Una rosa, un pequeño chocolate y un cigarro “farito” son dejados en “la Mujer de Piedra” de Ciudad Universitaria por dos alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es un homenaje para su compañero Bohdan, estudiante asesinado en Tizayuca, Hidalgo, junto con sus amigos Diego, Karla y Gerardo, a quienes las autoridades de ese estado catalogaron como “narcomenudistas”.
Bohdan Luis tenía 25 años; Diego Iván, 24; Gerardo Hezrai y Karla, 19 años, cuando fueron asesinados dentro de una vivienda en el barrio Nacozari, el 19 de noviembre de 2017.
Era noche de sábado-madrugada de domingo. Los cuatro jóvenes se reunieron como regularmente lo hacían para convivir en fin de semana. En aquella ocasión, se presume, fue para celebrar y “estrenar” la casa donde se mudaron Gerardo y Karla, pues la pareja tenía solo unos días de habitar de ese inmueble.
Sujetos ingresaron a la vivienda, los atacaron con armas blancas, golpearon y degollaron. Sólo hubo una sobreviviente, la hermana de Gerardo que quedó herida de gravedad.
Lo que sucedió esa noche es incierto. Es poca y confusa la declaración que ella ha brindado sobre los hechos, dice la familia y amigos de Bohdan.
Las autoridades inmediatamente tildaron a la víctimas de “narcomenudistas”; al día siguiente declararon que el multihomicidio se trató de un “ajuste de cuentas”.
El Secretario de Gobierno de Hidalgo, Simón Vargas Aguilar, señaló: eran “gente de fuera […] la ciudadanía estaba segura, no ha habido ningún hecho delictivo que lamentar, afortunadamente, contra miembros de la sociedad hidalguense”, según recoge una nota publicada por el medio Criterio Hidalgo.
La respuesta de los funcionarios sumó indignación y coraje a la impotencia y dolor de los parientes y allegados del alumno de la UNAM. Hoy demandan el esclarecimiento del asesinato y que se limpie la memoria de los jóvenes.
UN HOMENAJE
“Tuve un amigo,
Lo digo como un arrebato pero que dio raíces.
Como la lluvia que tira hojas secas y fertilizan el suelo,
un cerillo que en el último momento de extinguirse provoca un incendio,
una luz que se apaga para dejar ver al fotofóbico.
Tuve un amigo,
de una relación lejana, pero sincera,
lo esencial para cualquier amistad definida.
Él tenía una fuerza centrífuga, cual taumaturgo,
alejaba lo dañino del alma para encontrarse con uno mismo.
Así es, tuve un amigo,
de carne y hueso,
estudiante de la UNAM en Derecho,
con profundo pensamiento crítico”.
Yenifer Santillán y José Luis Jardines López se reúnen en los campos de Ciudad Universitaria y se dirigen a las inmediaciones de la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Llevan la ofrenda a “la mujer de piedra”, donde Bohdan hacía ejercicio, pintaba, leía, reflexionaba, y donde compartía momentos con compañeros y amistades.
Desde hace un par de meses, los amigos de Bohdan le realizan una especie de homenaje en sus respectivas redes sociales. Una acción de remembranza que nació tras una plática entre un pequeño grupo de personas que conocieron y quisieron expresar la huella que el joven universitario dejó en cada uno de ellos.
Otros allegados se unieron, surgió un grupo de Facebook y se extendió.Uno de los miembros, que es ilustrador y le hizo un dibujo, otro joven realizó una oda, y otros amigos le hicieron cartas. Yohualli, un artista que radica en Durango, le escribió un poema que se reproduce a lo largo de este relato.
Sin embargo, el homenaje va más allá de expresar el cariño que sus amigos le tenían, es también un intento por “rescatar, limpiar su memoria y dar a conocer su vida”, ante la indignación por las declaraciones oficiales sobre el multihomicidio.
“Personalmente, creo que nació de la rabia, del enojo, del miedo y las ganas que teníamos de que su recuerdo trascendiera, y su caso se diera a conocer”, señala en entrevista Sergio Delgadillo Galindo, “Yohualli”.
Y es que Bohdan no sólo era un estudiante de Derecho, era una persona polifacética: se integró a cursos de humanidades y artes, dibujaba -experimentaba diversas técnicas-, hacía papiroflexia, le gustaba filosofar, escribir cuentos, y esculpía pequeñas figuras de barro, describe Yenifer Santillán, que en sus manos lleva un dibujo, una caja de papel y una figura hecha por quien fuera su compañero de carrera.
