El rescate ocurrió a pesar de que el gobierno de Yucatán concluyó el rescate de personas el mismo día del incidente, apenas tres horas después del colapso.
La exigencia de la familia de Enrique Javier Torres Hernández, trabajador fallecido en el derrumbe de la construcción del Paseo 60, un complejo de hoteles y centro comercial en Mérida, Yucatán, logró que se encontrara su cuerpo, el quinto, entre los escombros.
Ocurrió a pesar de que el gobierno de Yucatán concluyó el rescate de personas el mismo día del incidente, el pasado lunes 4 de diciembre, apenas tres horas después del colapso, con el saldo de cuatro obreros fallecidos.
Minutos antes de las 18 horas de ese día, según la versión oficial, una grúa golpeó con una viga parte de la estructura de una de las construcciones, por lo que los siete pisos ya construidos colapsaron parcialmente.
Cerca de las 10 de la noche, las labores de rescate cesaron con cuatro cuerpos rescatados. Al día siguiente, el director de Protección Civil, Aarón Palomo Euán, dijo que “se levantaron los escombros, pero ya no hubo más personas”.
Tras la declaración del funcionario, la familia de Torres Hernández exigió, frente a la construcción, que se reiniciaran las labores de rescate para dar con el hombre de 47 años que acudió a trabajar al lugar de la obra. Fue entonces que los servicios de rescate retornaron al lugar para la localización del cuerpo.
Solicitaron a la empresa y las autoridades estatales la lista de registro de entrada y salida de los trabajadores de obra, pero no se les otorgó. Afirmaron que Torres Fernández estaba desaparecido y podría haber quedado sepultado entre los escombros, luego de que reconocieran la bicicleta azul de Enrique a través de una malla de protección que daba al interior de Paseo 60.
Su último día fue trabajando
El día del derrumbe en la construcción, Enrique Javier se despidió de su esposa para ir a trabajar. Vivía en el fraccionamiento Juan Pablo II, al poniente de Mérida; por la tarde acudió a una lonchería cercana en donde compró tres tortas para llevar, porque tenía mucho trabajo, le dijo a la encargada del negocio.
Cerca de las 5 de la tarde, cuando la mayoría de los 200 trabajadores terminaron labores, él y un número aún desconocido de compañeros, decidieron quedarse a trabajar horas extra, de acuerdo con su hermana, Vilma Torres Fernández.
17:45 horas: una grúa habría golpeado con una viga la estructura de concreto, lo que provocó la caída parcial de la obra, según el reporte de la Fiscalía estatal.
En su búsqueda, la familia recorrió hospitales y la morgue del Servicio Médico Forense sin encontrarlo.
Vilma Torres señaló que, tras enterarse de que las labores de búsqueda concluyeron ese mismo día por la noche, decidieron exigir el reinicio del rescate.
“Queremos el cuerpo de mi hermano, vivo o muerto, pero queremos saber dónde está. ¿Por qué lo esconden? ¿Por qué no dicen la verdad?”, expresó su hermana un día después del derrumbe.
Horas vitales desperdiciadas
18 horas: una ambulancia y un médico forense entran a la zona del derrumbe. Desde afuera, el olor a metano del cadáver se sintió.
La Fiscalía confirmó un muerto más –minutos más tarde se confirmaría que se trataba de Torres Fernández– a quien los familiares fueron a reconocer tras esperar más de un día.
La dependencia presumió que se trabajaba “sin descanso desde el día de los hechos”, con elementos del cuerpo de Bomberos y paramédicos, pertenecientes a la Secretaría de Seguridad Pública y el escuadrón K9 de la Fiscalía.
Esto, pese a que la Fiscalía había declarado que a las tres horas del operativo de rescate se habían concluido las acciones.
Al solicitar la razón de por qué se retiraron los servicios de rescate tres horas después del derrumbe, la dirección de Comunicación Social del gobierno yucateco respondió que dichas labores de rescate no finalizaron el lunes.
“El comunicado se refiere a las declaraciones de Aarón Palomo, coordinador de Protección Civil con relación al personal a su mando”, respondió la dependencia, quien sostuvo que militares, policías y bomberos continuaron la búsqueda de vida bajo los escombros.
Conductor de grúa comparece ante Fiscalía
Los obreros reconocieron que algunos de sus compañeros son de otros municipios de Yucatán o incluso de otros estados, por lo que sus familiares podrían desconocer del accidente.
Eusebio Moo Tec, secretario general de Terraceros y Trabajadores de la Construcción, de la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM), dijo que “ni una familia más se ha presentado a reclamar a un desaparecido”.
Mencionó que no se han encontrado heridos en hospitales. El operador de la grúa, así como las empresas involucradas en la construcción, acudieron a declarar el viernes 8 de diciembre a la Fiscalía. El expediente no se libera al conocimiento público por ley, y será desahogado durante las audiencias ante un juez.
La Fiscalía reconoció que los trabajos de rescate continúan en el lugar y que hasta que no quede nada más que indagar en los escombros, se removerán.
Los hoteles que se construyen en Paseo 60 son el NH y el City Express Plus, además de 25 espacios comerciales. Se establece ahí por la cercanía del Centro Internacional de Congresos, Powered by Samsung, el proyecto principal de la administración del gobernador Rolando Zapata Bello.
El predio dónde se construye es propiedad de Inmobiliaria La Brea, según el Registro Público de la Propiedad de Yucatán. Para la obra se utiliza concreto prefabricado por la empresa Predecón.
La dirección en la que aparecen la Inmboliaria La Brea y Edifictun coinciden con la empresa AEI, que comercializa artículos eléctricos e industriales. En el Registro Público de la Propiedad aparece el empresario Víctor Manuel Abraham Palomo.
Entre los inversionistas del proyecto se encuentra José Chapur Zahoul, vicepresidente del Consejo Nacional Turístico.
Familiares esperan justicia
Una representante de las empresas La Brea y Edifictun, quien pidió el anonimato, declaró que tienen contacto con los familiares de los fallecidos, y que están en la disposición total de proveer el apoyo que necesiten.
Expresó que no pueden dar más información, porque hacerlo podría provocar que se tergiversaran las investigaciones de las autoridades estatales.
Hasta ahora, la familia asegura que no han sido atendidos por la empresa para los gastos funerarios y el seguro de vida, y están a la espera de que terminen los trabajos de rescate para que las autoridades definan la responsabilidad, entonces decidirán a quien pedir la indemnización.
De acuerdo con la empresa, será la propia Fiscalía, por medio del seguro, quien se hará cargo de los afectados y sus trabajadores.
“Me consta que los trabajadores sí tenían seguro porque la orden para el jefe de seguridad era que el que no tuviera seguro no pasa a la obra”, aseguró el líder sindical Moo Tec.
Las otras cuatro víctimas del derrumbe son Eder Maury Vázquez Moo y Audomaro Ek Ac, yucatecos de 22 y 42 años respectivamente; Casimiro Bustos Hernández, veracruzano de 26 años y José Raymundo Guillén González, de 56 años y originario de la Ciudad de México. Todos murieron por politraumatismo secundario a aplastamiento, según los servicios forenses, y en ningún caso se logró contactar a sus familiares.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: PAUL ANTOINE MATOS.
LINK: http://www.animalpolitico.com/2017/12/familia-enrique-obra-merida/