María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy, tiene claro por qué la designaron como la representante del Congreso Nacional Indígena para buscar la candidatura presidencial como “candidata independiente”.
No quiere llegar a Los Pinos, no quiere ser una líder que dirija a un pueblo, quiere que el pueblo y no los partidos políticos o el sistema capitalista, sean quienes, en conjunto, decidan el destino del país.
En entrevista con apro, en la sede del Congreso Nacional Indígena, en la colonia Doctores, la hija de campesinos jaliscienses se ríe cuando se le pregunta sobre las precampañas de otros candidatos, independientes o postulados por partidos políticos; aún más cuando se le cuestiona si no es contradictorio oponerse al candidato puntero, Andrés Manuel López Obrador, de Morena, quién también se dice de oposición.
“Nosotros hemos sido claros en nuestra propuesta. Es una construcción diferente, que está planteada y que está pensada sin los partidos, pues. El pueblo mismo, organizado, los pueblos indígenas organizados han visto que no hay opciones, pues, una vez que se llega a este poder que está diseñado ya, desde arriba, y que todos los que lleguen pues igual se corrompen. Tal vez haya buenas intenciones, pero ya hemos visto que es un control que se tiene y que es por demás”, afirma en el local plagado de carteles de resistencia.
Sencilla, sonriente, aún más desenvuelta para hablar con los medios de comunicación, la vocera del Congreso Nacional Indígena, insiste: “Por eso, nosotros hemos planteado que no vamos por querer estar allá, sino que vamos a construir algo diferente y, esa construcción, pues es un llamado a todos, a pueblos indígenas y a todos los habitantes de este país, de crear algo nuevo, que se tiene que construir de acuerdo a las condiciones y necesidades de cada lugar”.
–¿Qué opina de los otros candidatos que están en precampaña?, se le pregunta.
–No, pues no. No opino nada, responde, entre risas.
–¿Ni de los independientes ni de los partidos?, se le insiste.
–No, pues, no hay mucho que opinar. Nosotros estamos claros en lo que nos hemos planteado. Y bueno, a mí me ponen como vocera y, pues, no vamos queriendo quedar allá, queremos construir. Por eso no opino mucho de ellos, contesta y después se ríe.
Invisibles para los visibles
La niña de 13 años que vendía semillas en Ciudad Guzmán, Jalisco; la tercera de 11 hermanos, que aspira a la Presidencia de la República, la misma que retrató el escritor y periodista Juan Villoro en la edición 2141 de Proceso, explica por qué en la agenda del gobierno, de los partidos políticos y de los actuales aspirantes a la silla presidencial no hay políticas públicas, iniciativas, decretos, ni nada, para los indígenas.
“Pues porque, consideramos que en este proceso de despojo que ha sido por años hacia los pueblos indígenas, lo que menos ocupan son a los indígenas. Sí ocupan sus territorios, ocupan sus aguas, ocupan sus árboles, sus bosques, ocupan todo, por eso no les interesa la vida de los habitantes, de las comunidades. ¡Ni siquiera les interesa la vida de las comunidades! Ocupan sus riquezas para seguir siendo más ricos en este sistema capitalista.
“Yo pienso que por eso todas las leyes y reformas que se han venido haciendo han sido contrarias a nuestros pueblos, porque no les interesa en lo absoluto la protección de esos espacios de esos pueblos indígenas. Ocupan nada más esas riquezas para su beneficio”, afirma.
En su experiencia, las instituciones creadas para supuestamente ayudar a los indígenas los han perjudicado, los ha dividido, ha creado confrontaciones entre los pueblos originarios. “Creemos que son mañas que se usan también para ir dividiendo al interior de las comunidades y, en lugar de resolver, ha incrementado la problemática y lo vemos claro en la cuestión de justicia”, añade.
-Desde 1994, cuando el EZLN irrumpió en la vida pública por la defensa de los indígenas, ¿cuáles son los avances a la fecha?
-Por parte del gobierno, ninguna. El gobierno lo que pensó es que los pueblos indígenas ocupaban sus territorios. No sé, como cuando los hijos se rebelan, los padres piensan que es porque les falta un peso para que vayan a comprar, como dándoles una limosna, en lugar de resolver los problemas que se tienen rezagados y que son milenarios.
