En un comunicado, señaló que aunque se mantiene el optimismo sobre la renegociación del TLCAN, todavía existen trabajos pendientes de realizar para lograr un acuerdo en principio, ya que “ninguno de los temas considerados como álgidos se ha resuelto (regla de origen del sector automotriz, cláusula de extinción, estacionalidad de productos agropecuarios y mecanismos de solución de controversias)”.
“A pesar de que existe la voluntad política para cerrar un pacto pronto, conforme pasen los días se incrementarán las dudas de poder lograrlo“, añadió.
La institución financiera recordó que aunque las reuniones ministeriales se reanudarán hasta el próximo 7 de mayo por cuestiones de agenda, los técnicos siguen trabajando en la negociación, por lo que Canadá, Estados Unidos y México todavía están a tiempo deponerse de acuerdo y aprovechar la ventana de oportunidad que existe para que en este mes se concluya de forma satisfactoria.
“En México, se acercan las elecciones presidenciales del 1 de julio, y los plazos establecidos en las leyes comerciales de Estados Unidos implican que se debe alcanzar un acuerdo este mes para que logre ser aprobado por el Congreso actual, que es el objetivo de la Administración del Presidente Trump”, precisó.
CIBanco observó que aunque el equipo negociador estadounidense se ha mostrado más flexible respecto al tema de la regla de origen en el sector automotriz, al no haber una propuesta “formal”, sus requerimientos cambian constantemente dependiendo del avance en la renegociación.
“En lo relativo a la cláusula de extinción (sunset) su postura sigue siendo rígida. Además, el proceso sigue bajo el escrutinio y amenaza de Trump, sobre todo con su idea de vincular la renegociación del acuerdo trilateral a temas de migración“, apuntó.
Anticipó que si la renegociación se lograra en mayo o a principios de junio, el peso mexicano podría apreciarse unos 40 centavos más a los niveles actuales, aunque previo a las elecciones presidenciales podría volver a presionarse.
“En el escenario de que no se logre un avance significativo en la renegociación en este mes, implicaría que el inversionista comience a contemplar la idea de posponer los trabajos hasta por lo menos después de las elecciones en México, con posibilidad de que se retrase la negociación hasta el próximo año.
“Con ello, la presión sobre la moneda mexicana se intensificaría y contribuiría, junto con el tema electoral interno, a que el tipo de cambio rápidamente se ubique por arriba de los 19 pesos“, agregó.
El grupo financiero también expuso que la reciente evolución económica y de inflación sigue provocando especulación entre cierto grupo de inversionistas sobre el número de veces que subirá la tasa de interés en lo que resta del 2018.
Esta especulación se trasladó al mercado secundario de bonos del tesoro en Estados Unidos, tanto de largo plazo, como de corto plazo. En la semana pasada, la rentabilidad del bono americano a 10 años se ubicó en 3.0 por ciento por primera vez en cuatro años, mientras el bono de 2 años subió a 2.5 por ciento, su nivel más alto en una década.
Esto generó preocupación para los inversionistas, ya que las últimas recesiones económicas en Estados Unidos han venido precedidas por una inversión de la curva de rendimientos entre los bonos de 2 y 10 años.
Sin embargo, “en realidad aún no existen claros indicadores que anticipen una próxima crisis. Las previsiones de todos los grandes organismos internacionales prevén un sólido crecimiento económico para Estados Unidos y el mundo por lo menos para 2018 y 2019″, abundó.
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
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