En el aniversario 89 del Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Antonio Meade Kuribreña definió que el tricolor debe entrar a una nueva etapa, la de ser un instituto político con vocación ciudadana, y a 24 años del discurso de Luis Donaldo Colosio en el Monumento a la Revolución, señaló que el país todavía tiene hambre y sed de justicia.
Hay legítimas expresiones de enojo y decepción; un fundado reclamo, malestar e indignación por la inseguridad y la violencia, por la impunidad y la corrupción. Pero hay millones de servidores públicos honestos, de todos los partidos, priístas y ciudadanos. Ellos y yo, como nadie, repudian la corrupción y exigen que se castigue a quienes han violado la ley, sean del partido que sean, dijo.
Ayer, Meade Kuribreña sostuvo que el PRI es un partido histórico y fundacional, determinante para la vida del país, pero también acotó que ahora debe resolver hacia dónde ir.
La conmemoración se realizó en la sede nacional del partido, donde sólo fueron convocados los sectores y organizaciones del partido, así como los trabajadores petroleros, senadores y diputados. Ahí, después de una falla técnica con el micrófono, el candidato presidencial de la coalición Todos por México reconoció que si bien en el juicio histórico del PRI se aprecian grandes aciertos, también se cometieron errores.
Hoy sabemos cuándo nos equivocamos, dónde perdimos rumbo, qué decisiones implicaron costos para el país y para el partido, y cuáles, al dejarlas de tomar pusieron en riesgo la estabilidad y el crecimiento. Porque conocemos y reconocemos políticas equivocadas, estamos decididos a impedir que el país vuelva a tropezar, expuso.
La declaración se hizo también ante la dirigencia nacional, el gabinete presidencial, ex dirigentes del tricolor, gobernadores –entre otros los de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas; Oaxaca, Alejandro Murat; estado de México, Alfredo del Mazo; Sonora, Claudia Pavlovich; Yucatán, Rolando Zapata– y candidatos a gobernador.
Aprovechó para cuestionar, sin mencionarlos, a los abanderados de la oposición. Dijo: Nadie puede dejar de explicar de qué ha vivido; ningún candidato puede usar la contienda para lavar sus culpas y su dinero. No hay cortina de humo que valga. El que la hace, debe pagarla... Pintamos nuestra raya con los que se han aprovechado para llenar sus bolsillos a costa del esfuerzo de los demás.
Desde su perspectiva, México no quiere aventuras políticas, saltos al vacío, retrocesos ni demagogia, y consideró que el 89 aniversario del PRI debe ser la antesala de la victoria.
Preguntó a los priístas: ¿Qué le ofrecemos a México en nuestro aniversario: perder o ganar? Perder es cuando se violentan los derechos humanos de las víctimas; ganar es cuando se les hace justicia. Perder es hipotecar el futuro de nuestros hijos; ganar es crecer cuidando nuestro ambiente entero. Perder es permitir que se lleve a la bancarrota al país; ganar es construir un gobierno a la medida de las necesidades de cada quien.
Al evocar las etapas que marcaron la historia del PRI, expuso que con el Partido Nacional Revolucionario, Plutarco Elías Calles cambió caudillos por instituciones y se consolidó la paz social. ¡No vamos a permitir que regrese un México de caudillos ni de mesías!
Insistió en que él es un candidato ciudadano, pero acotó: soy hijo de un priísta. En ese contexto y en el de las reformas de la 22 asamblea nacional, expuso que la nueva etapa del tricolor debe incluir cuatro compromisos claros: ley, orden y seguridad; hacer de la economía familiar la prioridad del manejo económico; garantizar una educación de excelencia, y un gobierno a la medida de cada quien.
FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: ENRIQUE MENDEZ
LINK: http://www.jornada.unam.mx/2018/03/05/politica/003n1pol