“El alzamiento del 94 nos ayudó mucho a los pueblos indígenas porque nos dimos cuenta que había muchos pueblos más en México, antes no. Por ese lado, gracias a nuestros hermanos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional que, de pronto surgen y son visibles a los medios, ante todo. Entonces, de ahí los pueblos hemos caminado juntos, nos hemos enlazado, nos hemos puesto a platicar que juntos podemos ir resolviendo nuestros problemas, que no vamos a esperar del gobierno porque no hay interés”, señala.
Marichuy resalta que los pueblos originarios se han reforzado en el Congreso Nacional Indígena que se creó en 1996. Afirma que su propuesta es “para todos los mexicanos” porque ya se está viendo cómo se pueden autogobernar con las Juntas del Buen Gobierno “y ellos mismos están al pendiente de que ese gobierno camine bien. Y si los representantes no caminan bien, ellos los quitan mediante una asamblea”, explica.
En la Ciudad de México, después de una gira por Jalisco y Michoacán, añade: “Entonces ¿qué queremos? Queremos hacer algo así en grande para México. Que el pueblo organizado vea por estos gobernantes y que este gobierno vea por este pueblo. Por eso, tenemos que construirlo poco a poco. Nos ha servido, por una parte, el levantamiento del 94, que nos ha reforzado como pueblos, pero la respuesta del gobierno ha sido contraria.
“Una prueba clara fue cuando no quiso aprobar la Ley Cocopa que se planteó, que se llevó al Congreso de la Unión y se discutió. Al contrario, crearon una ley diferente, le quitaron aún derechos que ya se tenían en las comunidades”, lamenta.
Con este ejemplo, dice, queda claro que a los gobernantes ni candidatos les interesan los pueblos indígenas, pues los siguen considerando como objetos, como personas que no piensan, “de segunda o de tercera”.
Por ello, agrega, “nosotros mismos tenemos que decir que aquí estamos, que queremos seguir luchando para esta vida y que esta vida es para todos, no solamente son para nuestros pueblos y que son los pueblos originarios quienes estaban antes de que surgiera este México y que unos cuantos se han apropiado de este México y lo han destruido”.
La vocera indígena critica que a los gobernantes no les interesa la vida del pueblo mexicano ni el cuidado de los recursos naturales, cerros, ríos, de las comunidades y sus habitantes. “El día que se destruya esto, se destruye a todos los habitantes”, sentencia.
Desde abajo y sin partidos políticos
Para Marichuy es importante que los mexicanos construyan, en unidad, un nuevo país “desde abajo”, pues todavía hay formas de cambiar. “Y una manera de seguir construyendo esto es lograr las firmas, lograr estar en la boleta electoral y seguir construyendo paso a paso todo esto que nos hemos planteado”, menciona entre risas.
–Usted ha dicho que no quiere participar en la elección presidencial, sino que aceptó la candidatura para que se escuche la voz indígena. ¿Lo está logrando?
–Estamos caminando por los diferentes pueblos indígenas de México y con algunos hermanos que están en la ciudad, también luchando y a nuestro paso también es importante escuchar su voz, escuchar sus dolores.
“Una de las ideas o propuestas, cuando se decidió participar en este proceso fue ese: visibilizar la problemática que se vive en los pueblos y que los pueblos hablarán directamente sobre esos problemas, también en la ciudad están trabajando”, agrega.
Ese, dice, es el primer paso que han logrado “por este caminar” pues, aunque hay muchos lugares que debe visitar, considera que ha logrado hacer visible la problemática indígena y fomentar la organización porque “es necesaria”.
“Si queremos revertir esa situación que se está viviendo actualmente, tenemos que revertirla nosotros mismos, organizándonos desde abajo. Estamos pensando en un pueblo diferente, pueblos indígenas y habitantes en general, todos los que sentimos que es necesario y que es posible realizar algo diferente utilizando estas herramientas que tiene el poder, como son el proceso electoral, que ellos es una manera de asegurar quién va a continuar, quién va a quedar”, añade.
Marichuy destaca que el Congreso Nacional Indígena quiere usar esa herramienta electoral “para plantear algo diferente, que ese poder real debe tomarlo el pueblo y que quien esté en el gobierno obedezca a este pueblo organizado”.
-El próximo 12 de febrero se cumple el plazo del INE para recabar 866 mil firmas en 17 estados. Hasta el 9 de noviembre de 2016 había obtenido 25 mil y hasta el 25 de diciembre llevaba 113 mil 678 firmas, 48.46%. ¿Cree que pueda lograrlo?
