Posteriormente fue llevado al aeropuerto de Reynosa, Tamaulipas y puesto a disposición del Ministerio Público Federal en la Ciudad de México, donde se le acusó de cometer delitos contra la salud y portar armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Los derechos humanos a la libertad, integridad, seguridad personal y jurídica de la víctima fueron transgredidos, por lo que la CNDH instruyó a la Sedena y a la CNS inscribir al afectado en el Registro Nacional de Víctimas, proporcionar atención médica y psicológica y dar seguimiento a las denuncias formuladas ante la Procuraduría General de la República.
También recomendó impartir capacitaciones en materia de derechos humanos al personal de ambas instituciones, para prevenir y erradicar la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.
FUENTE: CONTRALINEA
AUTOR: ALBA OLEA