martes, 16 de enero de 2018

Cuba: el reto de la “actualización” del socialismo

La economía cubana crece. El reto es seguir incentivando la inversión extranjera, revisar la paridad peso-dólar y acabar con desviaciones del cooperativismo sin caer en el capitalismo

Cuba proyecta para 2018 un crecimiento económico en el entorno del 2 por ciento, tras conservar en 2017 el signo positivo de su producto interno bruto (PIB) pese a severas tensiones financieras, materiales y climáticas, anunció el gobierno.
Según el Ejecutivo, en 2017 el PIB a precios constantes subió 1.6 puntos porcentuales “en un escenario agravado de restricciones financieras” e insuficiente disponibilidad de combustibles.
A ello se sumó el impacto de la aguda sequía sostenida durante 3 años y las “cuantiosas afectaciones” por el huracán Irma del 8 al 10 de septiembre pasado, señaló el presidente Raúl Castro, en intervención ante el Parlamento el 21 de diciembre.
Considerado el más poderoso y violento en la historia del Atlántico, el evento meteorológico dejó aquí un saldo de 10 personas muertas; dañó más de 179 mil viviendas y causó estragos en infraestructuras, edificaciones de salud y educación, agricultura, comunicaciones, industria azucarera e instalaciones turísticas.
Las pérdidas, confirmó el mandatario, ascendieron a 13 mil millones 185 mil pesos, monto calculado a partir de la paridad del peso (moneda nacional) con el dólar estadounidense.
Tampoco pueden soslayarse los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de Estados Unidos, “que no sólo sigue en pie desde hace más de 56 años, sino que se recrudece bajo la nueva administración”, juzgó el jefe de Estado.
Evaluaciones del Ministerio de Economía y Planificación (MEP) indicaron que el ascenso del PIB en 2017 respondió al desempeño de sectores claves, entre ellos turismo (4.4 por ciento de crecimiento), transporte y comunicaciones (3.0), agricultura (3.0) y construcciones (2.8).
En medio de las tensiones financieras, el país aseguró la vitalidad de los servicios sociales gratuitos para toda la población y preservó el equilibrio financiero interno, con más ofertas en la red minorista, sopesó el titular del MEP, Ricardo Cabrisas.
A juicio del gobierno, el 2018 será complicado para las finanzas externas de la nación; sin embargo, “mantendremos el firme propósito de continuar recuperando gradualmente la credibilidad internacional de nuestra economía”, aseveró Raúl Castro.
El dignatario aprovechó su discurso ante la Asamblea Nacional para reiterar a los acreedores la voluntad de cumplimentar los compromisos asumidos en los diferentes procesos de reordenamiento de la deuda externa.
“Proseguiremos –agregó– el esfuerzo de reducir paulatinamente la cartera de pagos corrientes vencidos a nuestros proveedores, a quienes agradecemos el apoyo y comprensión de las dificultades transitorias que afrontamos.”
De acuerdo con el MEP, la expansión del PIB en 2018 presupone garantizar el uso eficiente de los recursos financieros y materiales disponibles, elevar los ingresos por exportaciones y las producciones nacionales, en particular de alimentos, sin renunciar a los programas de desarrollo en marcha.
Los principales crecimientos esperados corresponden a las construcciones (12 por ciento), comercio (6.7) y turismo (4.2), fundamentalmente, consignó el Plan suscrito por el Legislativo.
Tras debate en comisiones y sesión plenaria, los diputados respaldaron la propuesta de priorizar en 2018 la recuperación ante los daños provocados por los huracanes Matthew e Irma; las inversiones asociadas al desarrollo, las infraestructuras y la potenciación de ingresos en divisas.
Similar prioridad solicitaron para la producción de alimentos, la sostenibilidad de los servicios básicos como salud, educación, cultura y transporte de pasajeros; la zafra azucarera y el cuadro básico de medicamentos.