Durante su estadía en la UNAM tomó materias de distintas carreras como Estética en Humanidad y Estética del Arte en la Facultad de Filosofía y Letras por 1 año, y dibujo en la Facultad de Arquitectura igual por un año y cursos en el Centro de Estudios Sophia, sobre Filosofía Náhuatl, El arte Zen, El Eneagrama de la Personalidad, Ecología Emocional, Claves Psicológicas de los Mitos Griegos, entre otros .
Bohdan planeaba terminar su tesis. Cursaba el Seminario de Derecho Romano e Historia del Derecho. Esperaba conseguir un buen empleo afín a su carrera para pagar sus estudios en artes plásticas, que era su siguiente objetivo, plática Yenifer.
“Como estudiante era un poco disperso aunque siempre estaba atento a lo que estaba pasando. Era entregado en la escuela”, abunda.
Bohdan, además, era aficionado al deporte. Fue campeón Lima Lama, un arte marcial que practicaba desde los 7 años. “Le gustaba mucho hacer barras”, comenta José Luis Jardines, amigo de Bodhan desde la preparatoria.
Desde los 15 años tocaba la guitarra, estaba en el club de Comic y quería viajar para conocer el mundo, principalmente Asia. Hablaba francés, y estaba aprendiendo japonés, inglés y sánscrito.
Ya había terminado los créditos de la carrera y el protocolo de su tesis sobre los vacíos legales para las personas en situación de calle, en la que pretendía abordar las causas y el fenómeno de las personas en esta condición. Buscaba como podría apoyar a ese sector vulnerable, narran Yenifer y José Luis.
“Era un gran ser humano, era bien alegre aunque a veces depresivo –como buen artista–, pero era un chico que siempre se sobreponía, era muy querido porque siempre tenía un abrazo, un consejo para una persona, un abrazo, algo que compartir, mucho conocimiento, le encantaba hacer muchas cosas”, platican los jóvenes.
LOS AMIGOS
“… Tuve un amigo,
desaparecido por el crimen de lo cotidiano.
Eventos que esperamos
el día de mañana no le suceda a nuestro hijo o a nuestro hermano.
Sin olvidar los feminicidios cometidos a diario.
Tuve un amigo,
y aunque duela, que el cielo retumbe,
como las tripas en mi estomago,
y se expanda por las redes sociales,
para que su homicidio no quede olvidado,
ni por su familia, ni por sus amigos,
o aquellos que lo conocieron, compañeros y maestros…”
A partir de las reseñas en redes sociales sobre los jóvenes y los testimonios de Pamela, hermana de Bohdan, se puede tener un esbozo de la amistad de 12 años.
Bohdan, Diego y Gerardo se conocieron desde que cursaban el primer año en la Secundaria General Maestro justo Sierra, ubicada en la colonia Centro de Tizayuca, y después se integró al grupo Karla, quien tenía ya casi tres años de noviazgo con Gerardo.
Diego Iván nació en el Estado de México y era el mejor amigo de Bohdan. Desde hace un año con ocho meses trabaja en la agencia Alles Auto en Ecatepec de Morelos, Estado de México.
Fue el vendedor del año. Justo una semana antes del asesinato, Diego disfrutó de un viaje a Ixtapa Zihuatanejo pagado por la empresa como premio por realizar el mayor número de contratos de autofinanciamiento.
Su plan a corto plazo era comprarse su propio auto este año, pues desde que comenzó a trabajar comenzó a ahorrar. También planeada cursar la carrera de Arquitectura.
“Su sueño era ser un gran empresario, juntar suficiente dinero para comprar terrenos y construir hoteles, quería que Bohdan fuera su abogado. Quería tener 5 hijos y seguir trabajando”, narra una reseña realizada por amigos y familiares de la víctima.
Gerardo Hezrai estudió Ingeniería en Comunicaciones y Electrónica en ESIME Zacatenco, pero dejó la carrera trunca. Era originario de Tlaxcala pero se mudo a Tizayuca hace 12 años. Quería terminar su carrera en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) para tener un mejor empleo, “ya que no quería seguir sufriendo por tener bajos recursos”.
Karla Montero era una joven de 19 años. Laboraba en una tienda de globos y adornos afuera de la parada de los camiones de Temascalapa en Tizayuca. Terminó la secundaria e ingresó a un curso de estilismo, pero por sus bajos recursos abandonó los estudios para comenzar a trabajar de tiempo completo.
Una tienda de globos y adornos ubicada en la parada Temascalapa, Tizayuca, era el lugar en donde Karla laboraba. Ella aspiraba con terminar la preparatoria y hacer una carrera en imagen.
