un mes, desde el anuncio anticipado de la salida de Emilio Azcárraga Jean como director general, Grupo Televisa ha vivido una suma de tragedias, digna del guión de una serie policiaca.
El 15 de noviembre el argentino Alejandro Burzaco, testigo clave en el escándalo del Fifagate, involucró a la televisora ante una Corte federal de Estados Unidos en la red de pago de sobornos por 15 millones de dólares para ganarse los derechos de transmisión del Mundial de Futbol en 2026 y 2030; el domingo 19, asesinaron en la carretera Tulancingo-Pirámides a su vicepresidente de Telecomunicaciones, Adolfo Lagos, director general de Izzi que dejaría la empresa el próximo año, y el viernes 24 la compañía acumuló una pérdida de 25% del valor de sus acciones en el mercado bursátil mexicano, su peor racha en los últimos 20 años.
Hasta la muerte de la actriz, directora y productora Maru Dueñas y de Claudio Reyes Rubio sacudió a la televisora, en especial a la comunidad de actores y productores de Televisa. Ambos fallecieron el 11 de noviembre al impactarse con un camión en la carretera de Cuernavaca. Rodaban la telenovela Me declaro culpable.
La suma de malas noticias para la empresa de contenidos mediáticos más grande del país comenzó en octubre de este año, al darse a conocer sus resultados financieros al tercer trimestre de 2017: sus ventas netas bajaron 3.8% (22 mil 832 millones de pesos) y las ventas de publicidad cayeron 8.4% (4 mil 943 millones de pesos), en comparación con el mismo periodo de 2016.
Este año será peor financieramente para Televisa que 2016, cuando sus utilidades netas disminuyeron 65.9%, más de 2 mil personas fueron despedidas de las distintas áreas del consorcio y el pago de su deuda se incrementó a 9 mil 532 millones de pesos.
Frente a la crisis de 2016, Televisa anunció para este 2017 una reducción de inversiones. Justamente una de las áreas más castigadas fue la de telecomunicaciones, a cargo de Adolfo Lagos Espinosa, quien llegó al consorcio en 2013 con el encargo de completar la renovación de sus cinco grandes compañías subsidiarias en esta área (Bestel, Cablevisión, Cablemás, TVI y Sky), que para entonces ya representaban la segunda fuente de ingresos más importante para la compañía.
En febrero de 2017 Alfonso de Angoitia anunció el repliegue de Televisa en el mercado de televisión de paga y especialmente en Izzi, la compañía creada en 2014 por Lagos para ofrecer servicios de triple play (televisión, telefonía e internet). Este año se redujeron en 37% las inversiones en capital al pasar de mil 600 millones de dólares en 2016 a mil millones de dólares.
En los dos últimos años Televisa peleó contra los amparos de sus competidores, especialmente Total Play y Dish, para que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) no le impusiera una regulación asimétrica como agente dominante en el sector, a pesar de tener 62% de los suscriptores de televisión de paga.
Estas áreas eran responsabilidad de Adolfo Lagos Espinosa, quien llegó a Grupo Televisa siendo ajeno al núcleo de los Cuatro Fantásticos que tomaron el control de la televisora en 1997, cuando Emilio Azcárraga Jean concentró los cargos de director general y presidente del consejo de administración de la empresa.
Lagos trabajó 23 años en Bancomer, el banco fundado por su tío Manuel Espinosa Yglesias, y después fue director de Grupo Financiero Serfín, con Adrián Sada, y jefe de la División de Banca de Mayoreo Global en Banco Santander.
En febrero de 2013 se integró a Televisa como vicepresidente de Telecomunicaciones, un alto cargo creado para él. “En esta nueva posición, el señor Lagos supervisará el continuo crecimiento y la expansión estratégica de la división de cable y telecomunicaciones, que comprende a las empresas de cable propiedad de Televisa y Bestel”, afirmó el comunicado oficial de la empresa.
Lagos también participó en los consejos de administración de otras empresas, incluyendo Mexichem, la compañía privada con la que el entonces director de Pemex, Emilio Lozoya, firmó un polémico convenio de coinversión de 518 millones de dólares para la refinería de Pajaritos.
La crisis de 2016 y 2017 provocó un replanteamiento en la estructura de la empresa. La televisión por cable y vía satelital (Sky) comenzó a ser desplazada por la televisión on line (Netflix) y por otras plataformas de contenido vía internet, aunque los ingresos de Televisa dependen cada vez más de las telecomunicaciones y cada vez menos de la venta de contenidos de televisión abierta.
