La Reforma Energética, que se vendió con un enfoque de reducción de precios y no de generación de mayor competencia, estuvo mal planteada y por eso no se redujeron los precios en gasolinas, electricidad y gas, de acuerdo con Alejandra Palacios, titular de la Comisión Federal de Competencia Económica. En lo que se refiere al mercado del Gas LP, la falta de competencia en el sector no ha ayudado a que los mexicanos vean una disminución en los precios, al contrario. Hoy, el Inegi informó que en la primera quincena de junio la inflación aumentó 0.13 por ciento, debido principalmente al incremento en los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno. De acuerdo con el estudio “Transición hacia Mercados Competidos de Energía: Gas LP”, elaborado por la Cofece, en 2017 el 53 por ciento de la distribución del gas licuado de petróleo se concentró sólo en cinco grupos económicos, por lo que inició una investigación por convenios realizados entre competidores para fijar los precios de productos y servicios.
Una de las grandes promesas de la Reforma Energética fue que bajarían los precios de los combustibles, derivado de la apertura del mercado y de la competencia, sin embargo, éstos no han dejado de subir.
Del 2017 a la fecha, los mexicanos sufrieron en promedio un incremento del 26 por ciento en este hidrocarburo, lo que significa que hoy los consumidores pagan alrededor de 80 pesos más por un cilindro de 20 kilos, en un país en el que siete de cada 10 habitantes utilizan gas licuado de petróleo (Gas LP) para su consumo diario y del cual depende en buena medida la alimentación básica y la salubridad de la población.
¿Por qué y cómo se rompió la promesa? En opinión de Alejandra Palacios, titular de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), la promesa de bajar los precios de los energéticos estuvo mal planteada y en lo que se refiere al mercado del Gas LP la falta de competencia no ha ayudado mucho, dijo en entrevista con EconomíaHoy.mx.
La Cofece es el órgano regulador de los mercados en México y recientemente inició una investigación al mercado por presuntas prácticas monopólicas, es decir, algunos competidores podrían realizar contratos, convenios, arreglos o combinaciones entre competidores para fijar los precios de productos o servicios o a manipular la oferta o demanda, entre otros.
En México no es poco común que en determinado barrio o colonia no sea posible comprar gas LP más que a una empresa gasera. Los repartidores de tanques tienen territorios delimitados y prohibiciones expresas de vender fuera de estos límites so pena de ser despedidos o golpeados.
El consumidor se ve obligado a realizar un acto de fe cuando compra gas. Espera que el cilindro contenga de verdad los 20 o 40 litros que paga, y a menudo desconfía de que su tanque de gas estacionario le alcance para llegar a fin de mes. Además de que hay regiones en los que existe sólo un proveedor.
“Lo que se debió de haber dicho, y es lo que queremos es que los precios estén en su mejor nivel posible. Si el precio internacional de la molécula sube, en México no puede bajar, salvo que queramos que alguien nos subsidie el gas LP, en la lógica de no subsidios lo que queremos es pagar el precio mejor posible”, detalló la funcionaria.
Antes de la liberalización del precio del Gas LP éste estaba controlado por autoridades mexicanas, pero ahora están sujetos a partir del precio de referencia internacional y estacionalidad, además de que ya se reconocen los costos de logística y transporte.
Palacios comentó que a pesar de que el mercado se liberó, lo que hay es poca competencia y en ciertas zonas del país los niveles de concentración se elevan potencialmente. Dijo que el mejor precio posible se consigue con la suma de alguien que compra la molécula a buen precio, que la introduce al país a un costo eficiente, que la traslada de los centros de internación a los centros de distribución a un costo eficiente y que la venta al público enfrenta competencia y entonces su margen de venta es pequeño.
De acuerdo con datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) el precio promedio del kilo de gas LP por cilindro, al 11 de enero del 2017, se ubicó en 15.02 pesos, mientras que en el último reporte éste mismo se ubicó en 18.98, es decir casi 4 pesos más, por lo que por un cilindro de 20 kilos los consumidores pagan 80 pesos más, pero en algunas ciudades los incrementos superan el 40 por ciento.
“En la medida en que haya eficiencia y competencia el consumidor va tener acceso al mejor precio posible, eso es lo que hace la competencia y ese es el enfoque con el que se debieron haber vendido las reformas”, aseguró.
De acuerdo con el estudio “Transición hacia Mercados Competidos de Energía: Gas LP”, elaborado por la Cofece, en 2017 el 53 por ciento de la distribución del gas licuado de petróleo (Gas LP) se concentró en cinco grupos económicos, lo cual significó una concentración del 5 por ciento más, ya que en al cierre del 2016 ésta se encontraba en un 48 por ciento.
Por su parte, la Comisión Reguladora de Energía explica el 70 por ciento del aumento en el costo del gas LP en 2017 bajo el argumento de que creció el precio de la molécula y el aumentaron los costos de importación. Pero queda un 30 por ciento del incremento que no se explica.
Al respecto Alejandra Palacios dijo que si bien el año pasado hubo un encarecimiento a nivel internacional que repercutió en el precio al consumidor final, cuando bajaron los costos los mexicanos siguieron pagando lo mismo.
La caída de la producción nacional de gas LP y la entrada de particulares a competir, para finales de 2017 las importaciones representaron 60 por ciento de la demanda total.
CONCENTRACIÓN DEL MERCADO SE AGRAVA
La concentración del mercado del gas LP se profundizan a nivel regional en la distribución del combustible, en donde Yucatán, Baja California y la región del Pacífico son las regiones en dónde hay un menor número de oferta. De acuerdo con los cálculos de la comisión un aumento en el número de competidores podría reducir los precios, y estima que cuando en una región se incrementa de uno a dos el número de distribuidores, los precios pueden ser menores hasta en 6.5 por ciento.
“Los grupos están divididos en el país y no necesariamente se traslapan, ojalá los cinco compitieran en una misma zona. (…) Lo que queremos es que a través de compartir infraestructura, se empalmen y compitan”, aseguró Alejandra Palacios.
Por su parte, Fernanda Ballesteros, coordinadora del área de regulación y competencia económica de México Evalúa-CIDAC, explicó que es un periodo de adaptación a las nuevas reglas y se están explorando las causas qué pueden estar influyendo en los precios, tanto de gas LP como de gasolina.
“La idea es mejorar el ambiente y generar las condiciones para que exista mayor competencia, no sólo se trata de establecer las leyes si no hacer que efectivamente se respeten y tratar de que la implementación sea lo más apropiada”, comentó Ballesteros.
Dijo que la competencia presiona a quienes están ofreciendo un producto porque saben que si no lo hacen de la mejor forma los consumidores se pueden ir con el de a lado y si bien una forma para ganarlos es a través de los precios otra es a través de los servicios que ofrecen.
Para tener en cuenta la opinión de algunos de los actores involucrados se buscó la Asociación de Distribuidores de Gas LP (ADG LP) y a la Asociación de Distribuidores de Gas Licuado de Petróleo del Interior (Adigas), no obstante, no se obtuvo una respuesta positiva.
AUTOR: REDACCIÓN/LAURA QUINTERO.