Pese a la importancia del agua como un derecho humano establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la soberanía del país, el asunto no ha sido tomado en cuenta con la seriedad que merece y en este sexenio se han producido graves atentados contra los mantos acuíferos y, por tanto, a la salud de los mexicanos y al medio ambiente, alertan especialistas.
En un esfuerzo por construir alternativas y propuestas a los retos que enfrenta México en materia ambiental, 40 investigadores de distintas facultades e institutos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), del Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial AC, “Ingeniero Jorge L. Tamayo” (CentroGeo), y el Colegio de México (Colmex) desarrollaron la Agenda Ambiental 2018.
Además de las distintas instituciones académicas, a la realización de la agenda presentada hace algunas semanas se unieron el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, Conservación Biodiversidad, la Fundación Semillas de Vida y la Iniciativa Climática de México.
En entrevista para SinEmbargo, dos de los coordinadores de los capítulos “Problemática y política del agua” y “Perspectivas sobre los mares y costas de México” de la Agenda Ambiental, platicaron sobre la importancia del vital líquido y de los ecosistemas marinos, y plantearon la devastación que han padecido en la actual administración.
De acuerdo con el documento “Estadísticas del Agua en México, edición 2016”, realizado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), poco más del 61 por ciento del vital líquido se usa para el consumo agrícola, abastecimiento público, industria autoabastecida, energía eléctrica excluyendo hidroelectricidad e hidroeléctricas proviene de fuentes superficiales que incluyen ríos, arroyos y lagos; mientras que cerca del 40 por ciento corresponde a fuentes subterráneas, es decir a los acuíferos.
Dicho informe destaca que el sector agrícola, que acapara el mayor uso del vital líquido en el país, y el abastecimiento público representó en el año 2015 más del 90 por ciento del volumen concesionado a nivel nacional.
Marisa Mazari Hiriart, investigadora de la UNAM y coordinadora del capítulo “Problemática y política del agua” dentro de la Agenda Ambiental, destacó la importancia de asegurar la provisión del vital líquido no sólo en cantidad,sino en calidad suficiente para el uso doméstico, urbano, rural, las actividades productivas e industriales, además de los ecosistemas y las especies que en ellos habitan.
“Como pobladores de este país tenemos tanto derecho a un medio ambiente sano, como al derecho al agua como un recurso vital. Es un recurso natural, pero también es un bien común”, afirmó la doctora Mazari Hiriart.
La especialista afirmó que, en este contexto de desperdicio y explotación, la próxima administración federal se enfrentará a una serie de retos en materia hídrica que requiere un cambio integral en las actuales políticas, por lo que los aspirantes a la Presidencia de la República deben poner una seria atención en el asunto.
Ricardo Anaya Cortés, de la coalición “Por México al Frente”; José Antonio Meade Kuribreña, abanderado de la alianza “Todos por México”; Andrés Manuel López Obrador, de la coalición “Juntos Haremos Historia”, y los independientes Margarita Zavala Gómez del Campo y Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, necesitan reconocer la emergencia y plantear respuestas para que el país recupere su capacidad hídrica, dijo.
“Se requiere un cambio real de paradigma y una integración de visiones para hacer un manejo más adecuado del agua, donde se consideren los aspectos técnicos, ambientales y sociales”, destacó la especialista.Mazari Hiriart criticó que la importancia del tema del agua “ha ido en retroceso durante esta última administración” a cargo de Enrique Peña Nieto, quien pertenece al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Las agencias gubernamentales de medio ambiente y de agua, afirmó, han sido “desmanteladas” en el sexenio que está por concluir y han dado paso a una explotación que sólo ha beneficiado a grandes empresas.
“La Conagua [Comisión Nacional del Agua] anteriormente era dirigida por ingenieros y actualmente es dirigida por administradores. No es posible perder los cuadros técnicos, hay que enriquecerlos, hay que transformarlos, dar prioridada grupos interdisciplinarios donde la visión sea más global, más general y realmente enfocada a mejorar el manejo de agua que hacemos en este país, porque todos vamos a sufrir y a padecer esta alteración de los cuerpos de agua superficiales y subterráneos”, añadió Mazari Hiriart.
Ante este panorama, urgió a que se atiendan los pendientes en la actualización de la normatividad, pues “va más rápido el desarrollo, que los mecanismos que tenemos para regularlo”.
PROBLEMÁTICAS EN MÉXICO
Entre las problemáticas que enfrenta el país en el asunto del vital líquido, de acuerdo con la Agenda Ambiental 2018, se encuentran:
–Gestión. El abasto de agua en calidad y cantidad a las ciudades por el crecimiento poblacional que refuerza la desigualdad e incrementa la vulnerabilidad social de los sectores más pobres. Además, el suministro a poblaciones rurales es deficiente, ya que los sistemas comunitarios “permanecen en el olvido institucional”.
–Deterioro de la calidad de las aguas superficiales en ríos, lagos y embalses de México. La degradación de dichos cuerpos de agua ha aumentado “severamente” y ocasiona impactos directos en la vida silvestre que los habita y en la salud pública.
–Manejo de aguas residuales. Sin ser tratadas, las aguas se vierten en los cuerpos de agua o se reutilizan para el riego.
“Eso tiene efectos negativos, dado que estamos permitiendo que haya un vertimiento de desechos tanto sólidos como líquidos a los cuerpos de agua y esto afecta la salud del ecosistema, la salud de los cuerpos de agua, la salud ambiental, pero también la salud humana, la salud pública”, comentó al respecto Mazari Hiriart.
