De acuerdo con el diario Zócalo de Saltillo, el obispo no informó cuáles fueron las parroquias afectadas por seguridad, pero detalló que “en una de ellas la secretaria –de la administración del templo– se espantó y depositó el dinero”, y en el segundo caso fue el propio sacerdote quien sufrió la extorsión.
“Nosotros denunciamos ante la Fiscalía sobre las extorsiones y le advertimos a toda nuestra gente –de la Diócesis– para que no cayera en estas cosas”, dijo monseñor Vera, quien además advirtió que “se hicieron llamadas a otras iglesias, estas dos no fueron las únicas, hubo varias”.
Todavía no hay resultado de la carpeta de investigación abierta por la Fiscalía General de Justicia del Estado para el caso, sin embargo, la Diócesis espera cumplir el objetivo de asesorar e informar correctamente a sus colaboradores para evitar ser víctimas de más delitos.
Los extorsionadores habrían obtenido los números, nombres y direcciones de las parroquias y de las víctimas del propio directorio elaborado por la Diócesis de Saltillo, donde se ofrece esa información para que los feligreses se mantengan en contacto con sus sacerdotes.
El obispo Vera dijo durante la homilía dominical que, como institución, la Diócesis cumplió con su responsabilidad civil de denunciar el delito y alertar para que no haya más víctimas.
De acuerdo con información de la Fiscalía, cada mes en Coahuila un solo extorsionador realiza hasta 7 mil llamadas, de las cuales 30% resulta exitosa, es decir, un solo delincuente puede tener hasta 2 mil víctimas.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.
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