A Marco Antonio lo amarraron, lo sedaron y en general el trato que recibió por parte de enfermeras y doctores del Instituto Nacional de Pediatría (INP) fue “malo”, asegura a Proceso Edith Flores, la madre del joven de 17 años que desapareció por cinco días tras ser detenido por cuatro elementos de la Secretaría de Salud Pública capitalina.
La señora confió en entrevista lo “poco” que sabe del estado de salud de su hijo, pues menciona que los resultados de los estudios médicos que le practicaron a Marco, así como su expediente clínico, no han sido entregado a la familia, ni al Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía donde atienden a Marco desde el viernes 9 de febrero.
Sentada en una cafetería de la Ciudad de México, Edith recuerda entre sorbo y sorbo que en el Instituto Nacional de Pediatría solo de palabra la doctora tratante – que ella identificó por el apellido de Revilla— le informó que los estudios que le practicarían a Marco consistían en una resonancia magnética, un encefalograma, un estudio de sangre, uno toxicológico y “otras varias cosas que yo no entiendo”.
Detrás de sus lentes oscuros, y debajo de un chal en tonos verdes, la madre de Marco reconoce que a pesar de que estuvo día y noche en el hospital, no sabe si le practicaron esos estudios. “Una vez sólo me llamaron para ayudarle a las enfermeras a que le hicieran un encefalograma, pero lo que encontré fue a mi hijo muy sedado, tanto que parecía que tenía retraso mental: no podía articular palabra alguna, babeaba, ni siquiera se podía sostener. Fue muy lamentable. Imagínese yo como su madre qué pensaba, sentía ganas de sacarles los ojos”, dijo.
De acuerdo con su relato, el primer hospital que pisó Marco Antonio Sánchez Flores, una vez que lo encontraron en el municipio de Melchor Ocampo, fue el Hospital Psiquiátrico Infantil “Dr. Juan N. Navarro”.
-¿Quién escogió el traslado al hospital psiquiátrico? ¿Usted lo decidió?
-No, los de la Procuraduría General de Justicia (PGJ-CDMX) lo llevaron directamente ahí.
-¿Qué estudios le practicaron a Marco en ese hospital?
-Ahí no le practicaron ninguno, sólo le hicieron una revisión muy superficial y nos dijeron que lo iban a enviar al INP para que les hicieron unos estudios porque ellos no tenían aparatos.
En el INP estuvo once días. Flores Rojas comenta que llegó a “Urgencias” y que ahí, en una camilla, atendieron a Marco por cuatro días.
Comenta que en la hora de visitas encontró a Marco amarrado con vendas por las muñecas y los tobillos, “que porque no sabían de qué otra manera tratarlo. Que estaba sedado. Y que el ruido de los demás pacientes, la luz, el ajetreo de las enfermeras alteraban al muchacho”. Por eso Edith Flores se quejó ante la Comisión de Derechos Humanos de la capital porque insistió en que el trato no era el adecuado.
– No lo bañaron, lo bañaron ya hasta el tercer día que llegó ahí y eso porque me quejé. Tenía los pies como niño de la calle, apestaba. O sea nada más le pusieron la bata y lo acostaron. Eso fue ya en el de Pediatría, porque en el Navarro simplemente lo vieron muy superficialmente.
-¿Desde cuándo lo sedaron?
-Siempre estuvo sedado.
-¿Y usted autorizó que lo sedaran?
-No, yo no autoricé nada. O sea yo no puedo autorizar cosas médicas porque está usted de acuerdo que no soy médico.
-¿Pero nunca la consultaron?
-No.
-¿Ni porque fuera menor de edad?
-No. Se suponen que los médicos le ponían lo que ellos creían conveniente y se supone que estaba en manos de especialistas.
La también trabajadora administrativa de la UNAM insiste en que ella siempre se quejó del trato que recibía su hijo de parte de los doctores del INP. Dice que al principio reconoció en el cuerpo de Marco hematomas en uno de sus costados, el pie inflamado, golpes en el ojo, en la boca y marcas en sus muñecas y en el cuello.
Señala que estuvo presente cuando su hijo parecía presentar convulsiones. “Pero los doctores me decían que no se trataba de convulsiones, sino de distonía. A mí me dejaron igual, porque no me dijeron de qué se trataba”.
Al tercer día en Urgencia, cambiaron a Marco al cuarto piso del INP.
“Estaba en un cuarto solo. Con las enfermeras habituadas a entrar y salir, mi hijo se alteraba mucho y tenía una luz prácticamente en la cara. Entonces otra vez me quejé de que no estaba de acuerdo con su traslado, porque incluso había un ventanal muy grande, que era muy peligroso. ¿Cómo lo iban a tener ahí y luego con el estado tan irritable en que estaba? Ahí también lo amarraron, mi hijo todo el tiempo en el INP estuvo amarrado; ¿eso no es violar sus derechos? Además lo sabía la CDHDF, yo les dije porque estaba en contacto con ellos”, sostiene.