“Hay un déficit de tratamiento de agua residual porque las plantas de tratamiento son obsoletas, están abandonadas, no tienen personal ni mantenimiento”, agregó.
–Aguas subterráneas. A pesar de que sostienen alrededor del 62 por ciento del uso público, el 52 por ciento del uso industrial, y el 34 por ciento del uso agrícola, el tema “ha permanecido invisible”.
–Estructura normativa. Las normas “no han funcionado satisfactoriamente” para promover la gestión de cuencas.
Aunado a lo anterior, la doctora en Ciencias e Ingeniería Ambiental planteó que existen intereses mercantiles por el recurso, entre ellos, en las actividades agropecuarias, la explotación minera, las industrias automotriz, alimenticia y electrónica, entre otros sectores.
Ante este panorama, hizo un llamado urgente a los cinco candidatos a la Presidencia de la República.
“El agua es un recurso estratégico que no pueden ignorar y que es necesario manejar de una manera más inteligente, más coherente y con una visión de largo plazo. No puede ser un plan sexenal, no puede ser de corto plazo y con una visión que cambie en cada administración. Es un recurso que tenemos que dejar en buen estado a las generaciones futuras. Lo que estamos haciendo hoy ya es una desgracia para las siguientes generaciones”, expuso.MARES Y OCÉANOS EN EL OLVIDO
Eduardo Peters, quien coordinó el capítulo “Perspectivas sobre los mares y costas de México” de la Agenda Ambiental 2018 fue tajante: “Sin los océanos no habría vida en la Tierra, así de contundente”. Sin embargo, dijo, en el país “se le ha dado la espalda al mar”.
El coordinador técnico del Consorcio de Investigación del Golfo de México (Cigom) recordó que de las 32 entidades federativas que constituyen la República Mexicana, 17 cuentan con acceso al mar, lo cual representa el 56 por ciento del territorio nacional.
Las aguas marinas proveen distintos servicios ambientales como son provisión de alimentos, fungen como importantes sumideros de gases de efecto invernadero, especialmente del dióxido de carbono, además, los manglares y arrecifes coralinos brindan protección a las costas de tormentas, huracanes y erosión.
A pesar de lo anterior, las costas y mares enfrentan una serie de problemáticas que el especialista enlistó y pueden encontrarse también en el documento presentado el mes pasado:
-Sobrepesca. La mayor parte de las pesquerías del Pacífico y el Atlántico en el país se encuentran en su límite de aprovechamiento máximo sostenible, 51 y 67 por ciento, respectivamente, además, entre el 19 y el 27 por ciento de ellas se encuentra en deterioro.
“Ya no se puede pescar más porque se está deteriorando el recurso […] Tenemos un problema serio de sobrepesca”, dijo.-Crecimiento poblacional costero. Las áreas costeras del país presentan un crecimiento poblacional irregular, concentrado en pocas localidades urbanas, lo cual origina presiones económicas, sociales, institucionales y ambientales.
“Hay un crecimiento costero, un crecimiento poblacional poco ordenado. La población se focaliza en unas cuantas localidades y eso genera problemas al ecosistema, al mar”, advirtió.–Contaminación por hidrocarburos. El 80 por ciento del crudo que hay en los mares proviene de la explotación petrolera de las plataformas marinas, mientras el 20 por ciento restante procede de derrames de barcos. En el mundo, anualmente se vierten a las aguas marinas cerca de 4 millones de toneladas de combustibles o petróleo crudo. En un lustro, entre 2007 y 2012, Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó 290 derrames anuales en promedio, con un volumen que ronda las 4 mil 938 toneladas.
–Plásticos y microplásticos. Su presencia en los mares ocasiona la muerte de miles de aves, mamíferos y peces cada año.
“Se arroja medio millón de toneladas de plástico a los mares de México anualmente, cerca de un camión de basura por hora. Esto es una bestialidad”, criticó el investigador.–Cambio climático. La temperatura de los océanos aumentó durante el siglo pasado aproximadamente 0.1 ºC, incremento suficiente para matar a las algas que mantienen vivos a los corales, trasladar especies a nuevas áreas e incrementar el nivel del mar.
–Zonas muertas. Las zonas muertas en el mar son extensiones con bajas concentraciones de oxígeno (hipoxia) donde no existen condiciones para sustentar la vida marina. Cantidades inusuales de nutrientes se alojan en la costa y provocan eutrofización, que es el exceso de nutrientes en un sistema, provocada por el uso de fertilizantes industriales que estimulan el crecimiento de las algas.
–Acidificación de los océanos. El aumento de la acidificación de los océanos, provocado por la absorción de dióxido de carbono, amenaza a una gran cantidad de especies que habitan en el mar.
–Gobernanza. Existen limitaciones el marco jurídico y normativo como son la sobrerregulación en la materia, inconsistencias y falta de congruencia entre los diversos instrumentos jurídicos; lagunas jurídicas; sobreposición o desarticulación de competencias, además de un bajo nivel de control y vigilancia.
–Investigación científica. A pesar de que el país cuenta con instituciones enfocadas a la investigación oceanográfica, los presupuestos en materia son limitados y resultan pequeños para el tamaño de los sujetos de estudio.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: IVETTE LIRA.
LINK: http://www.sinembargo.mx/19-04-2018/3406988