La sospechosa muerte de Lagos
En la tarde del domingo 19, en pleno puente vacacional, Televisa lamentó y confirmó que su vicepresidente Adolfo Lagos había fallecido en el Estado de México. La primera versión de la Fiscalía General de esa entidad señaló que se trató de un homicidio por intento de asalto en el kilómetro 44 de la carretera México-Tulancingo para despojarlo de su bicicleta Gama modelo 2018 Works Roubaix.
Lagos iba acompañado por un amigo y dos guardaespaldas armados en una camioneta gris. Los asaltantes huyeron y el ejecutivo de Televisa, herido, fue trasladado a un hospital de Coacalco, donde falleció.
El lunes 20 la propia fiscalía emitió un comunicado y el caso dio un giro espectacular, generando molestia al interior de Televisa: según las pruebas de balística, el proyectil que se alojó en el abdomen de Lagos y lo mató no provino de un asaltante, sino de uno de sus escoltas.
“Nosotros estamos claros en que el escolta trató de defender a su jefe. No hemos encontrado ni tenemos indicio alguno para establecer que hubiera alguna cosa de otra naturaleza”, afirmó el fiscal Alejandro Gómez Sánchez, dando virtual “carpetazo” tanto a la investigación por homicidio doloso como por una posible ejecución.
El relato del fiscal y la información proporcionada a los medios resultaron aún más confusos: dos personas salieron de las nopaleras del camino para asaltar a Lagos, caminaban en contraflujo y “parecía que al menos uno de ellos portaba arma de fuego”. El primer escolta disparó, pero el balazo impactó en el espejo retrovisor. Se bajó con la camioneta andando y disparó otra vez. Los asaltantes dispararon contra la camioneta y “ahí se baja el que iba de piloto y dispara”.
“Desafortunadamente, el señor Lagos queda en la línea de fuego y el impacto se incrusta en su lado derecho del abdomen”, afirmó Gómez Sánchez.
La versión oficial, filtrada a diversos medios y basada en el testimonio de tres testigos (los dos escoltas y un compañero de trabajo de Lagos que estaba con él), se volvió todavía más rocambolesca.
Uno de los escoltas hizo 12 disparos; y el que conducía, al bajar del vehículo, no puso el freno de mano y la camioneta atropelló a Lagos. En su traslado al hospital para atender a su jefe herido, se les ponchó una llanta. Pidieron la ayuda de un agente de la Policía Federal de Caminos, pero no pudo atenderlos porque estaba “levantando una infracción”. Esperaron a que llegara una ambulancia de Caminos y Puentes Federales (Capufe) y cuando trasladaron a Lagos a un hospital de Coacalco, ya era demasiado tarde.
El jueves 23 la fiscalía mexiquense informó que habían identificado a los dos sujetos que intentaron asaltar al vicepresidente de Televisa. Se trata de Celso “N” y Daniel “N”, que pertenecen a una banda de asaltantes de turistas y ciclistas en la zona. Supuestamente son originarios de San Felipe Teotitlán, municipio de Nopaltepec, y uno de ellos tiene antecedentes penales por robo.
En medio de estas versiones, Grupo Televisa rompió su pacto de silencio con el gobierno federal y estatal. En todos sus noticiarios ha difundido las cifras y casos recientes sobre el incremento de la inseguridad y la violencia en el país, señalando que este año ha sido el más crítico de las últimas dos décadas, con más de 21 mil muertos.
Carlos Loret de Mola hizo una entrevista muy crítica al fiscal mexiquense Alejandro Gómez, un día después que se conoció el “homicidio imprudencial” de uno de los guaruras.
“–¿La cadena de custodia del proyectil está limpia, está transparente? –preguntó el conductor de noticias.
“–Nosotros entendemos que así es.
“–Pero no están seguros.
“–Hemos hecho todas las diligencias correspondientes para que la cadena de custodia cumpla los requisitos de ley.
“–¿No toman en cuenta otras pruebas? Se han centrado en la bala del escolta. ¿Se acabó el asunto?
“–-De ninguna manera. Como se ha señalado precisamente en el comunicado que se emitió anoche, se están practicando las diligencias necesarias para el total esclarecimiento de los hechos… Es de la mayor importancia dar a conocer la causa de la muerte del señor Lagos para evitar, por supuesto, todo tipo de especulaciones.”
Sin embargo, las especulaciones no han disminuido. En su cuenta de redes sociales el reportero Carlos Jiménez, del periódico La Razón, publicó una foto del “momento en que el exmilitar y escolta del vicepresidente de Televisa cambiaba la llanta de la camioneta, mientras su jefe agonizaba por el balazo que le propinó”.
¿Quién tomó la foto? ¿Fueron de las cámaras de seguridad? ¿Quién las filtró?, fueron las preguntas más comunes de los usuarios de las redes sociales.