Sin entregarles nada por escrito la madre de Marco asegura que los únicos resultados que de voz le presentaron los médicos fueron los toxicológicos, donde le dijeron que había salido positivo en todo tipo de drogas sintéticas.
-Está usted de acuerdo que un tipo que anda en la calle, muerto de hambre, deshidratado – como supuestamente encontraron a mi hijo– ¿cómo va a tener dinero para drogas?— preguntó la madre de Marco.
-¿Específicamente qué tipo de drogas le señalaron?
-Todas.
-¿No le especificaron?
-No. Que tenían anfetaminas, marihuana, de todo lo que hay.
-¿Pero nunca se lo dieron por escrito?
-No.
Un segundo informe, también oral, fue que Marco presentaba síndrome encefálico del delirio y que era consecuencia de una inflamación en el cerebro. También que en el encefalograma se evidenció que de nacimiento “tiene como un quiste en la parte frontal, aunque me dijeron que eso no le afecta al estado que tiene ahora”, comentó.
Por separado, Simón Hernández León, abogado del Instituto de Justicia Procesal Penal (IJPP), una de las tres organizaciones que lleva la representación legal de la familia, fue consultado respecto a las denuncias de la madre.
El litigante explica que el parte médico tuvo que haber recabado cierto consentimiento para la aplicación de sedantes, así como haber explicado los alcances del tratamiento.
A través del amparo 102/2018-5 por desaparición forzada, se notificará al Juzgado Cuarto de Distrito de Amparo en Materia Penal, además de que se formalizará una queja ante la Comisión de Derechos Humanos local.
“Formalizaremos una solicitud ante la CDHDF y también lo vamos a hacer a través del amparo en relación hacia cierto trato que ha tenido el hospital hacia Marco, porque creemos que no es tratamiento adecuado. Estamos diciendo que no ha habido una atención adecuada y estamos solicitando que se le dé un tratamiento distinto al de los pacientes que tienen de manera ordinaria por las condiciones y la situación que pasó”, agrega.
Sin embargo, el abogado indicó que se presentará de manera cautelar y no como un expediente de queja.
“Lo que estamos priorizando es que en este momento se le atienda de manera adecuada, si eso ya deriva después en un procedimiento para señalar responsabilidad, sería otro momento. Queremos que ahorita se atienda de manera urgente y que se emita algún tipo de medida al respecto”.
Como parte del amparo por desaparición forzada, dice que también existe una petición de juez federal al INP para que se entregue el expediente médico al Instituto Nacional de Neurología.
Complicaciones
El jueves 15 de febrero, Hernández León informó que la Procuraduría General de la República abrió una carpeta de investigación por el caso de Marco Antonio, como parte de las acciones que determinó el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, ante el recurso de amparo por desaparición forzada que presentó la defensa el 26 de enero, cuando Marco aún estaba desaparecido.
El caso comienza a complicarse, pues según indica Hernández León, existen nueve procedimientos legales que se llevan por el caso de Marco. A nivel nacional corre una investigación por extravío en la Fiscalía de Servidores Públicos de la PGJ-CDMX y la PGR abrió carpeta de investigación por desaparición forzada en la Fiscalía Federal. Además, hay otra investigación en Tlalnepantla.
“Lo que nos han dicho es que una carpeta más de investigación que se abrió en el municipio mexiquense, pero no tenemos el detalle de lo que se está investigando o si ya se cerró una vez que encontraron a Marco”, comenta el litigante.
En la Comisión de Derechos Humanos local existe una queja por desaparición y por presuntas violaciones a derechos humanos y en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México hay otro procedimiento, como consecuencia de las medidas cautelares que exigió la CDHDF en el mismo Estado.
También corren dos juicios de amparo: uno por desaparición forzada y otro por las filtraciones y la exposición en medios a la que fue sujeto Marco.
En materia internacional, al inicio de la desaparición, los abogados recurrieron al Mecanismo de Naturaleza Urgente del Sistema de Naciones Unidas por desaparición forzada, mismo que el 15 de febrero notificó que ya se le pide información al Estado sobre el curso de la investigación y del estado de salud del menor.
También el 14 de febrero se presentó información a la Relatora sobre los Derechos de la Niñez de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Esmeralda Arosemena de Troitiño, la misma que lleva el caso de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos, desaparecidos desde el 2014.
El abogado señaló que se mantienen en alerta pues una práctica recurrente consiste en abrir averiguaciones previas que terminan fragmentando la averiguación inicial.
Hasta el 13 de febrero por la noche, los abogados de la Red por los Derechos de la Infancia en Mexico (Redim), la Oficina de Defensoría de los Derechos de la Infancia y el Instituto de Justicia Procesal Penal (IJPP) tuvieron acceso completo a la carpeta de investigación. De los videos, les falta analizar si la PGJ-CDMX los entregó sin editar.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ARELI VILLALOBOS.
LINK: http://www.proceso.com.mx/523142/marco-antonio-lo-amarraron-sedaron-y-maltrataron-en-el-inp-denuncia-su-madre