Modelo económico en actualización

Los problemas enfrentados para actualizar el modelo de desarrollo económico y social en Cuba resultan “más complejos y más profundos que lo que habíamos pensado”, reconoció Raúl Castro al abordar el tema en la Asamblea Nacional.
En opinión del gobernante, la eliminación de la dualidad monetaria y cambiaria por sí misma “no solucionará mágicamente todos los problemas acumulados” en la economía interna, pero “constituye el proceso más determinante para avanzar en la actualización del modelo económico”.
De manera intensa, refirió, el país trabaja para lograr la unificación del sistema monetario y contrarrestar las distorsiones en materia de subsidios, precios, tarifas mayoristas y minoristas, pensiones y salarios del sector estatal de la economía.
“Nadie puede calcular, ni el más sabio de los sabios que tengamos nosotros, el elevado costo que ha significado para el sector estatal la persistencia de la dualidad monetaria y cambiaria, la cual favorece la injusta pirámide invertida”, aseveró.
Pirámide invertida, argumentó, porque “a mayor responsabilidad se recibe una menor retribución y no todos los ciudadanos aptos se sienten motivados a trabajar legalmente, al tiempo que se desestimula la promoción a cargos superiores de los mejores y más capacitados trabajadores y cuadros, algunos de los cuales emigran al sector no estatal”.
Otra prioridad es terminar la elaboración del Plan de Desarrollo a largo plazo, precisó el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo, Marino Murillo.
Entre las cuestiones más trascendentes, inscribió también el desarrollo de la empresa estatal socialista como fórmula primordial en la economía nacional, y el fomento de la inversión extranjera.
Tenemos, comentó, que hacer todo el diseño de qué hay que hacerle a la empresa estatal socialista para que logre su pleno funcionamiento efectivo en la economía, que, por supuesto, pasa también por el ordenamiento monetario y cambiario.
En relación con la dualidad monetaria y cambiaria, “se ha venido trabajando y se está trabajando intensamente”; en estos momentos hay 13 subgrupos con más de 200 personas enfrascadas en esa tarea “con toda intencionalidad”, reveló Murillo.
La nueva política gubernamental sobre las cooperativas no agropecuarias (CNA) y el trabajo por cuenta propia, corroboró, para nada representa un retroceso en el reconocimiento de las fórmulas no estatales dentro del modelo económico cubano; sólo busca eliminar desviaciones de la idea original por indisciplinas y hechos de corrupción.
Con vistas al experimento, fueron aprobadas 429 CNA y, según los cambios, deberán actuar en aras del desarrollo territorial, no podrán realizar actividades fuera de la provincia donde tengan su domicilio legal, y la diferencia de ingresos entre el socio de menor y superior retribución no podrá ser mayor de tres veces.
Comprobaciones de la Contraloría General de la República hallaron desviaciones en ese sentido. Por ejemplo, había CNA en las que la remuneración más baja era de tres mil pesos, y el presidente percibía 37 mil; es decir, 14 veces más.
“Y donde el presidente de la cooperativa gane 14 veces más que los operarios, eso no es una cooperativa, eso es una empresa privada, y eso no se puede permitir”, sentenció Murillo.
Algunas CNA, abundó, vivían del trabajo contratado y no de la labor de sus integrantes; eso también viola un principio del cooperativismo. Por tanto, también se regula ahora cuántos socios y cuántos trabajadores pueden tener.
El especialista destacó igualmente la puesta en práctica de nuevas políticas sectoriales, entre ellas la agropecuaria, la vinculada a la informatización de la sociedad y las que responden la dinámica demográfica del país.
Hasta el momento, resumió, se ha trabajado en 80 nuevas políticas: 18 de ellas aprobadas; 15 concluidas o en proceso de aprobación, y otras 47 en diferentes fases de elaboración.

Un paradigma de justicia social

El Presupuesto para 2018, aprobado por los diputados, prevé respaldar los servicios básicos a las familias, los subsidios a personas con escasos recursos para la compra de materiales de la construcción y financiamientos a fin de incentivar exportaciones e inversiones y sustituir importaciones.
Del mismo modo amparará la continuidad de las actividades asociadas a la recuperación del huracán Irma y el enfrentamiento de otros fenómenos climáticos.
La ministra de Finanzas y Precios, Lina Pedraza, puntualizó que el 55 por ciento de los ingresos tendrá como destino la actividad presupuestada, fundamentalmente educación y salud pública.
Esta prioridad, observó, constituye un paradigma de justicia social y de protección de los derechos humanos, inalcanzable hoy para muchos países y en particular para nuestra región geográfica.
A la educación en general, se asignaron 8 mil 180 millones de pesos (un peso es igual a un dólar al cambio oficial); ello garantizará la matrícula de 1 millón 775 mil estudiantes en las enseñanzas desde preescolar hasta nivel medio, y de 185 mil alumnos en la Educación Superior; así como las inversiones inscritas en el Plan, reseñó.
Mientras Salud Pública, explicó, contará con 10 mil 565 millones de pesos, que financiarán más de 200 millones de consultas médicas, los gastos de los pacientes ingresados, los servicios de estomatología y el desarrollo de salas especializadas.
Teniendo en cuenta el envejecimiento poblacional en Cuba, el Presupuesto cubrirá la atención a más de 13 mil personas de la tercera edad que asistan a casas de abuelos y hogares de ancianos, refrendó también la ley sancionada por el Legislativo.
Para favorecer las reparaciones y la construcción de viviendas por la población, la norma jurídica contempló el otorgamiento de subsidios por un importe superior a los 800 millones de pesos.
Con vistas a respaldar la Seguridad Social, serán empleados más de 6 mil millones de pesos; ello asegurará las pensiones a más de 1 millón 700 mil personas y las prestaciones a corto plazo, incluidos los beneficios de la maternidad, plasmó la ley presupuestaria.
Alcanzar un socialismo próspero y sostenible en Cuba requiere del favorable desempeño de la economía como premisa para crear el sustento material, que garantice una distribución de la riqueza socialmente justa y equitativa, sintetizó la ministra.

FUENTE: CONTRALINEA
AUTOR: MARIA JULIA MAYORAL