“Son aproximadamente 100 metros cuadrados; el lugar está en medio de los dos ejidos, como a un kilómetro de distancia de cada uno. Era un centro de exterminio”, contó la profesora Silvia Elida Ortiz Solís, coordinadora y vocera de “Víctimas por sus Derechos en Acción, Grupo Vida”, en el cual coinciden familiares de personas desaparecidas en la región Laguna de Coahuila.
“Encontramos un tambo, de los que utilizaban para cocinar, como ellos decían”, dijo Ortiz Solís, madre de Stephanie Sánchez Viesca Ortiz, a quien busca desde el 5 de noviembre de 2004, cuando la ausente tenía 16 años.
El tambo es un bote de acero con capacidad para almacenar 200 litros de agua. Los narcotraficantes lo agujeraban para acelerar el proceso de desintegración de los cuerpos de sus víctimas, a las cuales “cocinaban” con ácido, o las incineraban durante horas con la ayuda de diesel, llantas de deshecho y trozos de madera.
Silvia Ortiz, quien es profesora de secundaria y dejó su profesión para buscar a su hija, dijo que en el sitio localizaron “un aproximado de tres mil fragmentos óseos, 25 radicales, que son piezas dentales; casquillos, hebillas, restos de ropa, pero no suficiente para identificar; zapatos y botas de hombre y de mujer”.
Las familias de Grupo Vida cumplirán, en enero, tres años de salir cada sábado a buscar a sus seres queridos, y de acuerdo a su experiencia, están ante uno de los hallazgos más importantes de restos humanos.
“Creemos que va a ser un punto de proceso de restos, igual que los otros, no de que lo encontramos, se hizo el levantamiento y terminaron las diligencias. Ahí hay información para rato”, consideró.
Como este, encontraron otros cuatro campos de exterminio de los Zetas, en los ejidos El Patrocinio, Elena y San Antonio de Gurza, del municipio de San Pedro; y Claudio en Viesca.
“Estos son los centros más grandes, los más fuertes donde hemos encontrado más de 100 mil fragmentos (de huesos), pero hemos estado buscando en otros puntos, aproximado llevamos 21 hallazgos en diferentes zonas de la comarca”, explicó.
En el último hallazgo aparecieron alrededor de tres mil pedazos de huesos expuestos a la superficie; “falta escarbar y cribar, de seguro hay más”, advirtió.
FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: LEOPOLDO RAMOS