“La Güera” fue detenida este martes en el municipio de Córdoba y el gobierno de Veracruz aseguró –en escueto comunicado- que es considerada como “un alto generador de violencia” de la zona de Córdoba y Orizaba.
También operaba en Puebla, donde diversificó sus actividades con el robo de combustible y hoy aún se encuentra prófugo de la justicia, no así su principal socia “La Güera”.
El Grupo de Coordinación Veracruz informó que, apoyados en labores de inteligencia, se implementó un operativo en el que se logró la detención de Diana Mayte Mejía, pieza clave en el trasiego de narcóticos, robo a autotransporte y secuestro, entre otros delitos.
El área de operación de Mejía abarca los municipios de Córdoba, Orizaba, Río Blanco, Ciudad Mendoza, Paso del Macho, Amatlán y Yanga, entre otros de la región montañosa de Veracruz.
No se explicó sí hubo más detenciones del grupo delincuencial de Los Zetas en Córdoba, o si las fuerzas federales y estatales solo se enfocaron en la detención de “La Güera”.
Desde julio del 2017, el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares ofreció una recompensa de un millón de pesos a quien ayudara en la ubicación y detención de Roberto de Los Santos de Jesús, “El Bukanas”, líder de ladrones de combustibles en Puebla y entrenador de sicarios y estacas de Los Zetas en Veracruz.
Hace apenas tres años, “El Bukanas” era comandante de la Policía Municipal de Maltrata, en la región montañosa veracruzana.
“El Bukanas”, salió a la luz pública como líder criminal y como comandante policíaco en septiembre del 2014, tras una irrupción militar en el narcorancho “San Pedro” en la congregación Sierra de Agua en las Cumbres de Acultzingo, donde se puso al descubierto la aceitada red criminal y de corrupción que operaban “Los Zetas” con las fuerzas policíacas de Veracruz.
Dirigidos por Roberto de los Santos de Jesús, policías municipales de Maltrata y Acultzingo en activo, entrenaban en este rancho a futuros estacas de “Los Zetas”, jóvenes de entre 17 y 25 años a quienes les enseñaba a “tablear” víctimas, a torturarlos en fosas de aguas residuales, a utilizar armas y a lesionarlos en celdas de castigo.
El rancho criminal fue “reventado” por fuerzas federales en septiembre del 2014 cuando descubrieron a presuntos “halcones” comprando abundante comida en un comedor de la carretera federal que conduce de Orizaba Veracruz a Tehuacán, Puebla. Estos presuntos integrantes de células criminales –indicó el parte militar—eran “cuidados de cerca” por policías municipales.
Ese día, tres sicarios jóvenes fueron abatidos y 31 futuros sicarios fueron detenidos, así como cinco policías municipales; “El Bukanas” y otros oficiales policíacos lograron darse a la fuga.
El centro de operaciones del “Bukanas”, escondido entre frondosos árboles, viviendas rurales y tierras de cultivo de girasoles, quedó desmantelado.
Días después de está irrupción militar, el alcalde perredista de Acultzingo, Salomón Cid pidió licencia al cargo, y un mes después, su antecesor, Cándido Morales sería ejecutado y su cuerpo tirado a orillas de un río. Fuerzas federales tuvieron que sitiar la región.
FUENTE: PROCESO
AUTOR: NOE ZAVALETA