jueves, 15 de marzo de 2018

El botín chiapaneco divide a aliados y une a enemigos

Aunque la alianza del PVEM y el PRI en Chiapas está vigente en las cúpulas, sus militantes siguen enfrentándose en los municipios. Y esa división, más la deserción de dirigentes verdes y tricolores hacia la coalición Morena-PT-PES y las fuerzas de la malograda alianza Por Chiapas al Frente –donde además existe el riesgo de que la pugna por las postulaciones se resuelva en tribunales–, sólo dejan claro que el PRI está de capa caída, aunque de él provienen los más fuertes aspirantes a la gubernatura.

A poco más de 100 días de la jornada electoral del 1 de julio para elegir gobernador, 40 diputados­ locales y 124 alcaldes, Roberto Albores Gleason, Rutilio Escandón Cadenas, José Antonio Aguilar Bodegas y Eduardo Ramírez Aguilar se perfilan para suceder al mandatario local Manuel Velasco Coello.

Escandón Cadenas, que le dio la espalda al PRD en 2012 para apoyar al entonces candidato del PRI y PVEM Manuel Velasco Coello, al triunfo de éste fue designado titular del Poder Judicial del estado. Pero ahora aspira a la gubernatura por la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PES y PT).


Nunca ha ganado una elección, pero su índice de preferencia electoral se basa en el “efecto Andrés Manuel”, que en Chiapas ha sido muy fuerte desde las elecciones de 2006 y 2012.

El pasado jueves 1, Andrés Manuel López Obrador se presentó junto a Escandón Cadenas, ratificó su postulación y dijo que lleva una ventaja de dos a uno sobre sus adversarios. Dijo que todos los partidos en Chiapas hacen encuestas y saben cuál es la tendencia, pero no las publican porque saben cuál es la realidad. “Ya los mariachis callaron”, bromeó.

Ese día López Obrador, acompañado de su enlace empresarial Alfonso Romo, se reunió con la iniciativa privada estatal, sector que, dijo, cada día ve con mejores ojos su proyecto alternativo de nación.

En cuanto al PRI, tras una negociación cupular se decidió postular al senador con licencia Roberto Albores Gleason, hijo de Roberto Albores Guillén, gobernador interino de1998 a 2000, quien se caracterizó por reprimir a las organizaciones sociales, principalmente a las bases de apoyo del EZLN, con el aval del entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León y de su secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa.

Albores Gleason empezó su carrera política en el gobierno de Juan Sabines Guerrero (2006-2012), donde ocupó varios puestos para después postularse para senador. De esa forma Sabines, quien llegó al gobierno postulado por la coalición del PRD, PT y Convergencia, retribuyó el apoyo electoral que recibió de Albores Guillén, quien en noviembre de 2006 fue expulsado del PRI por darle la espalda al candidato priista, Antonio Aguilar Bodegas.

No obstante, Albores Gleason fue designado candidato del PRI a gobernador. Las complicaciones surgieron cuando las cúpulas del tricolor, el Panal y el PVEM acordaron lanzarlo como representante de su alianza Todos por Chiapas, ya que el líder de los verdes, Eduardo Ramírez Aguilar, impugnó ese acuerdo con el argumento de que no se realizó una consulta interna.

En un intento por quedarse él con la candidatura, Ramírez Aguilar creó el “Movimiento por la Dignidad” para exigir una consulta y, de no realizarse, romper la coalición. A la larga pesó más el acuerdo cupular, en el que se le achaca un papel importante al exsecretario de Educación Pública Aurelio Nuño, coordinador de la campaña presidencial de José Antonio Meade.

Ramírez Aguilar era el sucesor natural de Velasco Coello, pero para Nuño fue un obstáculo como secretario general de Gobierno y como presidente del Congreso local, ya que apoyó a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en su rechazo a la reforma educativa.

