La minuta fue regresada esta mañana a la Cámara de Diputados, con cambios a nueve artículos y la adición de un transitorio, que la colegisladora deberá avalar, para poder turnarla al Ejecutivo federal.
Participaron 76 oradores en el debate, que inició antes de las 3 de la tarde del jueves y concluyó después de las seis de la mañana de este viernes. Una constante fue el reclamo repetido de parte de los legisladores del PAN y de las bancadas completas del PT Morena y del PRD de que se escucharan las observaciones de la ONU, la OEA, otros organismos internacionales, del Parlamento Europeo, universidades y expertos, sobre los riesgos de aprobar esa Ley de Seguridad Interior.
Los panistas votaron divididos y se confrontaron ante el pleno. Los senadores Juan Carlos Romero HIcks, Adriana Dávila, Laura Angélica Rojas, Víctor Hermosillo, Daniel Ávila y Raúl Gracia expresaron en tribuna que votarían en contra, ya que, coincidieron, reconocen la labor del Ejército, pero no podían avalar una ley que es inconstitucional, que es muestra del fracaso de la estrategia de seguridad del gobierno de Enrique Peña Nieto y ni siquiera al Ejército le va a servir.
“Buscamos que las fuerzas armadas actúen al amparo de la legalidad y consideramos que este proyecto no es lo que ellos merecen. Los Senadores del PAN lucharemos por lograr una ley que devuelva la dignidad a las Fuerzas Armadas”, recalcó el coordinador panista, Fernando Herrera. Anunció que los integrantes de su bancada votarían en conciencia.
Se avanza a un Estado policíaco y fortalece aún más el presidencialismo, expuso a su vez el senador Ávila. No impongamos a México mano dura y control militar. La historia registrará este atropello”, insistió.
En contraparte, el senador Javier Lozano dijo que es reprobable que “los senadores del PAN, “que ayer aplaudían la actuación de nuestros presidentes de la república, hoy, por mero cálculo político, por instrucciones de su ambicioso líder, cuestionen la ley. Me van a decir que los buenos son los delincuentes y los malos, las Fuerzas Armadas”.
Otro panista ligado a Felipe Calderón, el senador Roberto Gil Zuarth, reiteró su argumentación jurídica en favor de la ley, advirtió que “no es intelectualmente honesto plantear que los militares deban regresar a sus cuarteles” mientras las corporaciones policíacas no se hayan capacitado para asumir esa tarea. De nueva cuenta, un priísta, esta vez Marco Antonio Olvera, calificó como extraordinaria la intervención del blanquiazul.
“Lo que están haciendo al aprobar esta ley es mandar al diablo a las instituciones internacionales, mandar al diablo a la ONU, a la OEA, y mandar al diablo a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), advirtió el senador del PT Morena, Mario Delgado, quién presentó testimonios de violaciones graves a garantías constitucionales cometidas por militares.
“Ustedes saben muy bien que esta ley no va a mejorar la seguridad y va a seguir exponiendo al Ejército mexicano a estas violaciones de derechos humanos, recalcó.
“Qué lamentable, qué terrible, que este Gobierno termine de esta manera, con la aprobación de una ley que militariza el país, que vulnera los derechos humanos y que pone en riesgo nuestra paz social”, expuso a su vez el vicecoordinador del PT Morena, Miguel Barbosa.
Recalcó que La Ley de Seguridad Interior pone en riesgo la institucionalidad de las Fuerzas Armadas. “Hace casi cincuenta años, el gobierno priísta de Gustavo Díaz Ordaz cometió un grave error al instruir al Ejército reprimir a los estudiantes en 1968; en los años setenta, fue una terrible equivocación de Luis Echeverría involucrar a efectivos militares en la guerra sucia, en la Guerra en el Paraíso, como la llamó Carlos Montemayor; hace más de diez años y a la luz de los resultados, fue un terrible equívoco, de Felipe Calderón colocar sobre las espaldas de nuestro ejército la lucha en contra del narcotráfico”.
Por su parte, el senador Raúl Morón recalcó que los resultados de esa guerra contra el narcotráfico están a la vista: “más de 100 mil personas han sido asesinadas durante estos sexenios; no se sabe el número exacto de víctimas de desaparición forzada, cuyas cifras extraoficiales hablan de hasta 30 mil desapariciones”.
Además, “muchas partes del país siguen siendo un auténtico campo de guerra y la presencia de las fuerzas armadas no ha sido la solución y tampoco lo podría ser”, insistió el michoacano.
Ocho senadores del PT Morena y del PRD, así como uno del PAN presentaron reservas a todo el articulado, que fueran rechazadas, sin discusión.
La minuta fue aprobada en lo general y lo particular, con 71 votos a favor, 34 en contra y cuatro abstenciones, a las seis de la mañana con 12 minutos y se regresó a la Cámara de Diputados.
FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: ANDREA BECERRIL Y VICTOR BALLINAS