-Pues estamos en esa meta ¿verdad? Y creemos ahorita echarle más ganas, por eso decidimos participar en ese proceso electoral y creemos que si logramos conseguir la firma vamos a participar en esa boleta para seguir construyendo ese México que queremos, desde abajo.
“Sí, consideramos que vamos un poco rezagados porque la aplicación (del INE parea recabar las firmas de manera electrónica) la verdad, no nos ha beneficiado en mucho, no nos ha servido, a la fecha todavía hay muchos que no se han registrado como auxiliares. Entonces, no se entiende mucho esa aplicación y no es como consideramos que era. Además, en comunidades no hay mucha señal para poder mandar esas firmas y nos dificulta tener que trasladarse para enviarlas”, critica.
-Parece que esa aplicación del INE no es para todos ¿verdad?
-No. Contesta, entre risas.
-De no alcanzar las firmas necesarias para su registro ¿qué hará?
-Esperamos completarlas ¿verdad? -ríe de nuevo-. Nos hemos planteado que le vamos a echar más ganas pues, pero lo importante también de que esa construcción de abajo pues la tenemos que conseguir con o sin firmas. Y se tiene que dar aún después y que, si las conseguimos qué bueno, vamos a tener otro tiempo para seguir visualizando, pero si no, tenemos que seguir caminando, construyendo ese México desde abajo, no nos va a detener esto.
-¿Ha sido contactada por algún partido político?
-No.
“Nuestro proyecto es diferente. Nuestra propuesta es muy ajena a los partidos. Es una construcción que estamos planteando, que sea una nueva forma de gobernarnos, que tenemos que construir algo diferente, sin los partidos, porque los partidos ya traen una forma como debe de ser y que, a través del voto es como deciden quién y nosotros pensamos que eso no nos ha favorecido a los pueblos”, explica.
En su opinión, los gobernantes nada han solucionado sus problemas como comunidad indígena. Por el contrario, los conflictos siguen en aumento.
“El despojo sigue creciendo, los encarcelados, los muertos, los desaparecidos. Todo México está siendo afectado y creemos, y lo hemos dicho, que nosotros estamos peleando por la vida. ¿Y la vida qué implica? Pues luchar contra todo eso que está dando muerte, que nos está acabando y que no solamente es a los pueblos indígenas, sino a todos”, afirma.
Por eso, Marichuy lanza la invitación a la sociedad a que se organicen junto con el Congreso Nacional Indígena, porque sólo así se arreglarán los problemas que afectan a los habitantes de esta nación. “Nadie nos los va a resolver si no somos nosotros mismos”, sentencia.
La propuesta de la vocera del Congreso Nacional Indígena es escuchar al pueblo y que sean los habitantes quienes decidan la forma de organizarse para solucionar los conflictos nacionales.
“Hemos creado algunos grupos de trabajo que creemos que, por ahí, podrían hacer una línea de acción. Los grupos que se contemplaron y que creemos que son temas que pueden organizarse y que vamos a platicar que son: tierra y territorio, justicia, autonomía, mujeres, jóvenes, personas con capacidades diferentes, migrantes y desplazados, trabajo y explotación. Esto se tiene que ir enriqueciendo desde abajo.
“De hecho, creemos en esta propuesta, pero es algo que se tiene que discutir, se tiene que ir alimentando conforme vamos avanzando porque no somos de la idea de que tenemos que darles ya un plan y decirles ‘miren, esta es la propuesta y por aquí vamos a caminar’”.
Por el contrario, detalla Marichuy, se tiene que ir enriqueciendo en ese caminar por quienes están sufriendo los diferentes problemas que se tienen en los pueblos y en México.
“Por eso cuesta trabajo entender que nuestra propuesta es algo diferente, hablar de cosas que se dicen, pues ya nomás es decir cómo. Pero no. Eso se tiene que construir desde abajo y es lo que da más trabajo porque nos han acostumbrado a que alguien nos dice y los demás obedecemos y no. Nosotros tenemos que construir esa propuesta consensuada, desde abajo, para bien de todos”, concluye.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ROSALÍA VERGARA.
LINK: http://www.proceso.com.mx/517649/el-poder-real-debe-tomarlo-el-pueblo-y-que-el-gobierno-obedezca-marichuy