Cerradas las puertas para competir por su propio partido, hasta el viernes 9, Ramírez Aguilar buscaba a los dirigentes del PAN, PRD, Movimiento Ciudadano y otros dos partidos políticos locales, Podemos Mover a Chiapas y Chiapas Unido.

Alianzas rotas y cambio de lealtades

El gobernador Manuel Velasco Coello se ha tomado fotos con el candidato presidencial de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, para exhibirla en las redes sociales y ratificarle ahí mismo su respaldo.

Por eso causa incomodidad en el priismo que el abuelo del gobernador, el octagenario Fernando Coello Pedrero, siempre haya respaldado a López Obrador. En cada ocasión que el tabasqueño llega a Chiapas, Coello Pedrero no se le despega en los actos públicos, sin importarle si los seguidores del aspirante a la presidencia le dirigen rechiflas al enterarse de su parentesco con Velasco Coello.

“Es mi amigo, amigo de la familia, y no lo negaré jamás”, dijo hace unas semanas López Obrador en San Juan Chamula. Recordó que para su campaña por la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, el abuelo de Velasco Coello le dio un auto: “Fue un Tsurito”, detalló AMLO, y añadió en tono de broma: “El Güero es mañoso, por eso siempre me manda a su abuelo para que yo no hable mal de él”.

La madre del gobernador, Leticia Coello Viuda de Velasco, trabajó en el gobierno del Distrito Federal con López Obrador, por eso se llegó a mencionarla como posible candidata a senadora por Morena, aunque sólo fue una especulación.

El caso es que desde la semana pasada el gobierno de Enrique Peña Nieto empezó a quitar de los cargos en delegaciones federales a los amigos y aliados verdes de Velasco Coello, para sustituirlos por leales priistas. Por ejemplo, fueron cesados Luis Ignacio Avendaño Bermúdez como delegado de la Sedesol y funcionarios del programa Prospera, así como de Sedatu.

El gobernador Manuel Velasco, quien no ha dejado de entregar el Salario Rosa en multitudinarios actos públicos, dijo el miércoles 7, ante miles de mujeres indígenas: “No vengo a reconocer a ningún partido político, El Güero Velasco no tiene color; hoy vengo a reconocer a las mujeres de Chilón”.

En ese municipio se disputan la alcaldía el PRI y el PVEM. Aunque sus dirigencias estatales siguen aliadas, durante las elecciones municipales de 2012 y 2015 los militantes de ambos partidos se enfrentaron con todo y mantienen en más de 100 municipios una rivalidad que incluso ha provocado muertes.

Hasta el viernes 9 Ramírez Aguilar, el amigo de infancia de Velasco Coello, aún no conseguía que un partido o coalición lo postulara para gobernador. El lunes 5 declaró:

“Los de allá arriba se aferran a mantener esta postura. Nosotros podemos decirles que podrán quitarnos unas siglas, pero lo que no nos van a quitar son nuestros sueños y aspiraciones, nuestros deseos, nuestra esperanza y nuestra fe por construir un Chiapas mejor.

“Nuestro movimiento no pertenece a una sigla partidista, por nosotros quédense solamente con eso: una simple y sencilla sigla. La gente, nuestra militancia y los liderazgos, nos van acompañar, porque nuestro movimiento ha tenido invitaciones expresas, formales, de abanderar una gran participación política con una gran participación ciudadana.”

Ramírez Aguilar coqueteó con Morena y se presentó en reuniones con Julio Scherer Ibarra, coordinador del partido en la región, pero hasta la semana pasada buscaba la candidatura de la coalición que conforman PAN, PRD, MV, Chiapas Unido y Mover a Chiapas.

Estos cinco partidos políticos acordaron de último momento, ante el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), impulsar una candidatura común. Sin embargo, José Antonio Aguilar Bodegas argumenta que para esa candidatura se considerará primero a los precandidatos que se registraron en tiempo y forma en sus partidos… como él lo hizo en el PRD.

