Durante la 43 sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el funcionario dijo que es necesario reconocer lo que no ha dado resultado.
“Hace poco más de una década, la inseguridad se convirtió en uno de los mayores flagelos para el país”.
"El fin del siglo pasado marcó el agotamiento de un modelo de seguridad reactivo que se había diseñado para agotar a una delincuencia poco sofisticada y que no era vista como amenaza para la tranquilidad de los ciudadanos", dijo ante 24 gobernadores que asistieron a la sesión.
Esta delincuencia mutó, dijo, desarrolló capacidades para crear otros mercados ilícitos para lucrar con comunidades y familias y retar a instancias de seguridad.
"Esta ecuación produjo condiciones favorables para la expansión de la inseguridad; así, a pesar de diversos esfuerzos, en 2012 el presidente de la República recibió un país agraviado por una violencia creciente y por un fenómeno criminal que ganaba terreno con rapidez. La atención del problema demandaba una visión de estado; no admitía soluciones mágicas ni simplistas", dijo.
Desde el salón Tesorería de Palacio Nacional, el secretario de Gobernación presentó distintas propuestas para combatir el trasiego de armas a través de una campaña de canje, coordinada por la secretaría de la Defensa Nacional y de la formación de policías. Igualmente un protocolo para atender la violencia de género.
FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: FABIOLA MARTINEZ Y ALONSO IRRUTIA