Durante los últimos cinco años la inversión en obra pública ha registrado una significativa disminución, lo que además de tener un impacto negativo en la economía ha repercutido en el bienestar social, pues estas reducciones significan que se han dejado de construir escuelas, hospitales, carreteras e infraestructura.
Al cierre de 2017, el monto de inversión en obra pública disminuyó 8.1 por ciento, comparado con el monto alcanzado en 2016 y la inversión presupuestada para este rubro se redujo un 26.3 por ciento, por lo que especialistas en el tema prevén que este año no habrá una recuperación y seguirá afectando al sector de la construcción y el crecimiento de la economía mexicana.
La disminución de la inversión en obra pública también impactó de manera importante al sector de la construcción, que cerró con su peor caída en los últimos cuatro años, al respecto, especialistas del sector se muestran pesimistas.
“Yo creo que estamos hablando de un escenario similar al de 2017, son dos principales componentes de la industria de la construcción, la demanda que viene de lado del sector público y el presupuesto federal para este año es prácticamente igual que el del año pasado. No vemos fuentes adicionales de fondo que vengan del sector público para impulsar la actividad de construcción”, advirtió Luis Martínez director senior de S&P Global Ratings de América Latina, en entrevista para EconomiaHoy.mx.Por su parte, José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), indicó que será complicado que el sector de la construcción tenga una recuperación por varios elementos, el primero es el ajuste fiscal; el recorte que hubo a la baja en el presupuesto en infraestructura, lo cual continuará afectando la parte de caminos y puentes y la edificación que realiza el Gobierno federal.
La caída en obra pública este año será significativa y los especialistas en el sector son pesimistas sobre su recuperación y sobre su impacto en el crecimiento del conjunto de la economía. “Es necesaria una reforma fiscal que aumente la base recaudatoria de tal suerte que la caída en inversión pública se revierta, porque si seguimos viendo esta caída México no va a tener el nivel de infraestructura que requiere”, indicó Carlos Serrano Herrera, economista en jefe de BBVA Bancomer.De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a partir del tercer trimestre de 2008 la inversión en obra comenzó a tener un aumento gradual, pero a partir de 2013, volvió a presentar descensos. Además, de 2015 a 2016 el presupuesto asignado para el rubro de obra pública se desplomó un 20.78 por ciento en 2016 y para el año siguiente el monto representó 2.6 por ciento del PIB, el menor nivel registrado en los últimos 10 años.
La inversión pública sirve para satisfacer necesidades de la población y tanto el Gobierno federal como los gobiernos locales están obligados a atenderlas a través de inversiones mínimas, sin embargo, la reducción en ese tipo de gasto tiene implicaciones en el bienestar social y la economía.
TAMBIÉN SE CONTRAE EL SUBSIDIO A VIVIENDA
Por otra parte, Luis Martínez destacó que el subsidio federal en materia de vivienda se ha contraído a la mitad del pico que alcanzó hace un par de años lo cual se ha reflejado en una disminución en el número de nuevas construcciones de vivienda.
“El subsidio a la vivienda se ha contraído alrededor del 50 por ciento del subsidio federal que veíamos en 2015, es cierto que está cercano a los niveles de subsidio de cuando arrancó la administración pero la recesiones presupuestales a nivel federal sí han repercutido y hemos visto una disminución importante en las nuevas construcciones (unidades de vivienda)”, advirtió.
El subsidio a la vivienda es un beneficio que el Gobierno federal otorga a los trabajadores, a través de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), para que puedan complementar el pago de la casa que desean adquirir.
SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN CON LA PEOR CAÍDA
La inversión en el sector de la construcción de México durante 2017 alcanzó un valor de producción de 523 mil 811 millones de pesos, lo que representa un descenso de 3.5 por ciento en el año, el más grande desde 2013.
De la Cruz detalló que habrá afectaciones sobre la proveeduría de insumos que demanda el sector, como lo es el hierro, el acero, vidrio y otros elementos que son fundamentales, lo que representa un elemento que juega en contra y que podría implicar que la economía mexicana no crezca más allá de un 2 por ciento.
Además, el alza en los precios de los insumos afectará la inversión privada y la propia desaceleración de la economía provocará que la demanda de los consumidores y el alza a las tasas de interés de los créditos hagan poco viable un incremento en la demanda de casas, esos son los elementos que inhibirán la recuperación del sector, indicó el especialista.
Luis Martínez detalló que la inversión privada es el motor que ha defendido un poco al sector de la construcción y las presiones que enfrentó durante el último año, sobre todo en la parte comercial, indicó que ha habido una actividad mucho más dinámica lo que podría contener los riesgos de que la situación del sector se agrave.
Detalló que de lado del sector comercial e industrial hay una buena inversión, prácticamente el fondeo de esas inversiones ya está asegurado para los siguientes doce meses, y hay también los grandes proyectos que traen planes de inversión de tres a cinco años para construir nuevas tiendas y todo esto sigue apoyando la parte de inversión privada.FUENTE: SIN EMBARGO/ECONOMÍAHOY.MX
AUTOR: REDACCIÓN/LAURA QUINTERO.
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