El viernes 24, El Universal publicó en su columna El Caballito que en Televisa “están muy sentidos por la falta de tacto para tratar el tema, en el que incluso aseguran que no los han contactado para informarles de los avances, como mera cortesía, y se han tenido que enterar por los comunicados de prensa” de la Fiscalía General mexiquense.
El “Fifagate”
El homicidio de Lagos ocurrió cuatro días después que Alejandro Burzaco, exdirector general de la empresa comercializadora de deportes Torneos y Competencias, reveló ante una Corte de Nueva York que Grupo Televisa, O’Globo de Brasil y Fox Sports formaron parte de una red de pago de sobornos por 15 millones de dólares que se hicieron a ejecutivos de la FIFA para ganar los derechos de transmisión por televisión de las copas mundiales de futbol 2026 y 2030.
Burzaco, uno de los 42 testigos involucrados en el escándalo del Fifagate, está acusado de pagar más de 110 millones de dólares en sobornos para obtener derechos de transmisión televisiva. Llegó a un arreglo con la fiscalía tras recibir amenazas de muerte, a fin de delatar la red de corrupción y reducir su pena, así como devolver 21 millones de dólares
En medio de los testimonios de Burzaco, en Argentina apareció muerto Jorge Delhon, abogado que trabajó para el programa de televisión Futbol para todos. La información de este caso es confusa también: Delhon se suicidó arrojándose a las vías del tren poco antes que Burzaco testificara y revelara la red de sobornos que llega hasta el exhombre fuerte del futbol argentino, Humberto Grondona, quien fue vicepresidente de la FIFA.
El testimonio de Burzaco cimbró de nuevo en Televisa. Entre el 15 y 16 de noviembre la compañía emitió dos comunicados para negar “cualquier acción indebida” en esta trama y para afirmar que la compañía “nunca tuvo conocimiento o autorizó, de forma alguna, soborno o conducta inapropiada alguna”.
En segundo lugar, Televisa informó en otro comunicado que contrató a la firma especializada de abogados neoyorquina Bronstein, Gerwitz and Grossman LLC para investigar “si Grupo Televisa o ciertos de sus funcionarios o directivos han violado las leyes federales de valores” de Estados Unidos.
Televisa reaccionó de manera similar a la del verano de 2016, cuando un documento anónimo de 15 cuartillas llegó a la Securities and Exchange Commissions (SEC), la máxima autoridad regulatoria bursátil de Estados Unidos, señalando una trama de cuentas “ocultas”, pagos en efectivo de gobernadores por publicidad que no ingresaron oficialmente a las arcas de la empresa y que involucraban a su vicepresidente Alfonso de Angoitia.
En esa ocasión, Televisa informó que otro bufete de abogados de Nueva York –Wachtell, Lipton, Rosen & Kratz– realizó una “investigación interna” para conocer el origen del documento y los hechos que se delataban (Proceso 2062).
El antecedente más importante del escándalo que involucra a Televisa con el Fifagate fue otra nota, publicada el 26 de octubre por The New York Times. Firmada por Tariq Panja, revela que una empresa llamada Mountigri Management Group, formada por sólo tres personas, “amasó discretamente los derechos exclusivos de los partidos de la Copa del Mundo en buena parte del continente americano, de México a Argentina, hasta 2030”. Esta desconocida empresa off shore habría tenido los contratos de 16 naciones de América Latina.
“Las autoridades de Estados Unidos ayudaron a revelar que Mountigri es, en realidad, una filial de la gigantesca cadena de televisión Grupo Televisa”, afirmó la nota. Mountigri pagó cerca de 190 millones de dólares para afianzar las transmisiones de los mundiales de 2018 y 2022.
La clave de esta nota está en el siguiente párrafo, que remite a Alejandro Burzaco, pieza clave del Fifagate: “Para llegar a este acuerdo con la FIFA, Mountigri recibió el apoyo de Alejandro Burzaco, un empresario argentino, según varias personas que tienen conocimiento de las negociaciones y pidieron el anonimato al no estar autorizados a dar estas declaraciones”.
Televisa ha negado cualquier relación con Mountigri y ha desestimado las revelaciones de Burzaco ante la Corte de Nueva York, pero el escándalo del Fifagate apenas está comenzando su segundo capítulo.
El día que se conocieron las declaraciones de Burzaco, las acciones de Grupo Televisa disminuyeron 2.4% en la bolsa de valores de Nueva York.
Este reportaje se publicó el 28 de noviembre de 2017 en la edición 2142 de la revista Proceso.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JENARO VILLAMIL.
LINK: http://www.proceso.com.mx/512865/televisa-tragedia-descredito-crisis