Gerardo y Karla eran novios desde hace dos años con 11 meses, y recién se habían mudado juntos a la casa en la que fueron victimarios. “Querían casarse, tener hijos, su casa propia”.
RESCATARLOS DEL OLVIDO
“… Tuve un amigo,
de esos que su muerte no es natural,
cuya vida es cercenada,
como si a las Moiras se les hubiera roto el hilo de su vida por accidente,
inesperado como un bebé saliendo del vientre a los cinco meses,
o una mariposa brotando del capullo sin alas.
Tuve un amigo,
de esos que con muchas versiones cubren su homicidio,
y las explicaciones satisfacen a un grupo de poder.
Fue hallado junto a tres cuerpos más
y un corte en la yugular…”
Los estudiantes aseguran que Bodhan no vendía droga, “estaba lleno de actividades. Nunca nos ofreció”.
“Como su amiga y como estudiante siento mucha rabia e impotencia al ver que el sistema de justicia sea obsoleto, pierdan evidencia, que quiera pasar a los joven como desconocidos, en lugar de hacer una investigación. Me siento con mucha rabia. Creo que todas que las personas que estuvieron ahí (asesinadas) eran personas muy tranquilas”, agrega Yenifer.Actualmente, estudiantes de Derecho recolectan varios escritos y cuentos que el joven realizó para publicarlos en redes.
El poema que escribió Yohualli para Bohdan también es una critica a la forma de operar de las autoridades, “un desahogo que enfatiza lo que vivimos en México, muertes tras muertes, es lo único sistemático en este país […]. Por eso las autoridades reaccionaron de esa forma, criminalizando a los cuerpos (sin investigar en lo absoluto al respecto), pues lo único que quieren es darles carpetazo a los casos, para decidir cómo cerrar el que se comete una hora después”.
Yenifer Santillán resalta: “Yo conocía bien a mi amigo, a su familia, conviví con su familia y yo sé que no vendía droga, que no era una persona que le gustara ganar mucho dinero siquiera. Aquí siempre vivimos como estudiantes, austeramente, y si de verdad ese hubiera sido el afán de él, pues desde la universidad hubiera pasado”.
Señala que cuando la familia de Bohdan y Diego entregaron la credencial de electoral y acta de nacimiento, fue entonces es cuando las autoridades empezaron a querer modificar la versión del asesinato..
La familia y amigos de los jóvenes exige a las autoridades que hagan una investigación correcta, que esclarezcan los hechos, “y que si ya vieron que son personas eran ajenas al crimen, pues que salgan, así como salieron a decir una mentira, ahora que que salgan a decir la verdad, era era un estudiante y jóvenes que fueron masacrados por un hecho social horrible como la delincuencia organizada y la violencia que se vive en México”, agrega Yenifer.
“ …Tuve un amigo.
Su cuerpo está ausente.
Su proceso sin castigo es vigente,
sólo por fumar bocanadas verdes,
pretexto perfecto para justificar su muerte.”
La noticia no solo impactó a los alumnos de Derecho que conocieron a Bodhan, también a varios profesores, quienes analizan presentar una carta al director de la Facultad para pedir que la institución designe un abogado especializado en la materia penal para que acuda a Hidalgo y dé acompañamiento legal a la madre de Bohdan sobre el caso, sostiene Yenifer.
Temen que haya vicios en la investigación y en el proceso, pues han detectado algunas irregularidades, entre ellas, que algunos aspectos que se ventilaron en la prensa, como la existencia de un presunto narcomensaje.
“Según el papá de Gerardo él encontró un mensaje en el cuerpo de Bohdan pero no está como prueba en al carpeta de investigación”, señala la joven.
Los compañeros esperan que la Universidad pueda acceder en brindar ayuda legal a la madre del estudiante. “Que se ayude a la madre y la asesore sobre los derechos, que puede hacer y pedir en el caso del joven”.
“Hemos sido abandonados terrenalmente,
Me da terror saber que no se trata de destino,
sino decisiones tomadas por albedrio,
afectando a luchadores, defensores, pensadores y protestantes,
incluyendo amas de casa y nosotros los estudiantes;
en cualquier esquina la muerte está presente.”
“Hagamos que lo arrebatado eche raíces.
Utilicemos el fertilizante de lo caído.
Controlemos el fuego del incendio.
Complementemos nuestra vista con la de aquel que no veía”
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: SUGEYRY GÁNDARA.
LINK: http://www.sinembargo.mx/06-03-2018/3392760