En dicho partido se registraron asimismo Rubén Velázquez y Diego Valera; en Mover a Chiapas, Enoc Hernández, y en MC lo hizo María Elena Orantes, quien finalmente desistió a buscar la gubernatura para ir por una senaduría.

Ninguno de esos cinco partidos ha registrado como aspirante a Ramírez Aguilar, pero éste ha recibido el apoyo expreso del líder estatal perredista César Espinosa Morales. Ello provocó fricciones internas al PRD, siete de cuyos 11 consejeros estatales apoyan a Aguilar Bodegas, quien perdió por poco más de 6 mil votos la elección de 2006 ante Sabines Guerrero.

Desde el 22 de febrero Aguilar Bodegas denunció desaseo en el proceso de selección de candidato a gobernador por la coalición PRD-PAN-MC. Sin decir nombres, señaló un intento de imponer a un aspirante y de pervertir el proceso de forma ilegal, por lo que exigió un proceso transparente y legítimo para elegir al candidato común.

El pasado martes 6 la dirigencia estatal del PAN, encabezada por Jeanete Ovando Reazola, destapó a Aguilar Bodegas como su candidato a la gubernatura.

El jueves 8 una facción del PRD, que apoya al mismo precandidato, pidió a su dirigencia nacional que “atraiga” el proceso de selección y acusaron a Espinosa Morales de convocar a un consejo político estatal “espurio e ilegal” para imponer a Ramírez Aguilar.

José Antonio Hernández, Saraín Osorio, Gabriel Gutiérrez Ávila, Roger Narcía y otros líderes de organizaciones sociales y civiles que son bases del PRD, indicaron que hubo una convocatoria para registro de precandidatos y que Ramírez Aguilar no figura entre ellos.

En entrevista, Aguilar Bodegas –quien fue senador y líder estatal del PRI, perseguido por el gobierno de Sabines y secretario del Campo en la gestión de Velasco Coello– señala que no debe haber más perversión de la política ni violación a los marcos jurídicos electorales.

Afirma que la ruptura de la coalición estatal Por Chiapas al Frente es ilegal y que debe restituirse, como se hizo con la alianza PRI-PVEM-Panal. De igual forma, sostiene que no debe haber candidatura común para gobernador, como lo establece la constitución política local, y que de haberla, ya están registrados los candidatos al cargo.

De seguir así, advierte, el proceso electoral en la entidad se irá a la “judicialización” y eso no es “benéfico para un estado que aspire a ser democrático”.

Desde su punto de vista, si el órgano electoral avala una candidatura común donde no entren él, Diego Valera, Rubén Velázquez o Enoc Hernández, “esto se irá a los tribunales” y el IEPC podría ser juzgado como lo fue el anterior consejo electoral, que fue disuelto y aún tiene investigaciones administrativas vigentes de la PGR y el INE.

Al respecto, Oswaldo Chacón Rojas, consejero presidente del IEPC, señaló que el instituto estará atento al contexto político y social en la entidad:

“De lo que se trata es de construir las condiciones que permitan el debido desarrollo de las distintas etapas del proceso. No hay manera que la ruta de la organización electoral concluya con éxito a menos que los partidos políticos y los candidatos, las instancias competentes de velar por la seguridad y la gobernabilidad en la entidad, las autoridades electorales, administrativas, penales y jurisdiccionales, así como los entes responsables de garantizar su autonomía presupuestal, asumamos plenamente y con convicción republicana las tareas que nos corresponden.

“En el IEPC somos conscientes que la organización de estos comicios implica un enorme reto, sin precedente en el contexto político-electoral de México. Sabemos que vamos a enfrentar adversidades complejas, pero sabemos también que tenemos herramientas para enfrentarlas.”


Este reportaje se publicó el 11 de marzo de 2018 en la edición 2158 de la revista Proceso.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ISAÍN MANDUJANO.
LINK: http://www.proceso.com.mx/526197/el-botin-chiapaneco-divide-a-aliados-y-une-a-enemigos