En la llamada Asamblea estatal por la dignidad, afiliados y simpatizantes del PVEM mostraron unidad y solidaridad con Ramírez Aguilar, hasta ayer líder estatal de ese partido, y expresaron su descontento por la imposición, desde el centro del país, de una coalición por la gubernatura que favorece a otro partido, sin tomar en cuenta a las bases.
Ramírez Aguilar aseguró que su determinación es congruente con los principios que siempre ha sostenido y puntualizó que los militantes del PVEM optaron por ir solos a las próximas elecciones, pues son la primera fuerza política en Chiapas.
Hoy en el estado se escribe un nuevo capítulo. Este movimiento ha brotado de la indignación del pueblo de Chiapas y no reconoce tutor político ni liderazgo, sólo reconoce a las bases sociales de un pueblo que está cansado de las decisiones del centro de la República, manifestó.
Arengó: “Los ojos de México están puestos en Chiapas, y nuevamente seremos protagonistas de la historia. Que nos escuchen desde el centro: basta ya de los privilegios sin fundamento y de las decisiones alejadas de la realidad de nuestra entidad.
Chiapas ya cambió. Ya no somos los de antes; somos una sociedad vibrante, dinámica y exigente. Por eso estamos de pie defendiendo nuestros derechos.
Recordó que durante el movimiento magisterial manifestó su postura sobre la reforma educativa y en su momento pidió abrir el diálogo con respeto a los derechos laborales de los maestros.
Hoy sigo pensando lo mismo. No cambiaría ni una coma, y si ese fue el motivo para que aquellos que creen que deciden el destino de Chiapas me hicieran a un lado, les digo: no me arrepiento y sigo creyendo que la calidad educativa va de la mano de los maestros y los padres de familia, pues es con ellos como vamos a seguir adelante, y no me voy a detener en esa preocupación por Chiapas. No nos vamos a echar para atrás.
Frente a los miles de chiapanecos congregados en la plaza, Ramírez Aguilar dijo que conoce a Chiapas desde sus entrañas. No hay doctorado que enseñe mejor cómo se vive en Chiapas que vivir con pasión sus problemas. En referencia al caso Chenalhó, sostuvo que si debiera arriesgar su vida nuevamente en defensa de los derechos de una mujer, con gusto lo volvería a hacer.
Invitó a los presentes a llevar el mensaje a sus vecinos, comunidades, parajes, barrios y colonias, para que todos sepan que somos un pueblo con dignidad y que seguiremos luchando por ella.
Invitó a los chiapanecos a iniciar una revolución social por la dignidad y el respeto, para que termine la exclusión.
FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: ELIO HENRIQUEZ
LINK: http://www.jornada.unam.mx/2018/01/22/estados/026n1est